13/05/2014, entrevista a Johan Rivas, compañero de Socialismo Revolucionario-CIT Venezuela de «La Brecha», publicación de Socialismo Revolucionario en el estado español

La
Brecha

Han
pasado ya más de tres meses desde los acontecimientos del 12F y en
los medios europeos ya no se habla tanto de Venezuela,

¿pero se ha dado alguna estabilización de la situación o continúa
la tensión?


JR:
Desde el punto de vista de las movilizaciones y los enfrentamientos
sectarios entre simpatizantes del gobierno y de la ultra derecha,
podríamos decir que sí. Pero la tensión en términos de la crisis
económica y política continúa. En Venezuela desde hace décadas,
la realidad social y política es percibida según la óptica del
interés de clases. Es decir que si la ves desde los medios de
comunicación controlados por las élites gobernantes o de las
burguesías, o desde los partidos políticos, encontraras
percepciones de la realidad antagónicos. Pero partiendo de los
hechos concretos, que no puedes ser tergiversados, por más
manipulación que haya, Venezuela vive una profunda crisis que se
agudizo con el fallecimiento de Hugo Chávez.

Su
muerte desnuda las contradicciones de un proceso político que ha
tenido elementos progresivos, pero que también ha dejado muchas
debilidades que hoy son capitalizadas por los sectores de la
burguesía. Ante esta situación la salida del gobierno de Maduro ha
sido buscar un dialogo de coexistencia pacífica, como él lo ha
caracterizado, con los empresarios y los dirigentes políticos de la
oposición de derecha agrupados en la MUD.

El
proceso de dialogo que se ha iniciado, el pueblo en las calles lo ha
percibido como un nuevo pacto entre élites, donde el gobierno, más
allá de sus retoricas izquierdista, están dando concesiones a los
sectores tradicionales privilegiados por el capital, entiéndase los
empresarios y la burguesía. Por ejemplo, en las últimas reuniones
Maduro anunció poner a la disposición de los empresarios todos los
fondos de ahorro e inversión de la república para estimular la
inversión y la productividad, un claro mensaje que la crisis será
un pacto inter-burgués y que los trabajadores deberán llevar el
peso de ella.

Esto
ha generado tensiones incluso en el bando más reaccionario de la
derecha burguesa, ya que de ambos sectores, gobierno y oposición,
existen bases sociales que no aceptan un pacto. Estas tensiones hoy
se reflejan en protestas de calle violentas como las de los meses de
febrero y marzo, que aunque no con la misma intensidad, aún se
mantienen, así como sigue sin resolverse los problemas de escasez y
alta inflación, a pesar de las concesiones que el gobierno está
realizando. Rodo esto está generando en el ambiente social-político,
una bomba de tiempo que solo falta ver cual cable cortar para
desactivarla o estalle.

La
Brecha

¿Quiénes
participaban en estas protestas y cuáles eran sus demandas?
¿Reflejaban las necesidades del pueblo o solamente de algunos
sectores?


JR:
La protesta de febrero y marzo y que aún se mantiene pero con muy
poca intensidad, son integrada fundamentalmente por jóvenes
“estudiantes” en su mayoría de los sectores de la clases medias
baja y alta y con militancia en los principales partidos políticos
de la ultra derecha como Primero Justicia y Voluntad Popular. Aunque
hacen esfuerzos de propaganda para hacer ver que es un movimiento
autónomo e independiente.

Pero
pretender subestimar el movimiento por su composición de clase
mayoritariamente pequeña burguesa, es un error, porque estos jóvenes
hicieron suyas demandas legítimas que están hoy en la agenda del
pueblo, de los trabajadores, como es el tema del alto costo de la
vida y de la inseguridad. Así como un sector minoritario de jóvenes
de sectores populares que se ha visto identificado con estas
protestas.

Sin
embargo, este movimiento en el fondo ha sido una fachada para que la
clase burguesa dominante presione al gobierno en ceder en sus
demandas como son la flexibilización cambiaria que ya están en
desarrollo y otras como la de la inamovilidad laboral y el estímulo
de crédito para la importación de materias primas y productos de
consumo terminados para sus comercialización, argumentando que son
medidas necesarias para salir de la crisis económicas.

Igualmente,
es un movimiento para presionar al gobierno en concesiones políticas
como el llamado equilibrio de los poderes públicos, bajo el
argumento que deben ser plurales y representar a toda la sociedad y
no solo una parte de ella, argumentos que en lo superficial son
seductores y apoyados por las mayorías, pero que sabemos que ocultan
un carácter de clase cuyo interés es mantener los privilegios
históricos de la burguesía.

