¡Es hora de luchar juntos contra la austeridad de la Unión Europea y la Troika! ¡Por un día de
huelgas generales y movilizaciones a nivel europeo y hacia una huelga general
de 24 horas en toda Europa!

05/10/2012, Declaración del CIT

Las primeras semanas del otoño han
estado llenas de señales sobre lo que nos depara el futuro. Los políticos
capitalistas de toda Europa han vuelto de sus vacaciones de verano para desatar
más ataques sobre los trabajadores, los jóvenes y los desempleados, con
energías renovadas. En Portugal, Grecia, Gran Bretaña y Francia, entre otros
países, se han anunciado nuevas medidas y paquetes de austeridad. Solamente en
la última semana, se han acordado grandes paquetes de recortes en España y
Grecia, que aumentan la espiral de pobreza y asfixian aún más sus ya deprimidas
economías. Este es el último de una serie de ataques interminables contra los
niveles de vida de la mayoría y el estado del bienestar; nuevos pasos de este
proceso en el que nos están desangrando para intentar superar la crisis del
capitalismo.

Pero estos intentos, claramente, están fallando. Los
datos económicos muestran cómo las recesiones y las desaceleraciones a niveles
de “crecimiento cero” están golpeando no solamente a los países “PIIGS”
(Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) de una periferia en apuros, sino
que también hay desaceleraciones en los países del llamado “núcleo duro”, como
Francia y Alemania. Todo esto tiene como fondo una desaceleración en la
economía mundial que pone en peligro el sustento de decenas de millones de
personas fuera de Europa. Mientras el desastre económico se desarrolla, los
señores del sistema parecen no tener ninguna pista sobre cómo manejarlo o
solventarlo, y están divididos entre ellos, sin ninguna idea clara sobre qué
hacer. La inevitabilidad de la salida de Grecia del euro, cada vez más aceptada,
y la creciente especulación sobre la salida de otros países, arroja algo de luz
a la situación. Mientras que el gobierno y las grandes empresas están
desesperados por esquivar este escenario, no ven ninguna manera de evitarlo a
largo plazo, y ya se están haciendo intentos de preparativos para estas
fracturas en la zona euro. El sistema capitalista se está mostrando incapaz de
traer estabilidad y crecimiento a Europa, una Europa gobernada solamente por el
caos y la avaricia de los mercados y su dictadura. Esto está
  llevando al continente a la senda de la
ruina.

Las luchas de otoño
comienzan con un estallido en el Sur de Europa  

El otoño comenzó con un estallido de resistencia y
lucha de masas. Millones de personas en toda Europa están llegando a la
conclusión de que la lucha de los trabajadores es la única manera de resistir y
evitar el camino hacia la ruina. Esto se muestra con el ejemplo del pasado fin
de semana, cuando el sábado vio una explosión simultánea de revueltas de base
en España y Portugal, mientras miles de personas tomaron las calles de París.
El 15 de septiembre, en Portugal, la mayor manifestación desde la revolución de
1974 sacudió los cimientos de la hasta entonces “estable” coalición de
gobierno, poniendo en duda su supervivencia inmediata. A ésta la siguió 5 días
después una “vigilia” de decenas de miles de personas a las puertas de la
reunión del Consejo de Estado para demandar la dimisión del gobierno. Después,
el 29 de septiembre, cientos de miles de personas acudieron a una protesta
convocada por la CGTP
(Confederación General de los Trabajadores Portugueses), y las calles de Lisboa
rugieron con la demandas de expulsión de la “Troika” – Fondo Monetario
Internacional (FMI), Banco Central Europeo (BCE) y Unión Europea (UE) – y de
una huelga general para sacar de una patada al gobierno mientras se encuentre
débil.

Las magníficas luchas de los trabajadores portugueses
también nos han traído la primera victoria del otoño. El gobierno se vio
obligado a retirar su brutal ataque, que hubiera significado  la pérdida del salario de un mes por año
mientras se concedían bajadas de impuestos a la patronal. Este resultado,
aunque sea una victoria temporal y parcial, debe ser aplaudido en todo el
continente. Es la primera vez desde que la crisis empezó en que un gobierno ha
sido obligado a retirar un gran ataque. Es una refutación perfecta a aquellos
que dicen que no se pueden desafiar los dictados de los mercados y las grandes
empresas. Esto también ha sido un aviso a todos los gobiernos europeos; el mar
de fondo de la rabia y el rencor es tal, que una sola medida puede incendiar un
movimiento de oposición de masas.

