EEUU: Campaña de Bernie Sanders
Una oportunidad para construir un nuevo partido del 99%
13/04/2016. Tony Saunois (Secretario General del Comité por una Internacional de Trabajadores – CIT). Original publicado el 01/04/2016 en www.socialistworld.net.
La campaña electoral presidencial de los EEUU representa un punto de inflexión en la sociedad estadounidense y las luchas de la clase obrera, la clase media, los jóvenes y todos los explotados por el capitalismo. La sociedad estadounidense está sumida en una politización de masas y el rechazo, o la oposición generalizada a los partidos políticos establecidos y su dirección. El 26% de los electores se declaró republicano y 30% se registró como demócrata. Sin embargo, el grupo más grande se registró como «independiente», 43%, lo que indica sólo algunas de las posibilidades para el apoyo a un nuevo partido. El sistema de dos partidos en los EEUU se está desintegrando.
Los partidos del capitalismo estadounidense, los republicanos y los demócratas, se desgarran por la división y la agitación. La aparición de Donald Trump de la derecha populista, racista, reaccionaria, significa la pérdida del control del Partido Republicano por la clase dominante que actualmente está luchando para volver a tener el control total del mismo. Al mismo tiempo, hay una lucha masiva en curso para ganar la nominación del Partido Demócrata, ya que millones se han unido para apoyar el desafío «Socialista Democrático» de Bernie Sanders contra la pro-Wall Street Hilary Clinton.
Cualquiera que sea el resultado de estas batallas sin precedentes, la sociedad estadounidense nunca será igual otra vez. Estos acontecimientos reflejan una polarización de clase masiva que se ha abierto. Reflejan la enorme desigualdad como un abismo en la sociedad. Entre 1947 y 1979 el ingreso del 20% más bajo aumentó en un 122%. Después de la aplicación de la «Reaganomics», el 1% más rico vio aumentar sus ingresos en un asombroso 270%, mientras que el resto se mantuvo estancado o disminuyó. Si la distribución de la riqueza fuera la misma hoy que en la década de 1970, cada persona del 20% de menos ingresos tendría 11.000 dólares más por año.
Entre los jóvenes en particular hay una revuelta contra el «sistema» y sed de escuchar las ideas socialistas como una alternativa al todavía poderoso pero decadente imperialismo estadounidense. El Washington Post publicó un artículo titulado: «Nuestra juventud socialista: ¿Porqué la generación del milenio están adoptando un concepto antiguo y negativo… Esta semana, estamos hablando de la subida del socialismo» (21 de de marzo de 2016).
La audaz intervención de la organización hermana del CIT, ’Alternativa Socialista’, en especial la doble victoria electoral de Kshama Sawant en las elecciones al Consejo Municipal de Seattle, ha sido uno de los factores, entre otros, que ha contribuido a los desarrollos alrededor de la campaña de Sanders y ha contribuido a poner el tema del socialismo en la mesa de debate en la elección. De la misma manera que en Gran Bretaña la presencia de los miembros del Partido Socialista en posiciones de liderazgo en algunos sindicatos importantes impidió el apoyo de sus direcciones a los candidatos anti-Corbyn.
Estos desarrollos en los EEUU están teniendo y seguirán teniendo, un impacto de gran alcance a nivel internacional y en las luchas de la clase obrera en muchos continentes – sobre todo en el mundo neo-colonial. La revuelta de las masas de Estados Unidos y el apoyo a la ’’ revolución política” de Bernie Sanders está inspirando a activistas en Asia, África, América Latina y Europa.
Tremendo apoyo para Sanders
A pesar de los esfuerzos de la prensa y los medios capitalistas por minimizar o ignorar la adhesión masiva ganada por Bernie Sanders el hecho decisivo es el enorme apoyo que ha logrado. La prensa y los medios de comunicación han dado a su campaña poca cobertura y la han tratado de sofocar en silencio. O, alternativamente, algunos periódicos como el Washington Post, le han atacado en dieciséis artículos publicados en el espacio de 16 horas.