En
cuanto a demandas del movimiento, si bien es cierto han hecho
esfuerzo por conectarse con los sectores populares, su carácter de
clase antagónico al pueblo y los trabajadores, les hace imposible
ocultar su verdadera agenda reaccionaria. Por ejemplo, discriminan al
pueblo chavista como jala bolas o sin conciencia por apoyar un
régimen que según ellos, es una dictadura comunista, agitan
consignas y demandas en contra de la solidaridad que ha tenido el
gobierno venezolano con pueblos hermanos como Nicaragua o Cuba. Donde
ciertamente hay críticas hacia como se ha instrumentado los
convenios de cooperación entre los gobiernos, pero donde no se puede
confundir eso con la solidaridad y la ayuda complementaria que ha
existido entre cubanos, venezolanos y nicaragüense en materia social
como salud, educación y alimentación.

Finalmente
las protestas de los jóvenes, son dirigidas por sectores
reaccionarios de la derecha opositora, que reflejan la crisis de
dirección política que existen hoy en el país. Desde nuestras
perspectivas, los errores de la izquierda revolucionaria que se
subordinó al modelo reformista del chavismo y perdió su autonomía
e independencia, ha facilitado que hoy el vacío de una alternativa
política y social ante el gobierno y la Oposición, se intente
llenar a través de estas movilizaciones de los jóvenes
“estudiantes” y los partidos que le acompañan.

La
Brecha –
¿Aparte
de la tensión creada en las calles, cuestiones cómo la alta
inflación y la escasez de productos son también formas de presión
de la burguesía?


JR:
Si y no, hay una combinación de factores, una es que sin duda
durante todo este tiempo la burguesía y su clase empresarial en su
mayoría parásita, que vive de la importación barata de productos
terminados y vendidos, comercializados al 100% sus precios base en
las que fueron importados, han sido un factor determinante en la alta
inflación y en la escasez. La cual se estimula también por una
campaña de presión psicológica generando compras masivas y
nerviosas en la población. Al mismo tiempo, está el acaparamiento
y el contrabando dónde sacan toneladas de alimentos hacia Colombia y
reincorporados al mercado nacional con sobre precio. Pero nada de
esto es posible sin una complicidad por parte de elementos del
Estado-Gobierno. Por ejemplo, en Venezuela es el gobierno quien tiene
el control de la entrega de divisas las cuales son fundamentales para
las importaciones y exportaciones.

Al
mismo tiempo quien genera el mayor caudal de divisas es PDVSA empresa
nacional controlada por el gobierno que genera el 97% de las divisas
que ingresa al país. Y por último para que exista contrabando y
especulación tiene que haber un elemento cómplice de las fuerzas
públicas, y en Venezuela como en caso de toda democracia burguesa
es el Estado quien tiene el monopolio de la fuerza pública,
entiéndase Fuerzas Armadas, Policías etc. No existe en Venezuela
más allá de algunas excepciones un control desde abajo del pueblo y
los trabajadores en materia de políticas públicas, todo es
controlado desde arriba, desde el gobierno y su burocracia, donde no
dudamos existen elementos contrarrevolucionarios que lamentablemente
cada día se fortalecen y toman control de todas las políticas del
gobierno.

En
síntesis, podríamos decir sin caer en ortodoxia, que estamos en
presencia del modelo clásico reformista que intenta negar la lucha
de clase y buscar generar cambios dentro de las estructuras
antagónicas del sistema que dice combatir, en este caso el
capitalismo. Y en esa contradicción cava su propia tumba. Si no hay
una transformación profunda y real del sistema capitalista, tarde o
temprano este muestra su verdadero rostro, el de crisis, alto costo
de la vida, etc., que reproduce miseria, pobreza y violencia. Y sin
una alternativa este busca reacomodarse como creemos hoy está
ocurriendo en Venezuela.

La
Brecha – El gobierno por una parte habla de un intento de golpe de
Estado, y por otra parte está negociando con la derecha y la
burguesía capitalista
.
¿Cuáles son las concesiones y las consecuencias para los
trabajadores que surgen o pueden surgir de estas negociaciones?


JR:
El gobierno hoy de Maduro y antes de Chávez, han mantenido siempre
en sus momentos de crisis, las tesis de la intervención imperialista
y del golpe de Estado. Sin banalizar dichas tesis, claro que han
existido elementos concretos que la justifiquen, no olvidemos que
hubo un golpe de Estado fascista en el 2002 y que una vez que Maduro
ganó las elecciones del 2013 la derecha intento incendiar el país.
Pero fuera de esos casos muy específicos, dichas tesis han sido
utilizadas para manipular y polarizar afectando la lucha de clase y
atomizando al movimiento social-popular revolucionario y a los
trabajadores. Pero hoy estas tesis cada vez están perdiendo
legitimidad y credibilidad, porque no es que están por surgir, si no
que ya son hechos concretos las negociaciones, pactos y concesiones
que el gobierno está dando a la derecha. Para sintetizar la
respuesta, invito a los lectores a que lean nuestro artículo que
hemos publicado en nuestro web
www.socialismorevolucionario.org.ve“Venezuela:
el pacto de coexistencia pacífica entre el gobierno bolivariano y la
oposición de derecha MUD y la lucha por el socialismo
revolucionario”
.