Sin embargo, el gobierno portugués ha vuelto a la
ofensiva, anunciando lo que él mismo llama un “enorme” incremento de impuestos
para sustituir la subida de las contribuciones a la seguridad social que se vio
forzado a retirar. Esto es un nuevo desafío al movimiento en Portugal. Por
desgracia, el mayor sindicato, el CGTP, solamente ha anunciado una huelga
general para el 14 de noviembre, después de la fecha prevista para votar el
presupuesto del gobierno en el parlamento. Una lucha seria para derrotar estos
ataques necesita algo más que acciones de protesta simbólicas. Requiere una
estrategia seria con el objetivo de derrocar a los gobiernos que implementen la
austeridad del capitalismo.

En las mismas fechas que las protestas portuguesas,
Madrid vio una erupción de rabia contra la administración de Rajoy, cuando
decenas de miles rodearon el parlamento para demandar la caída del gobierno.
Esta protesta en la que el parlamento fue rodeado por decenas de miles de
personas por segunda vez en 5 días, es la última en medio de un intenso periodo
de movilizaciones – con la marcha de más de medio millón de personas detrás de
las pancartas de los sindicatos el 15 de septiembre, y una huelga general en el
País Vasco el 26 de septiembre. El fin de semana siguiente vio alrededor de
40.000 personas protestando en seis ciudades alemanas, mientras que unos 50.000
tomaron las calles en París contra el pésimo tratado de austeridad de la UE que convierte las políticas
de recortes en leyes nacionales. A ésta le siguieron los acontecimientos en
Grecia el 26 de septiembre. Los trabajadores griegos, que quizá representan la
mayor devastación en Europa de las vidas y el sustento bajo la bota de los
recortes y la Troika,
“recibieron” su nuevo gobierno pro-Troika con una de las mayores muestras de
poder obrero en los últimos años, con una huelga general colosal.

Incluso fuera de estos países, epicentros de la
resistencia en Europa hasta ahora, se está abriendo una nueva fase tumultuosa.
Esto se muestra por la decisión del TUC (central sindical de Gran Bretaña) de
considerar una huelga general, que sería la primera de este tipo en más de 80
años.

¡Los sindicatos deben
organizar una lucha coordinada en toda Europa! ¡Por un día europeo de huelgas
generales y protestas este otoño!

Este es el contexto en el que el Comité por una
Internacional de los Trabajadores llama a todas las fuerzas del movimiento de
la clase trabajadora europea y de la izquierda a unirse alrededor de un
programa coordinado de luchas, para convertir esta revuelta creciente a nivel
europeo contra las políticas de austeridad en un martillazo organizado a nivel
europeo contra los gobiernos capitalistas, la Troika, los mercados y los titulares de bonos. En
varias ocasiones durante la crisis, los líderes de la Confederación Europea
de Sindicatos (CES) han organizado, bajo presión, iniciativas y acciones a
nivel europeo, incluyendo protestas europeas en Bruselas y Budapest, que
arrastraron a decenas de miles de participantes. Sin embargo, estas acciones
han sido principalmente de carácter simbólico y no representaban una verdadera
coordinación de las crecientes luchas de trabajadores alrededor del continente.

La CES se reunirá en España el 17 de
octubre, lo que representará una oportunidad importante. Los dos mayores
sindicatos españoles, CCOO y UGT, han planteado la idea  de un día de huelgas coordinadas en el sur de
Europa, con al menos un día de huelga general ibérica (España y Portugal) el 14
de noviembre sobre la mesa. Este sería un paso significativo, y representaría
una acción internacional de los trabajadores a un nivel más alto de lo visto
hasta ahora. Sin embargo, existe el potencial de ir aún más lejos con una lucha
determinada por parte de los militantes obreros en Grecia, Italia, Gran Bretaña
y otros países para empujar a sus líderes sindicales a la convocatoria de
huelgas  y protestas el mismo día. Si se
actúa seriamente, podría ser un paso significativo.