Más de cinco millones de dólares en donaciones se han hecho para la campaña de Bernie Sanders por aproximadamente dos millones de personas. A raíz de lo que la prensa denominó sus decepcionantes resultados el 16 de marzo cuando los votantes en Illinois, Ohio, Missouri y otros estados acudieron a las urnas, más de 4 millones de dólares fueron recaudados por Sanders ¡en tres días! Después de sus victorias aplastantes en Washington, Alaska y Hawai levantó otros 4 millones en dos días.
Sin embargo, lejos de ser «decepcionante», como trataron de retratar los medios, sus resultados en las primarias del 16 de marzo fueron una indicación de su creciente apoyo. La característica sobresaliente de estas elecciones, fue que lo hizo tan bien en una serie de estados clave. En Illinois, que incluye la clase trabajadora de la enorme ciudad de Chicago pasó de estar veinte puntos por detrás a perder por sólo unos pocos puntos porcentuales!. En Chicago consiguió el 45,5% de los votos, a pesar de tener toda la maquinaria podrida del Partido Demócrata enfrentada contra él. Clinton ganó con el 53,6% de los votos. Sanders obtuvo 312.572 votos y Clinton 368.395.
En Chicago una amarga lucha se lleva a cabo en contra del odiado Alcalde Democráta, Rahm Emanuel – ex jefe de gabinete de Obama – que está llevando a cabo ataques brutales que implican el despido de profesores y el cierre de las escuelas púbicas. El militante sindicato de maestros, la CTU, ha convocado una huelga el 1 de abril amenazando con «cerrar la ciudad», al que ahora se han sumado los trabajadores de comida rápida que exigen un salario mínimo de 15 dólares por hora.
Emanuel apoyó a Clinton en las primarias, lo que alimentó el apoyo a Sanders, el cual había anunciado en el acto de masas en Chicago: «Me gustaría dar las gracias a Rahm Emanuel por no respaldarme. No quiero el respaldo de un Alcalde quien está despidiendo profesores y cerrando escuelas». Una declaración clara en contraste con Jeremy Corbyn en Gran Bretaña que está aprobando al derechista candidato laborista para la alcaldía de Londres, Sadiq Khan, que dice con orgullo que será el Alcalde más «pro-negocios», o Joe Anderson en Liverpool y otros que están llevando cabo recortes sociales y ataques a la clase obrera.
En un estado tras otro, hubo concentraciones de masas de miles o incluso de decenas de miles de personas. Una de las más recientes fue en Seattle – a la que asistieron 20.000 personas – convocado con dos días de antelación. En esta también intervino la miembro de ’Alternativa Socialista’ y concejal, Kshama Sawant que pidió un nuevo partido del 99%. Esto fue seguido por victorias aplastantes para Sanders en el estado de Washington, donde ganó con 73% de los votos y Alaska, donde ganó un asombroso 82%. Estas victorias, sin duda, han dado un gran impulso a sus seguidores y un nuevo impulso a su campaña que pesarán en los estados cruciales de Wisconsin, Nueva York, California y otros en los próximos meses. En el momento de escribir este artículo Clinton se negaba a debatir con Bernie en Nueva York.
El Partido No-Demócrata y las primarias
Sin embargo, la naturaleza no democrática de las primarias demócratas y del Partido Demócrata significa que todavía es muy poco probable que Sanders vaya a ganar una mayoría de los delegados elegidos – aunque esto no se puede excluir por completo si el impulso que ha adquirido en Washington, Alaska, Hawai y otros estados continúa, especialmente en Nueva York y más tarde en California.
Sin embargo, el Partido Demócrata tiene cientos de «superdelegados» (antiguos y anteriores senadores, gobernadores y presidentes, presidentes, funcionarios del partidos y otros) que son principalmente los defensores de la clase dominante y cuyo voto puede actuar como un veto a favor de Clinton. En realidad no es un partido con miembros individuales, sino una máquina electoral, sin verificación democrática o rendición de cuentas. En Arizona hay una gran agitación tras la victoria de Clinton, porque se ha sabido que a decenas de miles de personas se les impidió la votación debido por falta de suficientes centros de votación, papeletas o registros erróneos de personas. Existe una demanda allí para una repetición de las elecciones que se celebrarían en junio. El sistema electoral está diseñado para bloquear el tipo de revuelta que está teniendo lugar actualmente.
