¡DIMISIÓN YA DE RAJOY Y TODO SU GOBIERNO DE LADRONES!
¡A movilizarse! ¡Por una huelga general para acabar con el gobierno! ¡Si tiramos fuerte
ahora, caerán!
Declaración de Socialismo Revolucionario ante la crisis del gobierno español, 17/07/2013
Las últimas
revelaciones en el ‘caso Bárcenas’ sirven para demoler las dudas
que quedaban (ya eran muy pocas) entre capas amplias de la población
española sobre la legitimidad del gobierno del PP. Después de menos
de 2 años en el poder, mostrando claramente su odio de clase hacia
los trabajadores, parados, pensionistas y estudiantes a través de
los recortes brutales que nos están imponiendo, este caso les señala
claramente como criminales y ladrones que estafaron al país durante
décadas. Cada día más que permanecen en el poder es una vergüenza.
No tienen
ninguna autoridad, ni moral, ni política, ni social para permanecer
en el gobierno ni un día mas, ni aplicar ninguna nueva medida (ni
mucho menos nuevas medidas de austeridad como la de pensiones que
están preparando). En una cuestión de minutos, todos las mentiras
de los últimos meses se han deshecho. Con las últimas
informaciones, no cabe duda de que Rajoy y sus dirigentes más
cercanos son culpables de (al menos) colaborar en una gran trama
corrupta que lleva años robando al contribuyente. Los cientos de
miles que Rajoy, Cospedal, Ana Mato, Arenas, y compañía se llevaron
en sobres durante décadas contribuyeron al saqueo de las arcas
públicas, de la seguridad social, etc. ¿Y ahora nos dicen que
nuestras pensiones, prestaciones miserables de desempleo, etc, son
“insostenibles”? Ellos lo son, los corruptos títeres de los
grandes empresarios que siempre han gobernado en este país.
De una forma
distorsionada, para nosotros y todos los que llevamos los últimos
años resistiendo los ataques salvajes de este gobierno, además de
aclarar su carácter corrupto y ladrón, la crisis actual del PP
representa una oportunidad. Una oportunidad para darle a un gobierno
débil un ultimo empujón y aprovechar su estado crítico para
quitarle el oxígeno y mandarle al abismo. Hace falta aprovechar el
momento para ejercer la venganza obrera y popular contra un gobierno
que nos ha “regalado” mas de 1 millón de nuevos parados, decenas
de miles de desahucios y una miseria creciente que no parece tener
límites. Ahora es cuando hace falta actuar decisivamente, acabar con
ellos y comenzar una nueva etapa en el estado español.
¿Por qué no
cae Rajoy?
Pero, muchos se
estarán preguntando: ¿cómo es posible que un gobierno tan débil,
tan deslegitimado ha podido aguantar hasta ahora, sin que su poder y
“mayoría absoluta” se hayn puesto en peligro? La respuesta a
esta pregunta puede encontrarse no tanto en una mítica “fuerza”
por parte del gobierno – que a pesar de su mayoría parlamentaria
siempre ha sido un gobierno débil y dividido – sino en la debilidad
de la “oposición” política, del movimiento obrero y los
sindicatos. Sin embargo, las movilizaciones de los últimos años,
las huelgas generales y sectoriales, las protestas de los movimientos
sociales como la PAH, no han dado muestras de debilidad, sino que una
y otra vez han mostrado su capacidad de movilizar a la mayoría
social, de paralizar el país e imponer otro rumbo. La debilidad se
encuentra por arriba, en el liderazgo del movimiento. Ahora más que
nunca se puede decir que el freno principal en la situación, el
obstáculo que mas dificulta el desarrollo de un movimiento para
cambiar la situación, es la cúpula conservadora del movimiento
obrero, sobre todo de los sindicatos mayoritarios.
Tanto en
enero y febrero de este año, cuando estalló el escándalo de los
papales de Bárcenas, como ahora, estos dirigentes podrían haber
hecho caer al gobierno de forma relativamente fácil si se lo
hubieran propuesto. Los
principales culpables de que Rajoy haya sobrevivido hasta ahora se
llaman Toxo y Méndez, que le podrían hacer caer levantando un solo
dedo. No cabe duda de que una huelga general convocada
ahora para derribar al gobierno (como sucedió en Portugal el pasado
27 de junio y parece haber conseguido acabar con la coalición de
derechas allí) tendría una respuesta obrera y popular amplísima, y
que sería suficientemente fuerte como para provocar el colapso del
gobierno.
