Por qué tenemos que organizarnos y luchar

08/03/2011, Declaración del Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT) y de Socialismo Revolucionario (CIT en Venezuela)

En los meses recientes, millones de mujeres alrededor de todo el mundo se han levantado para hacer frente al efecto devastador que la crisis económica está teniendo en sus vidas. Cientos de miles de trabajadoras super explotadas del sector textil y otros en Bangladesh, China, Camboya y otros lugares han participado en una ola de huelgas por conseguir aumentos salariales, hecho que se extiende rápidamente desde un país asiático al otro. Millones de mujeres trabajadoras han participado en huelgas generales en Francia, España, Grecia y Portugal y en las gigantescas protestas contra los ataques al sector público que se han extendido por toda Europa.

Es posible que se intensifiquen estas luchas en los próximos meses, sobre todo en esos países en que el yugo de la austeridad está notándose especialmente. No tenemos otra que luchar. En los últimos 40 años las vidas de las mujeres en los países capitalistas desarrollados han sufrido transformaciones sociales importantes. La desigualdad, la discriminación y la opresión no han sido erradicadas pero cambios importantes han sentado la base para que eche raíces la idea de que se estaba haciendo un progreso significativo que continuaría en el futuro e incluso que la igualdad estaba al alcance de las mujeres.

La situación en países neo-coloniales de Asia, África, América Latina y Medio Oriente, ha sido bien distinta. Pero incluso allí, la globalización y los cambios socio-económicos que ha generado- en particular la imagen de un número creciente de mujeres jóvenes fuera de sus casas y en el mercado laboral- supuestamente mantendrían la esperanza de que las cosas podrían mejorar gradualmente para las mujeres en cualquier lugar. Lamentable para la mayoría de las mujeres eso solo significa que ahora son trabajadores fuera de la casa, pero todavía mantienen todas las responsabilidades adentro de la casa.

Ahora la crisis económica mundial y su resultado amenazan con dar un giro a todos los logros que se han hecho súbitamente. Esto implicaría un empeoramiento severo de la vida de las mujeres de los países desarrollados y una pesadilla para las mujeres del mundo neo-colonial. actualmente en Venezuela muchos de los programas sociales como misiones, desarrollados bajo de Gobierno de Chavez, ahora están sufriendo los efectos de la recesión; el cual es una consecuencia de la crisis económica mundial, y de hecho tenían un recorte en sus presupuestos hasta 50% en comparación de hace dos anos. Estas misiones ha ayudado a muchas mujeres en un principio para salir de la casa y buscar una mejor educación y entonces mas prospectos para una vida mas independiente.

La crisis está revelando con claridad lo que el CIT ha argumentado siempre –la incompatibilidad del capitalismo con los derechos genuinos de las mujeres, sea cual sea la parte del globo en la que vivamos. La explotación y la opresión están en el corazón del sistema capitalista, donde el beneficio y la competición reinan con supremacía. Sólo mediante la lucha contra ese sistema y por una alternativa socialista seremos capaces de mirar para adelante.

Mujeres y trabajo

En décadas recientes, la creciente llegada de las mujeres al mundo laboral ha sido un fenómeno global. En algunos países actualmente hay más mujeres que hombres que trabajan. Mientras en cualquier lugar los sueldos de las mujeres son, de media, menores que los de los hombres, este proceso ha llevado sin embargo a las mujeres a una mayor independencia económica y a una transformación de su perspectiva así como la de la sociedad en general.

En su fase inicial la crisis económica tuvo un efecto variado sobre el empleo femenino. Donde las pérdidas de puestos de trabajo se concentraron más en la industria y la construcción, tal y como ocurrió en EEUU, el golpe fue mayor para los trabajadores varones. Y allí donde el sector servicios estuvo en la línea de fuego, como ocurrió en Gran Bretaña, las mujeres se llevaron la peor parte de los despidos y el desempleo. Esto es porque ellas representan a la mayoría de los trabajadores del sector público- profesoras, enfermeras y trabajadoras de gobiernos locales cuyos trabajos están amenazados. Al mismo tiempo, mientras los servicios y beneficios sean recortados, las mujeres lo sufrirán de manera desproporcionada como explicábamos en relación a las misiones.