A pesar del el aumento en el apoyo a las políticas reformistas radicales de Sanders y la idea de una «revolución política», no es absolutamente seguro de que será capaz de ganar. Si lo hiciera, a pesar de los grandes obstáculos que existen, el liderazgo democrático capitalista nunca aceptaría tal resultado. Ellos se moverían para sabotear su campaña y se desarrollaría una división efectiva en el partido.
A pesar del hecho de que el sistema primario anti-democrático y los «súper delegados» es probable que prevalezcan y nominen a Clinton, la convención del partido en julio está dispuesta para ser un campo de batalla. Esto planteará la cuestión crucial de lo que sigue para Bernie si Clinton, como es lo más probable, asegura la nominación.
El CIT y su organización hermana en los EEUU, Alternativa Socialista, han sostenido desde el principio que era un error para él no presentarse como independiente y utilizar la campaña como base para construir un nuevo partido del 99% y de la clase trabajadora que luche contra Wall Street y la clase dominante.
Sin embargo, él ha desarrollado la lucha para asegurar la nominación del Partido Demócrata. No creemos que el éxito sea lo más probable dada la naturaleza capitalista, no democrática del partido, pero al mismo tiempo, no estando plenamente de acuerdo con su programa, le deseamos lo mejor a él y sus seguidores y querríamos que se asegurara la victoria. ’Alternativa Socialista’ intervino en este movimiento, lanzando el ’Movimiento por Bernie’ para tratar de ayudar a los atraídos a este movimiento para que lleguen a la conclusión de la necesidad de construir un nuevo partido y que Bernie actúe de forma independiente si es bloqueado por el Partido Demócrata.
Si bien la naturaleza no democrática de las primarias y el Partido Demócrata hacen poco probable su victoria en las primarias, el entusiasmo de masas que Bernie Sanders sigue disfrutando y la movilización de millones en apoyo de su campaña, plantea cada vez de manera más clara la pregunta: ¿qué debe hacer si pierde la convención?
Por un nuevo partido y que Bernie compita de forma independiente
Con urgencia, se necesita que Bernie llame una asamblea nacional de sus partidarios y de aquellos que quieren luchar para defender los intereses de todos los trabajadores, contra el racismo, y por la construcción de una nueva alternativa política a los Republicanos y Demócratas capitalistas y la clase dominante que representan. Esto podría sentar las bases para aprovechar el movimiento que ha desatado su campaña y debatir el siguiente paso para llevar adelante la lucha.
Si es bloqueado en la convención demócrata y por el Partido Demócrata su lucha debe continuar y debe competir como independiente o por el Partido Verde en las elecciones presidenciales de noviembre. Esta es la manera de asegurar el movimiento de masas que se ha desarrollado siga más hacia adelante y se prepare para la siguiente etapa de la lucha. A partir de esto se podrían sentar las bases para construir un nuevo partido de este movimiento.
Al comienzo de su campaña, Bernie declaró que si su candidatura era derrotada para la nominación demócrata apoyaría a Clinton. Esto sería un error y se arriesgaría a disipar el movimiento de masas que despertó durante esta lucha. Si bien es totalmente comprensible que Bernie y muchos de sus partidarios quieren derrotar a los republicanos de derecha y en especial a un populista racista como Trump o Cruz, avalar a Clinton no es la manera de hacerlo. En primer lugar, no es cierto que Clinton sería capaz de vencer a cualquiera de ellos, tal es la desconfianza en ella. Todas las encuestas recientes indican que el candidato más probable para vencer tanto a Trump como a Cruz es Bernie Sanders.
El deseo totalmente comprensible de derrotar al republicano y por lo tanto el sentimiento de un «voto por el mal menor» es como el que se desarrolló en Gran Bretaña cuando Blair se postuló por primera vez en 1997 como una oportunidad para derrotar a los conservadores.
Sin embargo, Blair, el representante de plano del capitalismo en el Nuevo Partido Laborista, después de su victoria electoral, desencadenó una serie de ataques violentos contra la clase obrera y se unió a Bush en la creación del baño de sangre de la guerra de Irak. Una presidencia de Clinton tendría las mismas características en los EEUU de hoy que tuvo Blair en Gran Bretaña.
