Castigo
al Partido Socialista en el poder


11/12/2015. Original de Clare
Doyle, CIT, publicado el 07/12/2015 en socialistworld.net, web en inglés del CIT.


El
gran resultado del partido de extrema derecha Frente Nacional (FN) en
la primera vuelta de las elecciones en Frencia lo ha puesto en
cabeza en la mitad de las regiones. La lideresa del partido, Marine
le Pen, obtuvo el 40% de los votos en la extensa y más pobre región
de Francia, Nord-Pas-de-Calais-Picardie.

Las
noticias son chocantes, pero no son una completa sorpresa. Tampoco
parecen deberse particularmente al ambiente existente después de las
atrocidades de los ataques en París el 13 de noviembre. Esto
solamente supondría una subida del 1-2%.

El
apoyo al FN creció bajo el liderazgo de Marine le Pen en 2011. Lo
colocó en una posición más populista que su padre,
Jean-Marie Le Pen, que defendía abiertamente las políticas y crímenes inhumanos del fascismo. Con más del 28% de los votos, el
FN en estas elecciones ha más que doblado el 13,6% que consiguió en
las elecciones parlamentarias de 2012. (Debido a la organización de
los distritos electorales en Francia, solamente tienen dos
representantes en el Asamblea Nacional).

La
perspectiva ahora, después de la segunda vuelta este domingo, es que
el FN tome el control de al menos dos regiones: la región industrial
en decadencia de Nord-Pas-de-Calais-Picardie, y en la región rica
del sur donde la más radical Marion Marechan-Le Pen lidera la lista
del FN. Aunque el FN es claramente racista, no se declara contra los
inmigrantes… mientras que éstos sean franceses y respeten las
tradiciones francesas. También se han declarado en contra de la
Unión Europea y a favor del derecho a la vivienda y el trabajo…
para los franceses.

El
FN ha sido capaz de ganar votos tanto del Partido Socialista (PS)
ahora en el gobierno como del partido tradicional de la derecha
liderado por Sarkozy, antiguamente UMP, ahora conocido como Partido
Republicano (PR). A pesar de un cierto crecimiento en la popularidad
del Presidente Hollande, el voto del domingo indica un colapso de este
partido. El PS se ha retirado de la segunda vuelta en dos de las
regiones más amenazadas y propone una «gran coalición»
con el partido «tradicional» de la derecha, el Partido Republicano (PR), para
intentar bloquear la llegada al poder del FN en cualquier región. La
misma propuesta sin duda se planteará en las elecciones
presidenciales de 2017, en las cuales se teme que el FN consiga otro
resultado alto.

El
PR ha declarado su oposición a este pacto, temiendo una pérdida de
apoyos aún mayor por asociación con el gobierno en crisis de
Hollande y Valls. El voto de estos dos partidos podría haber caído
aún más si no fuera por el hecho de que las políticas represivas y
nacionalistas que defendieron después de las atrocidades de París
dejaron poco más que decir al FN sobre este tema.

El
gran apoyo al partido de extrema derecha es en parte un voto de
protesta, al no existir otras fuerzas en la izquierda que presenten
una alternativa coherente a los recortes y pérdidas de puesto de
trabajo del partido en el gobierno. La abstención en el grupo de los
que se declaran en la izquierda estaba alrededor del 47%. La
participación de los «comunistas» del PCF en decisiones
del gobierno significa que no han sido capaces de hacer una oposición
seria en nombre de la clase trabajadora y jóvenes.

El
mayor peligro en los desarrollos actuales es que el FN pueda
consolidarse. Marine le Pen frecuentemente ha dado su apoyo a los
problemas de los trabajadores, aunque no necesariamente a sus luchas
(por ejemplo, ha llamado a los trabajadores de Air France
«hooligans»). Por razones nacionalistas, ha apoyado que
industrias como la del transporte esté en manos del estado.

Las
luchas de los trabajadores

La
mayor federación de sindicatos, la Confederación General del
Trabajo (CGT), vinculada al PCF, fue presionada desde sus bases
para no aceptar la prolongación del estado de emergencia y la
prohibición de manifestaciones después de los horribles asesinatos
de París (los diputados del PCF apoyaron esta prolongación en la
Asamblea). Los miembros del CGT vieron esto como una declaración
unilateral de tregua en la lucha mientras la patronal y el gobierno
continúa con sus ataques. Los líderes de la federación se vieron
obligados a convocar un día nacional de lucha el pasado miércoles,
el 2 de diciembre, contra los despidos en Air france y los ataques a
los derechos sindicales y a las condiciones de trabajo.

La
rabia está creciendo de manera considerable entre los trabajadores y
la juventud en un número de temas importantes que pueden explotar en
cualquier momento. Podría haber estallidos de protestas en las
escuelas contra el éxito del FN y en las fábricas contra la
arrogancia de la patronal. Los resultados del pasado domingo y los niveles de abstención entre los jóvenes y la clase trabajadora (en
ambos casos del 62%), es un castigo a los partidos tradicionales de
la izquierda y la derecha por no ofrecer ninguna solución a sus
problemas. La abstención entre aquellos que dicen estar cerca de la
izquierda estuvo alrededor del 47%. Solamente las generaciones más
mayores, los pensionistas, tuvieron una alta participación (67%).

El
Frente de Izquierda, que incluye al Partido de Izquieda de Melenchon,
el PCF, ecologistas y otros partidos de izquierda, prácticamente ha
colapsado. No ha sido capaz de presentar una oposición coherente a
las políticas del gobierno a nivel nacional o local.

Gauche
Revolutionnaire (el CIT en Francia) ha argumentado consistentemente
que la única manera de derrotar a la derecha y evitar el auge del FN
es a través de una campaña masiva contra la austeridad, la pérdida
de puestos de trabajo y el racismo. El FN ha robado el ropaje de la
izquierda, al igual que el de la derecha, y ha prosperado con éste. El
movimiento de los trabajadores debe reclamar y revivir el programa
«tradicional» de lucha y de socialismo en Francia.

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