Grecia: Los votantes de Syriza quieren que se acabe con la austeridad, no otro compromiso con la troika
Necesitamos romper con la austeridad y adoptar un programa socialista
10/06/2015. Editorial publicada por Xekinima (CIT en Grecia) en su página web el 3 de junio.
La clase dirigente griega, los medios de comunicación que trabajan para ésta y gente como Stavros Theodorakis (líder del partido liberal ‘Potami’), Juncker, Schulz y el resto de los «niños mimados» de la oficialidad de la Unión Europea, «explican» sin descanso al pueblo griego que Alex Tsipras «debería actuar como el primer ministro del país, y no como el líder de Syriza».
Incluso invitan abiertamente a Tsipras a llegar a un acuerdo con los acreedores del país y votarlo a través del parlamento griego, ignorando a Syriza e incluso a su Comité Central. Y en caso de que el ala izquierda de Syriza rechace el acuerdo, piden a Tsipras que continúe con el acuerdo y «no se preocupe», porque otros lo votarán: Potami, por supuesto, y posiblemente Pasok y Nueva Democracia, sino oficialmente y de forma unánime, sí parte de estos dos partidos.
Esta es una provocación pública a los líderes de Syriza a realizar una alianza abierta con la clase dirigente y la troika (ahora llamada «las Instituciones») y romper con Syriza.
¿Cómo respondió Syriza?
No hemos visto desde la dirección de Syriza las señales y declaraciones que clarificarían su posición y frenaría las demandas que le hacen las fuerzas reaccionarias mencionadas. Por el contrario, vemos a la dirección de Syriza recibiendo con los brazos abiertos a los representantes de la clase dirigente, mientras al mismo tiempo no ocultan el hecho de que se están preparando para una posible colisión con el ala izquierda del partido.
Los ejemplos más recientes y claros de este proceso son la elección de Tagmatarhis como Director General de la radiotelevisión pública ERT, que fue ya elegido como Director General anteriormente por el gobierno pro-austeridad de Pasok. Por otra parte, Panariti ha sido nombrado por el gobierno de Syriza como representante de Grecia para el FMI. Panariti solía trabajar para el Banco Mundial como consultor del gobierno neoliberal y ultra-represeivo de Fujimori en Perú. Al final, Panariti fue obligado a dimitir de su cargo en el FMI debido a la indignación que causó su nombramiento dentro del propio Syriza. Pero lo cierto es que la decisión de su nombramiento fue tomada por la oficina del primer ministro (y no solamente por el ministro de Finanzas Varoufakis, como se rumoreó inicialmente, ya que Panariti era asesor de Varoufakis).
Nikos Pappas exige «disciplina de partido»
Al mismo tiempo, el ministro de Estado, Nikos Pappas, y colaborador muy cercano de Tsipras, declaró que las siguientes votaciones en el parlamento planteaban el problema de la «disciplina de partido». Papadimulis (parlamentario europeo y uno de los líderes del ala derecha de Syriza) dijo que si algunos de los parlamentarios de Syrizas y de los Griegos Independientes (socios de coalición con Syriza) no querían votar a favor de la propuesta de acuerdo con Bruselas que hará el primer ministro, se deberían celebrar elecciones anticipadas. El portavoz parlamentario Nikos Filis, hizo las mismas declaraciones.
Estas amenazas no son generales o vagas. Están dirigidas específicamente contra el ala izquierda de Syriza. La dirección alrededor de Alexis Tsipras básicamente amenaza a la izquierda con la expulsión y elecciones parlamentarias en las cuales ellos perderían sus escaños (según la ley electoral, si hay elecciónes hasta 18 meses después de las últimas elecciones, la lista de cada partido solamente es elegida por su líder).
¿Por qué la dirección de Syriza utiliza estas amenazas? Porque les preocupa que un acuerdo negociado secretamente con las «Instituciones» cause una gran reacción dentro de Syriza.
