SYRIZA responsable del regreso de ND

11/07/2019, Editorial de Xekimina, CIT en Grecia, publicada el 08/07/2019
(editada).


Sigue el vínculo para un análisis sobre el ascenso y caída de Syriza

No hubo sorpresas en los resultados de las elecciones del 7 de julio en
Grecia, que confirmaron las tendencias que ya eran evidentes en las elecciones
europeas de mayo: el partido tradicional de derecha griego Nueva Democracia
(ND) fue el vencedor, el apoyo de SYRIZA cayó porque los votantes lo castigaron
por sus políticas de austeridad, la izquierda siguió siendo débil al no haber
logrado persuadir a los trabajadores de sus posiciones y el partido neonazi Amanecer Dorado perdió sus escaños
parlamentarios, incapaz de conseguir el umbral del 3% exigido para ser elegido
en el parlamento. Hubo una tasa de abstención históricamente alta de alrededor
del 45% (similar a la de todas las elecciones a partir de septiembre de 2015),
es decir, casi una de cada dos personas no se molestó en votar.

Estamos entrando ahora en una nueva etapa de bipartidismo (polarización
entre dos partidos principales, sustituyéndose mutuamente en el gobierno) que,
sin embargo, difiere de la que existía entre ND y el socialdemócrata PASOK en
el pasado, en el sentido de que no tiene ni la profundidad ni la estabilidad
del antiguo sistema bipartidista.

SYRIZA, responsable del retorno de Nueva Democracia al gobierno

ND ganó las elecciones con un 39,8% y 2,2 millones de votos. El aumento de
su voto puede parecer grande en comparación con el que recibió en las
elecciones europeas de septiembre de 2015 y en las recientes, cuando recibió
alrededor de 1,5 millones de votos. Sin embargo, este resultado debe ser
juzgado en el contexto del nuevo paisaje de «normalidad» establecido
por SYRIZA.

Los tres «memorandos» impuestos a Grecia por la Troika (la
Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional)
a partir de 2010, llevaron al colapso del «viejo» bipartidismo en
Grecia, cuando los votantes dieron la espalda a las odiadas fuerzas políticas
(ND y PASOK) que habían arruinado el país y lo habían dejado en una profunda
crisis económica y una extrema austeridad. SYRIZA creció en este período del 4%
a más del 36% para llevarlo al gobierno, debido a su oposición a estas políticas.
Pero desde el verano de 2015, cuando SYRIZA capituló ante las demandas de la
Troika e implementó las mismas políticas de austeridad que había rechazado
anteriormente, el panorama bipartidista resurgió, con ND por un lado y SYRIZA
por el otro, asumiendo el papel del PASOK.

Sin embargo, en estas elecciones, ND no recibió ni mucho menos el número de
votos que obtenía antes de la crisis. Aunque logró alcanzar el nivel de las
elecciones anticipadas de 2009 (2,2 millones de votos) cuando la crisis estaba
a las puertas de Grecia y el gobierno de ND cayó antes de que finalizara su
mandato, esta cifra dista mucho de la obtenida en 2007 (3 millones de votos).

Al mismo tiempo, es importante destacar que ND no desarrolló ningún
entusiasmo en la sociedad, ni obtuvo un número significativo de votos de
quienes votaron por SYRIZA en 2012 y 2015. El aumento del apoyo electoral se
debe básicamente al colapso de los votos de los partidos nacionalistas de
derecha y centro-derecha más pequeños, como los «Griegos Independientes»
(ANEL), «A Potami» («El Río») y la «Unión del
Centro», que recibieron conjuntamente 500.000 votos en 2015. Y, por
supuesto, ND tomó parte de los  200.000
votos perdidos por Amanecer Dorado.

SYRIZA, el nuevo PASOK

SYRIZA perdió las elecciones porque no logró convencer a los trabajadores
de que sus políticas difieren fundamentalmente de las de ND y, por lo tanto, no
pudo desarrollar ninguna dinámica social. Sin embargo, debido a que una gran
parte de la sociedad griega -y particularmente de la clase obrera y de los
pobres- sigue temiendo la dura agenda neoliberal del líder de ND, Kyriakos
Mitsotakis, SYRIZA logró mantener un voto significativo, recibiendo el 31,5% y
casi 1,8 millones de votos.

Pero ya está claro en las declaraciones de Tsipra desde la elección que el
liderazgo de SYRIZA no reconoce ningún error grave en su política. En cambio,
está avanzando para integrarse en el sistema ocupando el «espacio de
centro-izquierda» con la «transformación de SYRIZA en un gran partido
democrático» (por usar la expresión de Tsipras), es decir, para ocupar la
posición del tradicional partido socialdemócrata, el PASOK.

