Pese a que no fue difícil encontrar consignas del feminismo liberal, todas las marchas en las que participamos tuvieron un fuerte tinte contra el fin de la guerra en Gaza. Mensajes con un contenido de clase muy claro, lo que da cuenta del gran desarrollo de la conciencia de clase que se está desarrollando alrededor del movimiento feminista. Pero también hubo grandes retos para el movimiento como consecuencia de las rupturas con el feminismo de derecha y enfrentamientos con la policía.

Por Rosa, Feminismo Socialista Internacional

Muchas compañeras han atinado en señalar que el patriarcado está coludido con el sistema capitalista, y que no podemos derrocar a uno solo y vivir tranquila y cómodamente con eso, sino que hay que derrocarlos juntos. En todo el país encontramos pronunciamientos en contra de la guerra genocida en Gaza y como afecta no solo a las mujeres palestinas, si no a todos los oprimidos por el régimen de apartheid Israeli. El capitalismo instrumentaliza y requiere de todas estas diversas formas de opresión que usa como armas para impulsar guerras, violencia machista, el despojo y la explotación de nuestros recursos y nuestros territorios, y para atacar a toda la clase trabajadora y los oprimidos. El racismo, la LGBTIQ-fobia, el sexismo, el edadismo, el patriarcado y todas las formas de opresión también se usan como formas para separar artificialmente a la clase trabajadora. Lo cual facilita el boicot, la desarticulación y desorganización de las trabajadoras para despojarnos de las herramientas más útiles que tenemos las trabajadoras para luchar contra el capitalismo y el patriarcado.

Miles de compañeras han llegado a estas mismas conclusiones a través del análisis interseccional ahora se reivindican abiertamente como anticapitalistas. Y están dispuestas a seguir dando pasos adelante. En Rosa México estamos seguras de que la estrategia de lucha del movimiento feminista debe estar guiada por la construcción de un movimiento combativo. Que al mismo tiempo debe alimentarse e intervenir desde el movimiento feminista para sí mismo y para toda la clase trabajadora. Razon por lo cual nuestra plataforma feminista lucha contra todas las formas de opresión y explotación. La lucha por los derechos de las mujeres, de las personas LGBTIQ+, de las personas racializadas indígenas, negras, latinas, contra la violencia de género y todas las formas de violencia que experimentan las personas oprimidas no son cuestiones secundarias ni ser echadas a un lado en la lucha contra el capitalismo. Y miles de mujeres que marcharon este pasado 8 de Marzo entienden esto.

La reacción de la derecha y la represión

En Zacatecas, la marcha contó con la participación de alrededor de 4 mil mujeres. Esta manifestación fue convocada a pesar de que días antes al 8 de marzo, el Secretario de Gobierno Rodrigo Reyes Mugüerza insinuaba que habría una represión violenta. Las intimidaciones hechas por la policía municipal y de tránsito del estado durante el transcurso del día no se dejaron esperar, cuando los agentes subieron a unidades de transporte público para grabar a quienes se trasladaban y catearon las pertenencias principalmente de las mujeres.

El saldo fue de 18 detenidas arbitrariamente con exceso de fuerza y brutalmente golpeadas. Y aunque muchas de las agredidas ni siquiera participaron en los actos contra los comercios de cualquier forma la respuesta de las autoridades fue completamente desmedida. Inclusive dos de las manifestantes detenidas llegaron de urgencia al hospital por los golpes que recibieron por parte de la fuerza pública. Este no es un simple acto inconciente de las autoridades, es una clara reaccion a la fuerza y protagonismo que ha tomado el movimiento feminista en todo el pais. La represión es un arma que la burguesía emplea cuando se les acaban las alternativas para desmovilizar y no están dispuestos a ceder posiciones. La rápida movilizacion de los colectivos feministas en Zacatecas, que denunciaron desde redes sociales hasta al mismo Congreso de la Unión, es una muestra de que el movimiento feminista no se dara por vencido tan facilmente, y que esta dispuesto a responder golpe a golpe cada ataque sufra.

Continúa la disputa entre el feminismo transincluyente y transexcluyente

En el país también vimos marchas acompañadas de demandas concretas y específicas en cada estado, que contrastaba con las organizaciones y colectivas liberales y ‘radicales’, quienes hacían un llamado a la ‘unión de una sola marcha’. La diversidad en las marchas transincluyentes y con un contenido político más profundo propició que se fortalecieran vínculos entre diferentes sectores y organizaciones en lucha, más ampliamente que la simple búsqueda de la unidad con las mujeres pequeñoburguesas y de derecha que buscaba el feminismo radical. Es una batalla que continúa desarrollándose desde marzo de 2020 contra la derecha en el movimiento feminista, y que en cada ocasión damuestras claras de la enorme mayoría de mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+, que luchan contra todas las opresiones. Una batalla que claramente vamos ganando quienes nos oponemos a la transfobia, la homofobia y la opresión que encontramos en la clase trabajadora a nuestra aliada natural, clase de la que somos parte.