Ya ha habido una serie de oportunidades perdidas, como
en marzo de 2012, cuando poderosas huelgas generales sacudieron España y Portugal
con 7 días de diferencia, o el 15 de octubre de 2011, cuando los movimientos de
los “indignados” y “Occupy” movilizaron a miles de jóvenes y tomaron las calles
a través de Europa y EEUU. Por ejemplo, una dirección sindical que se tomara en
serio organizar una resistencia internacional, podría haber coordinado las
huelgas generales de España y Portugal para que tuvieran lugar el mismo día con
relativa facilidad, a través de las estructuras internacionales del movimiento
como la CES. Esta acción podría haberse extendido a Grecia, donde se estaba
desarrollando una nueva radicalización, y en Italia donde los activistas más
militantes de los sindicatos han luchado por una huelga general como respuesta
a la ofensiva del capitalismo. Acciones internacionales como éstas podrían
tener un efecto electrizante, y transformar la situación. Mostrarían el poder
del movimiento obrero cuando se moviliza con fuerzas y dimensiones
internacionales, y al mismo tiempo alentaría inconmensurablemente la confianza
y combatiría el aislamiento de los trabajadores en países como Grecia, cuya
heroica resistencia a la austeridad de la Troika sirve de inspiración para
todos aquellos que se enfrentan al asalto de los recortes y el capitalismo.

No podemos permitirnos perder más oportunidades. El
Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT) ha defendido
consistentemente la necesidad de una resistencia a nivel europeo, defendiendo
la coordinación de huelgas y manifestaciones internacionalmente y estableciendo
el horizonte de huelga general europea. También luchamos para traducir esto en
acción, con iniciativas internacionales que ganaron un amplio apoyo entre los
activistas en la izquierda europea y el movimiento obrero, y que luchamos por
popularizar, incluyendo en el Parlamento Europeo y en el grupo del parlamento GUE-NGL (
Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde
Nórdica)
a través del trabajo de Paul Murphy, Miembro del
Parlamento Europeo por el “Socialist Party” (CIT en Irlanda).
Sin embargo, al mismo tiempo, enfatizamos que acciones internacionales
como éstas no deben ser vistas como una alternativa o sustituto de acciones
decididas en cada país para defender los niveles de vida; a los líderes
sindicales no se les debe permitir usar las acciones internacionales como una
distracción. Para el CIT, las acciones nacionales e internacionales van de la
mano.

Convocamos a los sindicalistas, trabajadores y
jóvenes en lucha a poner una enorme presión sobre la dirección de la CES, a
favor de un cambio de enfoque y un plan internacional serio de resistencia
unida, empezando por las luchas que ya están teniendo lugar o se están
planeando en los diferentes países. Como se ha mostrado en Gran Bretaña con el
ejemplo de la “National Shop Stewards’ Network” (Red Nacional de Representantes
Sindicales), una oposición organizada desde las bases puede forzar incluso a la
burocracia sindical más conservadora a iniciar acciones. Un día internacional
de lucha este año, posiblemente el 14 de noviembre, podría convertirse en una
huelga general en España, Portugal, Grecia, Italia y otros países, con
manifestaciones y acciones de solidaridad masivas en todos los países. Mientras
el capitalismo europeo se hunde en el caos y la crisis, un día de acción como
éste enviaría un mensaje de fuerza y determinación del movimiento unido de la
clase trabajadora. Sin embargo, en contraste con las políticas de la gran mayoría
de los líderes sindicales que no ven alternativa al capitalismo, esta
resistencia debe armarse con una alternativa socialista a los ataques y la
miseria impuestos por la UE capitalista. Esto también podría hacer que una
huelga general en toda Europa para movilizar todo el potencial de nuestro
movimiento a escala continental, se encuentre a nuestro alcance.

¡Acabemos con la Unión
Europea capitalista! ¡Por una Europa democrática y socialista!

Los trabajadores y la juventud continuarán resistiendo
al enfrentarse con una pesadilla social de desempleo masivo y crecimiento de la
pobreza, incluso entre las clases medias. Esto se siente particularmente entre
los jóvenes, ya que el desempleo entre la juventud está tomando proporciones
masivas (más del 50% en Grecia y España), y el espectro de la emigración está
volviendo a países como Portugal e Irlanda. Las promesas de un futuro mejor, o
de un periodo corto de “sacrificios” que daría paso a un crecimiento económico,
se están rompiendo un día tras otro. Esto ha dado como resultado que los
gobiernos que fueron elegidos en base a estas promesas estén siendo arrojados
rápidamente a situaciones de crisis. Los gobiernos de Irlanda, España,
Portugal, Francia y Reino Unido se han revelado como débiles ante el caos de la
crisis y la explosiva presión de las bases, y las demandas de dimisión de éstos
están ganando impulso en protestas en España y Portugal. En los últimos meses,
los gobiernos de Holanda y Francia se han unido a la lista de los ya destituidos. 

