La historia del 1 de mayo y la lucha de clases
hoy

Català


Roberto Pérez, Socialismo Revolucionario Barcelona

Cada año, el 1 de mayo
millones de personas alrededor del mundo participan en manifestaciones y
celebraciones del movimiento de los trabajadores. Es una expresión impresionante
del internacionalismo de la gente trabajadora que entiende que tiene más en
común entre ellos que con los capitalistas de su propio país. Lo que es menos
conocido es la historia del 1 de mayo y como esta lucha puede vincularse con
las batallas de hoy.

El 1 de mayo tiene su
origen en la lucha alrededor del mundo por una jornada de 8 horas sin pérdida
de salario en el siglo XIX. Éste era el periodo de la revolución industrial y
del desarrollo del capitalismo y, en este proceso, el nacimiento del movimiento
de los trabajadores. Esta lucha generalizó la rabia de los trabajadores contra
el capitalismo y se convirtió en una demanda común alrededor del que se estaba
construyendo un movimiento obrero más amplio.

Uno de los epicentros del
movimiento por la jornada laboral de 8 horas estaba en Chicago y fue allí donde
los acontecimientos alrededor de la llamada “revuelta de Haymarket”
cristalizaron en la lucha que se desarrolló después como el actual 1 de mayo.

El 1 de mayo de 1886 una
gran manifestación tuvo lugar en Chicago para apoyar la jornada laboral de 8
horas. Durante los días posteriores, se convocó una huelga general en EEUU para
luchar por esta demanda. Una de las luchas más feroces fue la de los
trabajadores de la fábrica McCormick de maquinaria. El 3 de mayo estaban
protestando contra el uso de esquiroles y de la policía para romper la huelga.
En las protestas, la policía mató a un número de manifestantes.

El 4 de mayo se convocó
una protesta en la llamada Plaza Haymarket contra estos asesinatos. Aunque los
ánimos estaban exaltados, el líder obrero August Spies había pedido que la
protesta fuera pacífica y esto se cumplió. Casi al final de la concentración,
la policía marchó dentro de la manifestación para dispersarla. En ese momento
una bomba casera fue arrojada sobre la policía. Un policía murió por la explosión
y otros muchos policías y manifestantes murieron durante el posterior tiroteo
que algunos describieron principalmente como disparos de la policía causados
por el pánico.

Aún se disputa el origen
de la bomba, si ésta fue el acto de un anarquista que creía en actos
terroristas cometidos individualmente para luchar contra el capitalismo (que
Socialismo Revolucionario no apoya) o si, como muchos trabajadores en ese
momento creyeron, eran las acciones de agentes provocadores del estado. 

El resultado fue la
reacción violenta del estado capitalista que enjuició a los líderes obreros
locales. 4 de los acusados fueron sentenciados a muerte, y el resto a largas
condenas de prisión. El juicio fue una farsa, ya que fueron juzgados por
asociación con la causa de los actos violentos, y no por la asociación con
estos mismos. El propio Spies fue condenado a muerte a pesar de sus repetidos
llamamientos por una protesta pacífica. Esto causó la ira en el movimiento
obrero mundial y los hombres se convirtieron en mártires de la lucha por la
jornada de 24 horas y del movimiento obrero en general.

En 1890 los líderes de la
Segunda Internacional convirtieron el día en una protesta mundial por la
jornada de trabajo de 8 horas y la solidaridad de la clase trabajadora a nivel
internacional. A las primeras manifestaciones alrededor del mundo fueron
asistieron millones de personas y éstas continúan hasta el día de hoy.

El líder de la Revolución
Rusa Trotsky, junto con Lenin, dio un discurso para el soviet de Moscú en 1924,
7 años después de la primera revolución exitosa de los trabajadores en Rusia, y
solamente 35 años después de la primera manifestación del 1º de mayo. Trotsky
arremetió contra los entonces líderes de la Segunda Internacional. Utilizó el
ejemplo de como sus líderes alemanes habían apoyado las prohibiciones y los
ataques estatales a las manifestaciones del 1º de mayo. Básicamente, en la
misma generación habían traicionado el legado histórico de la necesidad de
lucha contra el estado capitalista. Lo que es ahora verdad lo es 1000 veces más
ahora de los anteriores partidos de los trabajadores como el PSOE en España y
otros alrededor del mundo. Estos ex-partidos de los trabajadores solamente
entienden de boquilla el verdadero significado detrás del 1 de mayo.

La lucha por la jornada
de 8 horas en muchas partes del mundo llevó años de intensas batallas. En
Barcelona, la demanda se ganó como parte e las demandas de la huelga general de
44 días de 1919. Con este tipo de luchas militantes se construyó el movimiento
de los trabajadores y se ganaron muchos derechos básicos actuales. Este tipo de
luchas heroicas es lo que necesitamos ahora para la reconstrucción del
movimiento obrero.

En el mismo discurso de 1924,
Trotsky correctamente apuntó a los tres aspectos claves que marcan la
importancia del 1 de mayo: internacionalismo y solidaridad, lucha contra el militarismo
(justo después de la Primera Guerra Mundial y antes de la Segunda) y la lucha
por la jornada laboral de 8 horas. Estas cuestiones son aún relevantes hoy
incluso cuando las condiciones objetivas y la forma en la que debemos
desarrollar nuestras tácticas y estrategias son ligeramente diferentes del
pasado. Aún podemos usar estos asuntos para unir a la clase trabajadora
mundial.

