Catalá



24/10/2014, Viki Lara, SR Gran Canaria. Publicado originalmente en el número de septiembre de La Brecha.

El 4 de septiembre el Gobierno de Canarias anunció que realizará una consulta antes del final de de noviembre sobre las prospecciones petrolíferas en aguas de las islas de Fuerteventura y Lanzarote. Dicha consulta se prevé que no sea considerada legal por el gobierno central, y durante meses este asunto se ha utilizado como tira y afloja claramente electoralista entre el gobierno canario (CC-PSOE) y el gobierno central y el PP.

Sin embargo, la lucha contra las prospecciones petrolíferas tiene raíces mucho más profundas en los canarios, que no se dejan impresionar por la asombrosa reconversión de Paulino Rivero, presidente del gobierno canario, al ecologismo. Así, mientras en las numerosas manifestaciones y acciones en contra de las prospecciones petrolíferas, se pide que se apueste decididamente por las energías renovables, el gobierno canario defiende el uso de otra energía fósil como es el gas.

En cuanto al petróleo, la contaminación de varias playas en Agüimes, Gran Canaria, en el mes de julio fue solamente una pequeña pincelada de lo que podría suceder si hubiera un derrame de crudo cerca de Fuerteventura y Lanzarote. Este desastre ecológico, relativamente pequeño, se produjo por el vertido de 20 toneladas de piche, aparentemente procedentes de la limpieza de un buque, mientras que Repsol podría verter, según sus propios cálculos, el equivalente a 30.000 barriles de crudo en un accidente (Coordinadora Canaria contra las Prospecciones, http://www.canariasdicenoarepsol.org). Hay que tener en cuenta que un derrame frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote podría ser desastroso para las islas, y no solamente desde el punto de vista medioambiental o turístico, ya que el abastecimiento de aguas de estas islas proviene de desaladoras.

Las clases populares canarias ya están claramente mostrando su rechazo a las prospecciones, por ejemplo, no es raro encontrar carteles o pancartas contra éstas en comercios o viviendas. Y aunque podría ser evidentemente útil que este rechazo se manifieste también en una consulta, la propuesta del gobierno canario podría llegar muy tarde, ya que Repsol ha manifestado que quiere comenzar las exploraciones antes del final de año.

Por lo tanto, tenemos que seguir luchando y ejerciendo presión en las próximas semanas y meses para que éstas no se lleguen a producir, a través de instrumentos como la Coordinadora Canaria contra las Prospecciones, que agrupa a partidos de izquierdas, grupos ecologistas, movimientos sociales y vecinales, etc. Además, tenemos que dejar bien claro que queremos otro tipo de sistema energético para Canarias, en el que se aprovechen al máximo las posibilidades de utilización de las energías renovables, lo que supondría también una apuesta por la sostenibilidad y para terminar con la dependencia energética.

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