Los nazis fuera del Parlamento

El acontecimiento más positivo de estas elecciones es el hecho de que la
banda neonazi Amanecer Dorado no haya permanecido en el Parlamento. El
argumento de su dirección de que es un «gran partido» apoyado por
«casi el 10% del pueblo griego» se ve socavado y se debilita
políticamente. El hecho de no entrar en el parlamento les priva de la
protección del estatuto parlamentario y de la financiación estatal, así como
del empleo por parte del Estado de decenas de sus principales cuadros para
proporcionar «apoyo parlamentario». Los neonazis perdieron cerca de
100.000 votos incluso en comparación con las elecciones europeas que tuvieron
lugar hace poco más de un mes.

Este desarrollo se debe obviamente a una serie de factores, pero lo que
habría que destacar aquí es el papel desempeñado por la constante movilización
del movimiento antifascista que reveló la verdadera naturaleza de esta banda
asesina, así como el juicio en curso de los principales líderes de Amanecer
Dorado acusados de asesinato y otros delitos.

Aunque, por supuesto, debemos acoger con satisfacción este importante
avance, debemos ser conscientes de que la lucha contra el fascismo no termina
con este golpe contra Amanecer Dorado. Ahora necesitamos intensificar nuestros
esfuerzos y nuestras campañas no sólo para conseguir condenas duras (cadenas
perpetuas) contra el liderazgo en los juzgados, sino también para aplastar su
apoyo en todos los vecindarios en los que tienen presencia.

El rey de la izquierda está desnudo

La izquierda – principalmente el Partido Comunista Griego (KKE), la
izquierda anticapitalista ANTARSYA y Unidad Popular (LAE) una vez más fueron
incapaces de expresar las necesidades de la clase obrera y los pobres.

El KKE experimentó otro pequeño descenso en su voto, incluso en comparación
con las elecciones europeas de mayo, permaneciendo esencialmente estancado en
el 5,3%, a pesar de sus esfuerzos por una campaña electoral muy dinámica y a
pesar de la caída del apoyo de SYRIZA. La Unidad Popular ha continuado en el camino
hacia su propia aniquilación, recibiendo sólo 16.000 votos, un mero 10% de los
votos que recibió en septiembre de 2015 y sólo la mitad de los que obtuvo en
las elecciones europeas hace poco más de un mes. ANTARSYA recibió un pobre 0,4%
y 23.000 votos, de nuevo reduciendo a la mitad su voto desde 2015 y por debajo
de los 36.000 obtenidos en mayo. Las restantes listas de izquierda obtuvieron
menos del 0,1%.

Los líderes de izquierda, en lugar de reflexionar sobre las causas de esta
derrota electoral, intentan de nuevo culpar al pueblo. Dimitris Koutsoubas,
secretario general del KKE, dijo, como es característico en su declaración
postelectoral, que hay «una tendencia general conservadora». Se le
unió la Unidad Popular que anunció que «se está registrando un cambio
político conservador». En artículos anteriores hemos explicado por qué no
estamos de acuerdo con el análisis de que ha habido un «cambio conservador
de la sociedad» adoptado por casi todos los partidos de izquierda tras las
elecciones europeas.

La izquierda también tiene que reflexionar sobre el hecho de que
«MeRA25», el partido creado por el ex ministro de finanzas de SYRIZA,
Yannis Varoufakis, aumentó su voto y obtuvo escaños en el Parlamento (3,5% y 9
diputados). «MeRA25» es un partido posicionado entre la izquierda y
la socialdemocracia y no llama específicamente al cambio social y menos aún al
socialismo, sin embargo, logró convencer a un sector de la sociedad de sus
posiciones sobre temas específicos donde otras fuerzas de izquierda no pudieron.
El éxito de «MeRA25» parece ofrecer alguna esperanza y una salida al
callejón sin salida y a la frustración que sienten muchos de la izquierda, ya
que Varoufakis es considerado el único del entorno de Tsipras que no traicionó el
resultado del referéndum de 2015. Dentro del espectro de las fuerzas anti-memorandos,
los resultados de «MeRA25» son el único desarrollo positivo.

La desnudez de los líderes de masas y de semi-masas de izquierda ya no
puede ser escondida. Lo que se necesita es una discusión abierta y profunda
dentro de la izquierda revolucionaria y con el movimiento más amplio para
discutir los errores y deficiencias, para superar la «cultura»
dominante en la que las organizaciones de izquierda se niegan a cooperar entre
sí, para presentar un programa de transición con demandas radicales para el
derrocamiento del sistema, no como llamados revolucionarios abstractos sino
directamente vinculados a la fase actual del movimiento, sus necesidades y
conciencia. Necesitamos, por fin, crear un amplio frente de izquierda en las
líneas anteriores, que pueda dar voz a las masas trabajadoras y mostrar el
camino a seguir.

En el próximo período se intensificarán los ataques a los derechos de los
trabajadores y de los pueblos, especialmente a medida que se aproxima una nueva
recesión económica mundial. Las fuerzas sanas de la izquierda, los sindicatos combativos,
los activistas de la clase obrera y los movimientos de protesta locales y de
otro tipo deben participar en la batalla para reconstruir el movimiento y la
izquierda, a fin de poder hacer frente a las tareas del próximo período.

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