El temor real de un gran sector que si se presenta de forma independiente podría «dividir el voto anti-Trump» podría ser contestado, si hubiera una amenaza real de que el racista Trump ganara porque Bernie postulara en la mayoría de los estados, pero no en los estados indecisos con un fuerte combate. Esto le permitiría luchar en la gran mayoría de los otros estados y forjar juntos las fuerzas para un nuevo partido.
La postulación como independiente y el uso de esta campaña para sentar las bases para la construcción de un nuevo partido garantizaría que se forje un arma para los trabajadores en EEUU para que la usen en las luchas que estallarán después de las elecciones, ya sea en una administración Clinton o republicana y futuras elecciones para la Casa de Representantes y el Senado dos años más tarde.
Recientemente, en una entrevista en el canal de medios alternativos ’’ Young Turks”, Bernie fue más condicional sobre apoyar a Clinton. En efecto, le puso condiciones a ella diciendo que necesitaba apoyar un programa de: Medicare para todos, un sistema de salud de pago único (a través de impuestos), salario mínimo de 15 dólares por hora, la reconstrucción de la infraestructura deteriorada, acción sobre el cambio climático, matrícula gratuita en los colegios y universidades, un impuesto sobre la especulación de Wall Street y final de todos los agujeros legales aprovechados por las grandes empresas. También indicó que no incluiría Clinton en un gabinete en caso de ser elegido presidente.
Esto representó un cambio significativo en las declaraciones previamente categóricas de Bernie Sanders sobre apoyar a Clinton y que él no se presentaría de forma independiente. Esto refleja la dinámica de la campaña y la presión de las nuevas fuerzas frescas que lo apoyan. Al mismo tiempo, levantó erróneamente la idea de transformar el Partido Demócrata capitalista en lugar de construir un nuevo partido.
Es muy poco probable que los demócratas o Clinton puedan aceptar la totalidad de sus demandas – de hecho todo su programa – que se comprometan a oponerse a las políticas neoliberales que han estado defendiendo e implementando. Sin embargo, incluso si hicieran algún compromiso verbal para aceptar algo de su programa, nunca se podría confiar en que lo pondrían en práctica después de la elección, ya que los líderes de Clinton y el Partido Demócrata son firmes defensores del capitalismo y sus intereses.
Si esta posición menos enfática de Bernie indica que pudiera ser presionado por los acontecimientos para dar el paso correcto y de presentarse independientemente, esta por ver, aunque por el momento, parece poco probable.
El Partido Republicano en estado de crisis
Cómo se desarrolle la batalla en el Partido Republicano es un factor que podría tener un impacto sobre esta posibilidad. Aunque Trump se ha puesto a la cabeza, no es seguro que vaya a ganar el apoyo republicano. El aparato del partido está perplejo y se le opone. Algunos parecen ahora dar su apoyo al igualmente derechista Cruz. Para ellos Trump es un rebelde peligroso. Sin embargo, al igual que el movimiento de apoyo a Sanders, refleja la agitación en la sociedad estadounidense y la sensación abrumadora entre la masa de la población que el viejo orden establecido ya no los representa o defiende sus intereses.
Sin embargo, no es seguro que Trump o los otros candidatos cumplan con el requisito de la «regla del 40», introducido en 2012 para impedir que Ron Paul asegurara la nominación. Para llegar a la primera votación cada candidato necesita primero la mayoría en ocho estados y para luego ganar la nominación en más del 51% de los votos en la primera votación. El comité reglamentario está considerando un cambio en las normas de la Convención – por imposición arbitraria – lo que también indica el carácter no democrático del Partido Republicano. Como ha comentado un líder republicano esto significaría «una política Yihad» en la convención republicana en julio. Ya Trump y Cruz han dicho que no necesariamente se respaldarán entre sí como candidatos republicanos si son seleccionados. Esto podría significar que Trump, si es bloqueado, se presente de forma independiente en la papeleta del Partido Libertario es decir, dos candidatos de derecha. También es posible que Trump gane la nominación republicana oficial, pero un republicano anti-Trump también se presentaría como independiente. Todo ello podría aumentar la presión sobre Bernie para hacer lo mismo en el lado de los demócratas y presentarse de forma independiente si está bloqueado por el Partido Demócrata.