Independencia económica

El incremento del desempleo y los recortes de beneficios o programas provocarán un aumento de la pobreza de la clase trabajadora y algunas mujeres de clase media, sobre todo padres solteros. Aquí en Venezuela las mujeres, como los hombres, quienes pierden sus trabajos serian incorporados como parte de los trabajadores informales, sin remuneración segura y sin pensiones ni beneficios. Esto aumentará de nuevo la dependencia financiera de los individuos, mujeres y hombres, y podría tener un efecto negativo en las relaciones personales. En los primeros años del proceso Bolivariano la capacidad para buscar mas independencia económica a través de varios programas del gobierno, como las misiones, era importantísimo para las mujeres para salir de las relaciones infelices o abusivas.

Educación

En muchos países de mundo el sistema educativo esta bajo ataques fuertes, con cortes en los beneficios para estudiar e incrementos increíbles en las tasas (pagos) de los cursos. Hay una lucha impresionable de los jóvenes de estos países, la mayoría de los países del mundo capitalista avanzado, los cuales están actuando como una chispa para la lucha de la clase trabajadora para enfrentar los recortes generales.

A pesar de las avanzadas en el sistema de educación en Venezuela, como: el mejor acceso a la educación universitaria y las misiones educativas, muchas mujeres, adolescentes y niñas no completan su educación por razones varias – quizás lo mas importante y preocupante de eso es por razones de un embarazo a corta edad. Como mencionamos antes, los recortes de las misiones están afectando el servicio de la misma, sumado a la burocracia y la corrupción.

También para muchas mujeres la vida es tan complicada para solo sobrevivir, que para asistir a un curso en la noche es casi imposible. Sin cambiar las condiciones de la vida no podemos lograr avances reales y permanentes.

Servicios públicos

A pesar de los grandes cambios que han tenido lugar en las vidas de las mujeres, siguen siendo las principales cuidadoras de los hijos y el resto de miembros de la familia. A medida que el hacha neo-liberal cae sobre las guarderías, los hogares de ancianos y otros servicios sociales, son las mujeres quienes normalmente terminan pagando los platos rotos. Esto significa que más mujeres tendrán que dejar su trabajo, será más difícil para las mujeres desempleadas volver al mundo laboral y para aquellas que todavía tienen trabajo, verán aumentada la carga doble relacionada con el cuidado de la casa y la familia. Los recortes y la privatización darán lugar a una caída en la calidad de los servicios y un deterioro en los sueldos y las condiciones de los trabajadores que los proveen. 

Violencia contra las mujeres

Una de cada cinco mujeres sufrirá violencia de parte de su pareja o ex-pareja en algún momento de su vida. En los países capitalistas avanzados una de cada ocho será violada. En algunas partes del mundo, la brutal violación masiva de mujeres se ha convertido en un arma de guerra letal. El creciente comercio sexual internacional de mujeres está alimentado por la pobreza y será exacerbado por la actual crisis económica. La violencia contra las mujeres tiene sus raíces en la idea tradicional (que todavía prevalece en muchas sociedades) de que las mujeres son propiedad de los hombres. Reforzado por la desigual relación económica existente entre hombres y mujeres y la manera en la que el capitalismo en sí mismo se basa en la propiedad privada, en las desigualdades de riqueza y poder, y la frecuente recurrencia a la violencia para defender sus intereses (tal y como han experimentado de primera mano los trabajadores del textil en Asia y los estudiantes en Europa). La pobreza y el desempleo no causan violencia doméstica. Esto tiene lugar igualmente entre otros grupos sociales y clases. Pero estos factores pueden ser un disparador para la violencia en el hogar y la crisis económica puede ser un factor acelerador.

En muchos países, las actitudes hacia la violencia contra las mujeres han mejorado radicalmente en las tres últimas décadas. Se han aprobado leyes progresistas con respecto a la violencia doméstica y existe una conciencia general de que es un crimen serio que debería ser abordado. Pero los drásticos recortes a los servicios del sector público podrían minar gran parte del progreso que se ha hecho. Los ataques al cuidado de los niños, los refugios para mujeres y otros servicios, harán a las mujeres más difícil escapar de la violencia doméstica (donde tienen lugar la mayoría de los abusos), a la vez que los recortes en el transporte, alumbrado público, etc., provocarán que las mujeres estén menos seguras fuera. Los fondos para los centros de mujeres violadas y el apoyo a mujeres que han sido abusadas se verán amenazados.