Esta brecha que se ha abierto con el feminismo pequeñoburgués es evidencia clara de cómo la ideología de derecha ha permeado dentro del feminismo, con ideas contradictorias a la lucha de las mujeres como que es posible ser radical y defender los aparatos del estado que reprimen y desmovilizan a las mujeres. O bien que se puede luchar por la igualdad de las mujeres sin luchar contra todas las opresiones y violencias de género, contra la homofobia y la transfobia. Sin embargo, las feministas socialistas, transincluyentes e intereseccionales hemos reafirmado nuestro compromiso con el movimiento feminista mas amplio, pero también con las mujeres de la clase trabajadora, las racializadas y con todos los oprimidos. Lo que plantea que se han dado los primeros pasos para construir un programa de lucha amplio para las mujeres, la comunidad LGBTIQ+ y los oprimidos en general.

¡Por un movimiento feminista para las trabajadoras y oprimidas!

Uno de los riesgos mas importantes que acechan al feminismo en este momento es la falta de claridad política y de posturas firmes ante el avance de la derecha, que está ligado con la fuerza y lucha del movimiento feminista. En Puebla a diferencia de años pasados, cuando la marcha llegó a su fin no hubo ningún pronunciamiento, comunicado, postura o micrófono abierto. La conglomeración de miles de mujeres y personas afines a la marcha resultó ser sólo eso. Un performance sin dirección clara, sin ninguna exigencia o postura, que las privó de cualquier contenido y vació políticamente la marcha.

También hubo un carácter despolitizado relevante en las posiciones de las diferentes coordinadoras con respecto a los partidos políticos en las diferentes marchas. Específicamente la idea de prohibir la presencia de material alusivo a las próximas elecciones federales en las que dos mujeres con programas diferentes compiten por la presidencia. Postura que en lugar de buscar profundizar en las implicaciones de esto, ¿qué políticas defiende cada una? y ¿qué significan ambas para las mujeres mexicanas de clase trabajadora?, esta postura aboga por esquivar la discusión y no abordar las contradicciones del proceso para no asumir posición.

¿Por qué la cuestión de clase se reivindica en unos cuantos discursos pero no se vuelve fundamental para el movimiento feminista? La respuesta podría abarcar análisis más extensos y profundos, pero por lo mientras ha sido claro para nosotras: la cuestión de clase aún está relegada y se entrelaza con la exigencia de no hacer ver las posturas de izquierda dentro de la marcha del 8M bajo la consigna del “anti proselitismo”. Lo que borra mucho, desde el carácter de clase de la lucha de las mujeres, hasta la historia de las mujeres en las grandes luchas que ha emprendido la izquierda, y los partidos y organizaciones de izquierda como aliados naturales del movimiento feminista. Todas ideas que, al ser desplazadas, solo benefician al status quo y al sistema capitalista y al patriarcado.

La falta de una dirección combativa y socialista en el movimiento feminista nos ha llevado hasta aquí. Sin embargo, en todo el país encontramos también a muchas compañeras que empiezan a notar esto. Que al movimiento le falta plantearse muchas preguntas y sobre todo una perspectiva política: la cuestión del caracter de clase dentro del movimiento feminista, la cuestión de clase del patriarcado, la cuestión de la emancipación económica y material de las mujeres y los oprimidos, la cuestión de por qué el sistema necesita de estas opresiones para sobrevivir o el caracter de clase de la nueva ofensiva de la derecha contra los derechos de las mujeres y personas LGBTIQ+ conquistados recientemente en distintos países del mundo. La cuestión de qué hacer frente a este nuevo periodo de guerras interimperialistas al que nos arrastra el capitalismo, las múltiples crisis del capitalismo a nivel internacional y la catástrofe climática. Las cuestiones de qué es el poder, qué es el estado, qué son el imperialismo y el capitalismo, la revolución, y con qué herramientas cuenta la clase trabajadora. Pero también las cuestiones concretas acerca del programa de lucha, de las estrategias y métodos, las demandas, los partidos, los sindicatos, las instituciones, las elecciones, la articulación de los oprimidos bajo un programa común, las reformas, las huelgas y luchas laborales, entre muchas más.

Desde Rosa México trabajamos arduamente para responder algunas de estas cuestiones de manera colectiva con el movimiento feminista y de trabajadores. Pero también para construir un feminismo revolucionario y socialista, que rompa con las limitaciones del reformismo, que rete y derroque al patriarcado y al capitalismo y que construya e idee nuevas formas para relacionarnos, para convivir en sociedad, para no abusar ni seguir reproduciendo los longevos medios de dominación y abusos que naturalmente se han adherido al capitalismo para explotarnos y separarnos a la clase trabajadora, cuando lo que necesitamos es acuerdos y cohesión, para dar la lucha por la justicia, la libertad y una vida digna.