Esta posibilidad podría abrir el camino para un desarrollo político explosivo que aunque no es el más probable, no puede ser totalmente excluido.
Hay agitación política y agitación social en los EEUU en este momento. Hay desarrollos dentro de los partidos y aparatos políticos no están bajo el control de la clase dominante y el resultado de la lucha en cualquiera de los partidos no está predeterminado o resuelto de antemano.
Tampoco es probable que este proceso termine en cualquiera de las convenciones de los partidos o incluso después de las elecciones presidenciales en noviembre. Las fuerzas desatadas en las campañas de los partidos reflejan la crisis social y económica que enfrenta el capitalismo estadounidense. Esto seguirá siendo así gane quien gane las elecciones de noviembre. Existe una urgente necesidad de un nuevo partido independiente de la clase trabajadora y todos los explotados por el capitalismo, el 99%. Aunque no en la forma más pura, el movimiento detrás de Bernie Sanders lo refleja. La mayoría de los asistentes a sus mítines y los que lo apoyán no son miembros del Partido Demócrata y son nuevos en la política. Los cinco millones de donaciones de hasta dos millones de personas a su campaña representan los contornos de un nuevo movimiento que todavía tiene que nacer como un nuevo partido independiente.
Un nuevo partido de los trabajadores
El CIT ha señalado anteriormente que la formación de nuevos partidos obreros rara vez se lleva a cabo en una forma pura, en especial cuando los socialistas o marxistas conscientes no están a la cabeza del proceso. A menudo elementos de – o alrededor de – personas o instituciones capitalistas pueden ser afectados por la lucha de clases y jugar un papel. En Grecia el ex partido de los trabajadores, el PASOK, encontró una parte de sus orígenes en la formación capitalista liberal Unión de Centro. En Gran Bretaña algunos elementos del Partido Liberal y sindicalistas liberales estuvieron involucrados en la formación del Partido Laborista. En Brasil fuerzas de las instituciones capitalistas como la Iglesia Católica Romana fueron cruciales en la formación del Partido de los Trabajadores PT.
Estos son los procesos que aún están desarrollándose en los EEUU en torno a la lucha por la nominación del Partido Demócrata para el candidato presidencial. Hasta qué punto se desarrollará es incierto. Es probable que continúe incluso después de la elección presidencial si Sanders o sus seguidores traten de establecer una organización permanente «para continuar la revolución política». Si se organizara podría ser en parte dentro, y en parte fuera del Partido Demócrata. Esto ya está siendo discutido por algunos comentaristas – una versión de izquierda del “Tea Party”.
Incluso podría existir durante un período de tiempo funcionando de una forma híbrida – la mitad dentro y la mitad fuera del Partido. La situación puede llegar a ser muy diferentes en diferentes estados y mantenerse así durante un tiempo antes de que la situación se aclare – ya sea que resulte en una ruptura con los demócratas o posiblemente desintegrándose, si queda atrapado al interior de los demócratas, y la decepción o desilusión crece entre sus seguidores. Esto no es una certeza, pero es una posibilidad inherente a la cargada situación política y social que existe. Se requerirá una intervención y orientación hábil de los marxistas para participar en dicho desarrollo y luchar por que se oriente hacia la formación del nuevo partido de los trabajadores.
Estos trastornos en los EEUU contienen lecciones cruciales para el movimiento obrero internacional y son una anticipación de los desarrollos que sacudirán otros países. Ellos tendrán un gran impacto en el movimiento obrero internacional, ya que se están desarrollando en la potencia imperialista más grande del mundo. El CIT y su organización hermana en los EEUU. Alternativa Socialista, participa activamente en estas luchas, ayudando a los trabajadores y jóvenes a sacar la conclusión de que un nuevo partido independiente de trabajadores es necesario y que hay que tomar las medidas necesarias para ayudar a construirlo.