¿Cómo
hacer caer al gobierno?
En
las declaraciones de peperos como Esperanza Aguirre, ya vemos el
comienzo de un proceso por el cual dirigentes del propio PP, temiendo
por su propio futuro político, se vuelven contra Rajoy, como ratas
huyendo de un barco que se hunde. La presión social, expresada a
través de la movilización obrera y popular mediante una nueva
huelga general, daría un empujón enorme a este proceso, capaz de
hacer caer al gobierno. Si por esta vía no se consigue el colapso
del gobierno, se tendría que intensificar la lucha, con huelgas
generales repetidas y prolongadas, empezando con una huelga general
de 48 horas, campañas masivas de desobediencia civil, la ocupación
de lugares de trabajo y de edificios de gobierno estratégicos. Los
burócratas que actualmente dominan en los sindicatos nos intentan
hacer creer que ya no se puede actuar así, pero es para eso para lo
que se han construido los sindicatos, para pelear de forma organizada
y defender los intereses de la clase trabajadora, no para pactar
derrotas con el capital constantemente. Hay que recuperar estas
tradiciones y luchar por un movimiento sindical combativo. Deben
formarse asambleas en los lugares de trabajo, centros educativos y en
los barrios, uniendo a los activistas de todos los sindicatos (y no
sindicados) para discutir cómo poner en marcha un plan de lucha
sostenido y combativo.
Izquierda
Unida es la fuerza estatal que mejor se ha posicionado en este
momento decisivo. Mientras el PSOE se muestra mas preocupado por la
“estabilidad” del sistema, pidiendo que Rajoy dimita
personalmente para ser remplazado por algún otro dirigente del PP
(!), IU correctamente revindica la dimisión del gobierno entero y la
convocatoria de elecciones. Es más, sus comunicados que hacen
hincapié en “la presión de la calle” para echar al gobierno,
muestran como la fuerza principal para derribar al gobierno y luchar
por una cambio en la situación no se encuentra en el parlamento,
sino en las fábricas, los centros de trabajo y los barrios. Las
movilizaciones convocadas por IU deben ser seguidas masivamente y
secundadas por los demás movimientos sindicales, sociales y de
izquierdas. Pero hay que concretar un poco más. La dirección de IU
debe usar su perfil y posiciones parlamentarias para ejercer una
fuerte presión crítica en los dirigentes sindicales, explicando la
necesidad de una huelga general para derribar al gobierno.
La
corrupción es parte de la naturaleza del sistema capitalista, y sus
políticos al servicio de los millonarios. En SR, sostenemos que solo
un gobierno de los trabajadores y el socialismo, poniendo la
democracia y la propiedad pública en el epicentro del gobierno de la
sociedad, puede acabar definitivamente con los Bárcenas de este
mundo. Frente a elecciones anticipadas, la
izquierda (principalmente IU y las fuerzas de masas del
‘nacionalismo’ de izquierdas) tiene que formar un frente único
para contestarlas y pelear por el gobierno, no para luego aliarse a
un nuevo gobierno de austeridad ‘light’ liderado por el PSOE,
sino para conseguir un gobierno que responda a las reivindicaciones
de la mayoría del país. En el contexto de la crisis capitalista
actual, la lucha por estas reivindicaciones, por muy básicas que
sean (como empleo, vivienda, etc.) nos lleva a la necesidad de
desafiar el sistema de raíz. Solo las políticas de rechazo del pago
de la deuda, y la nacionalización de la banca y las grandes
empresas, pueden destinar los recursos necesarios a satisfacer estas
necesidades. La implementación de dichas políticas solo puede ser
tarea de un gobierno de los trabajadores, con la puesta en marcha de
un plan económico socialista controlado dramáticamente por las
trabajadoras y los trabajadores, y la juventud. Esta tiene que ser la
meta de la izquierda y del movimiento obrero, por la que una
verdadera solución a la situación insoportable que hoy vivimos,
tiene que pasar.