Tsipras, Syriza y la sociedad
Algunos cuadros importantes de Syriza piensan y declaran abiertamente que Syriza consiguió el 27% de los votos en las elecciones de 2012 y creció hasta el 36% el pasado enero porque tiene en su dirección a «gente con talento como Tsipras». Estas ideas no tienen nada que ver con la realidad.
El auge de Syriza se dio por las condiciones objetivas en la sociedad griega y por las grandes luchas sociales de los años previos, junto con el hecho de que Syriza se propuso tomar el poder e invitó al resto de la izquierda a unirse a ellos en la lucha. De manera similar en todos los países golpeados por la crisis económica hemos visto la aparición de nuevos fenómenos políticos, en la derecha y/o en la izquierda, que toman la escena política que había sido dominada por décadas por los partidos tradicionales de la clase dirigente. Ejemplos de estos fenómenos de desestabilización de la escena política en los dos últimos años no se dan solamente en Grecia sino también en España e Irlanda.
Nosotros decimos a la clase dirigente y a la dirección de Syriza que Tsipras y su círculo no tienen el derecho de cerrar un acuerdo con la troika por sí mismos. La constitución griega y su sistema legal, creados por la clase dirigente, conceden al primer ministro poderes bonapartistas que lo sitúan sobre su propio partido y la sociedad. Pero si Tsipras quiere ser coherente con las ideas y las tradiciones de la izquierda, no tiene el derecho de hacer uso de esos poderes. Por el contrario, el gobierno de Syriza debe abolir estas leyes.
Reconocimiento de errores
La dirección de Syriza tiene otra importante responsabilidad que cumplir: reconocer que se equivocaron en su enfoque y tácticas sobre la troika y la clase dirigente. Tenían ilusiones en que habría una «negociación beneficiosa para todos los socios», como inicialmente declararon, hasta que más tarde descubrieron que los «socios» querían darles a Syriza una lección. Varoufakis debería recordar que antes de las elecciones decía que la Unión Europea estaba preparada para ofrecer un «regalo» al próximo gobierno griego, cuando, de hecho, lo que estaban preparando era una soga para los trabajadores y los pobres griegos.
Después del primer problema que surgió, la dirección de Syriza decidió abandonar la idea del «acuerdo puente» e ir a por un acuerdo completo. Ahora se dan cuenta de que para la troika esto tampoco está sobre la mesa. Así que recurren a amenazas (disciplina de partido y elecciones anticipadas) si hay desacuerdos dentro del grupo parlamentario de Syriza.
Hay que poner un final a la pobreza de la austeridad
En resumen, el pueblo griego en las últimas elecciones votó por Syriza, no por el círculo dirigente alrededor de Tsipras. Y no votaron por Syriza para «asegurarse de que no abandonemos el euro», como todos los papagayos de la clase dirigente no se cansan de repetir en los medios de comunicación. Votaron a Syriza para acabar con las medidas de austeridad.
Esta es la tarea que debería estar cumpliendo Syriza y esto es lo que la clase trabajadora griega está esperando y demanda de Syriza. Esto es lo que Alexis Tsipras debe hacer, si no quiere ser recordado como uno más de los líderes de izquierda que llegaron a compromisos y se vendieron a la clase dirigente.
Xekinima (CIT en Grecia) demanda a Syriza que cumpla con sus promesas electorales anti-recortes, romper con la eurozona de la austeridad y adoptar un programa socialista que incluya:
- El rechazo del pago de la deuda
- Controles contra la fuga de capitales y monopolio del estado del comercio exterior para proteger la economía del ataque de los mercados.
- La nacionalización de los bancos y de los pilares de la economía bajo el control y la gestión democrática de los trabajadores. Planificación de la economía para responder a las necesidades de la gente y no para el beneficio de los capitalistas.
- Revertir todos los recortes e introducir para todos trabajos con un salario digno, prestaciones sociales y educación y sanidad gratuitas y de calidad.
- La creación de asambleas populares y comités de acción desde las bases en los centros de trabajo y los barrios. Participación de la clase trabajadora y la juventud en la lucha contra la troika y por una alternativa socialista.