En estos dos últimos ejemplos, también hemos visto
ejemplos de una radicalización masiva y la búsqueda de alternativas políticas
al consenso de la austeridad – la subida (y los reveses) del Partido Socialista
holandés, y del Frente de Izquierdas en Francia. Y esto después de la
sorprendente subida de Syriza en Grecia que llegó a estar cerca de tomar el
poder en las elecciones de junio. En Portugal, los partidos de la izquierda
anticapitalista (el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista) están ahora
consiguiendo un apoyo conjunto del 25% en las encuestas de opinión, poniendo al
alcance una lucha por el poder basándose en un frente común. Estos desarrollos
representan pasos claves en la lucha de la clase trabajadora y los jóvenes por
una alternativa a la miseria del capitalismo.

Después de la transformación de los partidos
socialdemócratas en formaciones casi completamente pro-capitalistas en las
últimas décadas, que siguió a la caída del muro de Berlín, el CIT
consistentemente ha planteado la necesidad de construir un nuevo partido de
masas de la clase trabajadora. Formaciones como el Frente de Izquierdas y
Syriza son potencialmente pasos cruciales en esta dirección. Esta necesidad se
presenta ahora de forma aún más aguda, ya que la situación de la crisis del
capitalismo pone sobre la mesa directamente la necesidad de que los
trabajadores y la juventud en lucha la conviertan en un desafío por el poder
político para implementar un programa alternativo socialista. Los inquietantes
avances de “Amanecer Dorado” en Grecia muestran el peligro de que la extrema
derecha fascista y racista llene parcialmente el vacío dejado por la izquierda
si el movimiento de la clase trabajadora y la izquierda no muestran una salida
clara. A esto también debemos resistir activamente y de manera organizada en
toda Europa.

El CIT cree que un programa como éste debería empezar
con la necesidad de rechazar el pago de una deuda nacional ilegítima – un
instrumento de chantaje del capitalismo del que los ricos son responsables, pero
que tratan de poner alrededor de nuestros cuellos – y por una inversión masiva
en obras públicas y programas de empleo, inicialmente financiados a través de
altos impuestos sobre los billones no invertidos que los superricos están
acumulando. El objetivo debe ser reemplazar los gobiernos pro-capitalistas con
gobiernos que no sean instrumentos de la elite, sino que implementen las
demandas y respondan ante los trabajadores, los jóvenes, pensionistas y pobres.
La nacionalización de los bancos y de los pilares de la economía bajo el
control y la gestión democrática de la clase trabajadora podría permitir que
esta riqueza se pusiera a trabajar para desarrollar un plan económico para la
regeneración de las economías nacionales y europea, la creación de puestos de
trabajo y garantizar un futuro decente a las generaciones jóvenes. El euro y la
UE capitalista, como demuestra el nuevo compromiso quasi-legal a la austeridad
consagrada en el Pacto fiscal europeo, no es un mecanismo dentro del cual se
pueda luchar por una solución como ésta. Una lucha coordinada a través de
Europa, contra la austeridad de la UE y la Troika y por una alternativa
socialista, mostraría las bases para la alternativa de una confederación
democrática socialista de países europeos.

El CIT demanda:

· Fin de los recortes y la austeridad. ¡Qué los ricos
y las grandes empresas paguen por la crisis!

· ¡No a la miseria y al desempleo masivo! Programas de
creación masiva de empleos públicos financiados por inversiones públicas
masivas.

· Rechazo del pago por parte de los gobiernos de las
deudas de los especuladores y de los brutales programas de austeridad que los
acompañan. Expulsión de la Troika.

– Impuestos masivos sobre los billones de euros en las
reservas de los ricos y de las grandes empresas para financiar los programas de
inversiones públicas. Imposiciones de controles de capital y de un monopolio
estatal sobre importaciones y exportaciones para prevenir las fugas de
capitales.

· Nacionalización de los bancos, el sector financiero
y los sectores claves de la economía bajo el control y la gestión democrática
de los trabajadores; y un plan democrático y socialista para regenerar la
economía y los niveles de vida.

– ¡Coordinación inmediata a nivel europeo de las
luchas contra la austeridad! ¡Celebración de un día de huelgas generales y
protestas en toda Europa este otoño! Preparación de una huelga general en toda
Europa.

· Organizaciones políticas masivas y democráticas de
la clase trabajadora que luchen por un gobierno de los trabajadores que implementen
políticas socialistas

· ¡Abajo con la UE capitalista! Por una confederación
alternativa democrática y socialista de países europeos.

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