La lucha contra el militarismo

Durante las crisis los
patrones a menudo terminan en el callejón sin salida de las guerras. Ya sea por
recursos, prestigio, o para defender los intereses de los poderes imperialista.
El resultado es la devastación de la gente corriente. En el presente estamos
viendo una ola de ataques terroristas horribles (como comentamos en nuestro
artículo sobre los atentados en Bruselas) que son el resultado directo de las
también horrendas guerras por el petróleo en Iraq.

Esto está vinculado con
el desastre que se está desarrollando en Siria y que fuerza a miles de personas
a arriesgar sus vidas para escapar de la muerte y la destrucción. Esto se ha
convertido en el foco de los medios de comunicación y muchas personas
instintivamente han querido ayudar a los que sufren a través de campañas desde
las bases que han surgido en numerosas localidades o barrios de la clase
trabajadora.

Este internacionalismo y
humanidad básica son movimientos paralelos a los horrores de la guerra y el
terrorismo, y debemos construirlos, no dejándolos en los argumentos morales y
caritativos de ayudar a otros, sino en ir a la raíz de estos problemas. La
única solución a largo plazo se encuentra en la unidad de clase de la gente corriente
que sirva como puente entre religiones y nacionalidades, y que se base en
organizaciones que luchen por un mundo socialista igualitario y democrático.

Siria es solamente uno de
los ejemplos más brutales del problema de las migraciones humanas en la era
moderna, que está causada por la guerra y la pobreza que hace a millones ir a
buscar trabajo y una vida mejor.

La patronal, sus
representantes políticos y las instituciones normalmente no tienen problemas
con las migraciones económicas, ya que las usan para minar las condiciones y
salarios de la población oriunda para aumentar sus beneficios. Al mismo tiempo,
la inmigración se utiliza para desviar la rabia de la gente corriente por la
falta de recursos que causan los programas de austeridad. Esto a su vez es
utilizado por la propaganda de derecha, fomentando el racismo y culpando a los
inmigrantes de los problemas sociales causados por la propia patronal.

Internacionalismo

Las instituciones no
democráticas de la Unión Europea que representan solamente a la élite
gobernante de Europa, ha hecho muy poco para ayudar a los refugiados sirios o a
los inmigrantes económicos. Intentan utilizar a una Grecia castigada por la
austeridad como parachoques de los peores problemas de la crisis siria.
Continúan pidiendo más austeridad de la clase trabajadora europea. No hay nada
progresivo o reformable en la UE. Lo mejor que pueden hacer los representantes
de los trabajadores elegidos para el parlamento europeo es construir una
plataforma por una Europa alternativa, una Europa socialista y unida.

La crisis actual del
capitalismo a afectado a todo el mundo. El capitalismo opera a nivel
internacional pero a menudo piensa desde el nivel estatal y, por lo tanto, un
internacionalismo y solidaridad reales son más importantes que nunca. Debemos
luchar por un mundo de la clase trabajadora, y también organizar sobre esa base
cuando sea posible. Como Socialismo hace en el Comité por una Internacional de
los Trabajadores. Esto incluye la lucha por los derechos democráticos de los
países que quieren la auto-determinación pero construir esto es parte de un
objetivo socialista mundial. Se pudo entrever lo que es posible conseguir en la
huelga general europea parcial de 2012. Ésta podría haber asestado un gran
golpe a la austeridad si en ese momento los líderes del movimiento europeo hubieran
desarrollado todo su potencial. Pero no podemos simplemente desear que esto
suceda, debemos organizar a los trabajadores del mundo alrededor de un programa
que beneficie a todos. 

Jornada de 8 horas sin pérdida de salario

La demanda de una jornada
de 8 horas sin pérdida de salario aún tiene vitalidad en muchas partes del
mundo pero ahora estamos en un mundo de desempleo y subempleo masivo, donde las
conquistas del pasado están siendo destruidas por la austeridad. La seguridad
laboral, vivienda garantizada y la idea básica de democracia se están
desmoronando en el sistema actual. La precariedad es la norma. El empuje principal
detrás de la campaña original por la jornada de 8 horas era una lucha ofensiva
por una vida digna de la gente trabajadora. Esta es aún la lucha de hoy. La
campaña por salarios mínimos dignos como los 15 dólares la hora (ver artículo
en página 6) y las campañas por la Renta Básica están en esta tradición.
Debemos luchar por estas reformas básicas ya que el capitalismo se resistirá a
todos los niveles, pero sobre todo debemos vincular estas demandas con la
necesidad de luchar por el final del capitalismo.

Los primeros años de las protestas
del 1º de mayo tuvieron lugar en un periodo histórico de desarrollos
capitalistas económicos básicos donde el movimiento obrero mundial luchó por el
avance de la humanidad. Durante los últimos 130 años desde el primer 1º de mayo
hemos visto victorias y derrotas pero también intentos y oportunidades para
acabar con el capitalismo y crear un mundo socialista. Debemos recordar y
aprender de nuestros mártires e historia, pero sobre todo recordar que nada se
ha ganado verdaderamente sin un enfoque revolucionario de la lucha de clases.

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