Derechos reproductivos

En la última década, más o menos, 19 países han liberalizado sus leyes abortivas pero millones de mujeres todavía viven en países donde el aborto es ilegal y muy restringido. En el mundo, tienen lugar cerca de 20 millones de abortos ilegales que resultan en 70.000 mujeres muertas y millones más lisiadas. En los países neo-coloniales donde el aborto es ilegal en las mujeres pobres y de la clase trabajadora, son quienes sufren mas. Ellas no tienen la opción de pagar por un aborto clandestino en una clínica privada o salir del país para hacerlo afuera como lo hace la clase media o la pequeña burguesía. El aborto clandestino para los demás esta lleno de riesgos- incluso a perder su propia vida.

Todas las mujeres y hombres, deben tener el derecho a la educación sexual, de servicios de salud y de métodos anticonceptivos gratuitos. No es por nada, que aquí en Venezuela casi 1 de 4 embarazadas son de adolescentes.

Sexualidad y sexismo

Millones de mujeres en todo el mundo sufren terribles coacciones en su sexualidad, incluyendo la primitiva práctica de la mutilación genital. En muchos de los países capitalistas avanzados la actitud hacia la sexualidad y las relaciones personales sin duda han progresado. Generalmente las mujeres se han sentido más liberadas, libres de las coacciones morales, sociales y religiosas del pasado. Pero bajo el capitalismo la liberación sexual se deforma por el logro del beneficio y las desigualdades existentes. El sistema capitalista convierte todo en mercancía, incluso el cuerpo de la mujer, tanto para su venta directa en la industria sexual como indirectamente a través de su uso para publicidad y venta de productos. Promueve imágenes concretas de las mujeres que son limitadas, estereotípicas y en muchos casos hirientes. Esta deshumanización de la mujer refuerza actitudes pasadas, incluyendo la violencia, y como consecuencia socava a las mujeres en su amplia lucha en favor de derechos económicos y sociales.

Contraatacando

Pero las protestas masivas y las huelgas en las que se han visto involucradas las mujeres recientemente muestran que no se destruirán los logros que se han logrado sin lucha. La lucha de las trabajadoras del sector textil en Asia ha demostrado que incluso las mujeres más explotadas están preparadas para pelear.

No habrá una reducción directa de los derechos de las mujeres. Los cambios significativos que han tenido lugar en las actitudes sociales, sobre todo en los países capitalistas más desarrollados, no pueden ser revertidos con facilidad. Las mujeres (y muchos hombres) no van a aceptar que el lugar de la mujer vuelva a estar en casa y no entre los trabajadores. Las mujeres pelearán concienzudamente los logros económicos y sociales que se han logrado. Inevitablemente habrá intentos de revivir viejos prejuicios para debilitar algunas luchas, para abrir una brecha entre hombres y mujeres, sobre todo en el trabajo. Cualquier intento de dividir y debilitar a los trabajadores en términos de género tiene que ser combatido con fuerza porque solo es posible una lucha exitosa para defender y ampliar los derechos de las mujeres si la lucha es anti-capitalista e implica a una clase trabajadora unida.

Socialismo

El capitalismo, basado en la competición y la búsqueda desenfrenada de beneficio, genera explotación, pobreza, opresión, violencia, guerra, y degradación medioambiental. Es un sistema podrido que limita y destruye las vidas de trabajadores y gente joven siendo las mujeres doblemente oprimidas y limitadas por su género. Por otro lado las mujeres tienen un interés particular en luchar por una alternativa al sistema capitalista.

Una alternativa socialista se basará en una propiedad de la producción pública, no privada, en el control democrático de los productores y trabajadores, no una élite rica, donde será la necesidad y no el beneficio el que determine lo que se produce, y donde las relaciones de riqueza y poder desiguales y jerárquicas serán reemplazadas por la cooperación, la igualdad y el respeto mutuo tanto nacional como internacionalmente.

La vida podría ser muy diferente, pero sobre todo para las mujeres. Una economía planificada y democrática proveería de recursos para asegurar ingresos decentes e independencia económica para todo el mundo; servicios públicos tales como el cuidado de los niños, salud, educación, vivienda, transporte, etc. darían a las mujeres la oportunidad real de decidir sobre todos los aspectos de su vida; una sociedad basada en la igualdad y la cooperación sentarían las bases para poner fin a toda forma de sexismo y violencia contra las mujeres; las mujeres, por fin, serían libres de verdad.

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