Muchas veces, a través de la historia nos encontramos con mujeres que a lo largo de su vida se enfocaron y lucharon por construir un movimiento, una organización, una costumbre, una tradición más allá de lo establecido por la normativa heteropatriarcal y capitalista que impera en estos tiempos. Sin embargo, hay mujeres como Nancy Cárdenas Martínez; norteña, lesbiana, feminista, comunista, artista y revolucionaria. Una mujer inteligente, talentosa que merece ser reconocida por las mujeres y hombres que luchan por un mundo más justo, y se le reconozca por quien fue y por lo que luchó. Su lucha siempre activa transitó de las reivindicaciones y luchas al activismo social en pro de los derechos de los homosexuales y la transformación socialista de la sociedad. Se convirtió en la portavoz de un movimiento que durante mucho tiempo había permanecido oculto, marginado y discriminado.

SOY PELIGROSA,
es cierto: siempre busco vengarme
de los dueños del capital, los burócratas,
los curas y las mujeres que abusaron de mi cariño.
Cuadernos de amor y desamor (1968-1993), Nancy Cárdenas.

Por Zenya Garcia, Alternativa Socialista y Rosa Feminismo Socialista en México

Durante la segunda mitad del siglo XX, México se caracterizó por la irrupción de diferentes manifestaciones, las más importantes desde las disidencias sexogenericas y los movimientos político-sociales. Tener una orientación, identidad o disidencia sexual, manifestarse por tenerla siempre ha sido condenado pues rompe con los patrones socioculturales impuestos a la sociedad. Sin embargo, así como a muchos defensores de los DDHH, para Nancy Cárdenas esto no impidió su militancia en diferentes organizaciones.

Nancy Cárdenas rompió esquemas y paradigmas, siempre se involucró en la lucha política, pues además de comprometerse con el movimiento LGBT+, militó en la célula “Federico Engels” del Partido Comunista Mexicano. Siendo pionera del movimiento de liberación lesbico-gay, en 1974 fundó una de las primeras organizaciones de la comunidad LGBT+, “Frente de Liberación Homosexual” (FLH), del que fue una militante comprometida.

Alzó la voz en más de una ocasión, fue ella quien “salió del closet” de manera pública, y de esta manera contribuyó exitosamente a abrir los espacios necesarios para incluirla pues en el debate público se reafirmó como lesbiana ante la sociedad mexicana. De esta manera se convirtió en la primera defensora en la televisión mexicana de los derechos humanos y laborales de la población lésbica-gay.

Nancy Cárdenas comenzó como locutora de radio a la edad de 20 años, comenzó una carrera como periodista publicando en diferentes periódicos. También fue actriz de teatro, publicó su primera obra de teatro de un acto, “El cántaro seco”. En 1972 se estrenó como directora teatral con “Los chicos de la banda” de Mart Croweley, obra pionera del teatro gay en nuestro país. Frente a la censura, marchó con activistas y artistas para que se les permitiera estrenarla, y cuando la llevó al escenario, tanto el elenco como la directora fueron detenidos y llevados a los separos. En la década de los ochenta, con la propagación del VIH, adaptó y dirigió “Sida… Así es la vida”, obra basada en “Asis” de William Hoppman, para hablar abiertamente de la problemática e informar y desbaratar prejuicios respecto a esta enfermedad, que en aquella época era mortal y por la que Nancy Cárdenas perdió a varios amigos. Más tarde, Nancy Cárdenas y Carlos Monsiváis promueven el “Manifiesto en defensa de los Homosexuales” en México en 1975.

Además de comprometerse ampliamente con la organización política de la comunidad LGBTQ+ sus intereses personales abarcaban el periodismo, el teatro, la literatura, el cine y la actuación. Utilizaba el arte como denuncia social, se dedicó al cine y escribió con Carlos Monsiváis un documental para el cine, “México de mis amores”, que realizó ella misma en 1979.

El 29 de mayo de 1984, causó un revuelo cuando al entrevistarla Jacobo Zabludowsky ella se declaró lesbiana ante un país aún intolerante hacia la disidencia sexogenerica. En esa ocasión, además, Nancy defendió los derechos de la comunidad LGBTQ+ como una elección frente a la noción de “enfermedad”.

Carlos Monsiváis se refiere a Nancy Cárdenas en el texto Envío a Nancy Cárdenas, activista ejemplar (1994) como: “Qué voluntad la tuya, las relaciones amorosas se extinguen y tú escribes para tener presente que empezaron y que te enriquecieron y te permitieron desplegar tu vocación magisterial y tu historia sensual. Escribes para que no te atrapen los recuerdos, y escribes para dar constancia de tus encuentros con la literatura, el teatro, el valor de ser distinta, el activismo, la humanización de tu (nuestra) realidad. ¡Qué necia y qué formidable eres Nancy!”.

El nombre y la memoria de Nancy Cárdenas, nos deja una herencia de lucha socialista por los derechos de la comunidad LGBTQ+. Su legado continúa siendo inspiración socialista para quienes buscan construir un mundo para todas y todos. Desde Alternativa Socialista reconocemos que más que un pie de página en la historia, la lucha de Nancy Cardenas como la de muchas otras y otros luchadores por los derechos de los oprimidos en el mundo, son una inspiración y una fuerza para cambiar el rumbo de la historia. Ahora que la derecha se ha envalentonado para volver a atacar los derechos de la comunidad LGBT+, de las mujeres y de los oprimidos, especialmente la de las personas trans, es más importante que nunca recuperar el legado de nuestra clase y aprendamos de historias como la de Nancy Cardenas. Y volvamos a dar la lucha por la transformación radical de la sociedad por la que ella siempre luchó.