Sin
embargo, permítame darle algunos ejemplos, en una reunión con
trabajadores de una importante transnacional de alimentos en el
estado Lara, uno de los dirigentes del sindicato, nos comentó, que
en 10 años en la empresa no había existido calificaciones de
despidos. En Venezuela después del 2002 Chávez emitió un decreto
de inamovilidad laboral para proteger a los trabajadores e impedir
despidos masivos. Actualmente, nos comentó el dirigente, que después
de la primeras reuniones en abril entre empresarios y dirigentes
opositores con el gobierno, semanas después del primer encuentro,
llegaron 70 calificaciones de despidos. Otra medida concreta, ha sido
la flexibilización del control cambiario generando 3 tipos de
cambios y restringiendo solo a empresarios, comerciantes y sectores
de clase media y alta con alto poder adquisitivo el acceso a divisas
como es el caso del SICAD 1 y 2, donde el requisito principal es
tener cuentas en dólares.

Han
sido aumentados los precios de los alimentos incluso los subsidiados
por el gobierno. Según datos del Instituto Nacional de Estadística,
afirman que hoy, un trabajador necesita 80% de su salario solo para
tener acceso a la canasta alimentaria básica, es decir hay una caída
brutal del poder adquisitivo de los trabajadores.

La
Brecha-
¿Cuál
fue la reacción del pueblo a las protestas de la derecha? ¿Hubo
solamente una defensa del gobierno como una manera de defender la
revolución bolivariana o han ido más allá?


JR:
Es complejo dar una respuesta, no es en blanco y negro que se ha
desarrollado el proceso venezolano. Hay matices y muchísimas
contradicciones, explicarlos dese una sola óptica sería caer en
sectarismo que no ayudaría a entender el proceso en su conjunto. En
Venezuela hoy no se habla de revolución, y para la población que
aun apoya el gobierno su situación en términos de conciencia es
complicado, por una parte siguen en su mayoría bajo una idea general
de una revolución un cambio y ven el chavismo como fuerza política
alternativa, de ahí la consigna de ¡Chávez vive la lucha sigue!
que hoy el gobierno la ha cambiado a la ¡patria sigue!.

Por
otra parte, nos olvidemos que son 15 largos años de proceso de
revolución, contrarrevolución, donde ha existido un desgaste en las
fuerzas de movilización del pueblo y los trabajadores; y donde se
han desarrollado todo una política de burocratización, coaptación
de dirigentes y líderes de los movimientos sociales y los
sindicatos. Al mismo tiempo, están las políticas concretas del
gobierno hoy. Un dato interesante y ha sido parte de nuestros
análisis de coyuntura, es que salvo algunas excepciones, no habido
una reacción masiva del pueblo y los trabajadores para rechazar las
protesta de la derecha. Y cuando han actuado por cuenta propia como
han sido algunos caso como en el Táchira donde la ultra derecha
tenia sitia poblaciones de miles de habitantes, el pueblo reaccionó
pero no directamente en una defensa del gobierno o en contra, si no
en su propia defensa.

Estos
se puede explicar por varias razones, una los trabajadores y el
pueblo no se ven representado en la oposición de derecha y ante el
descontento que sienten con el gobierno, se atomizan al no contar con
organizaciones independientes y direcciones que sean capaces de
estimular ese descontento y movilizarlo para profundizar el proceso
por la izquierda. El gobierno ha movilizado simpatizantes, pero estas
movilizaciones, no han sido desde abajo y su número y fuerza no se
comparan con las movilizaciones de los mejores años del proceso
revolucionario bolivariano. Estos son síntomas peligrosos por que
demuestran debilidades en el gobierno que colocan a la burguesía en
una situación de ofensiva como está ocurriendo.

Pero
nada esta determinado, la volatidad del proceso venezolano y sus
profundas contradicciones, y el carácter reaccionario de la derecha
han dejado la mesa servida elementos de una explosión social, de una
movilización que no necesariamente pasaría por una defensa del
gobierno o apoyo de la derecha, sino que, plantearía una agenda de
una segunda revolución. Desde nuestras perspectivas es esto lo que
ha estimulado en el fondo el pacto entre el gobierno de Maduro y la
derecha, ya que no quieren que la conflictividad social se le vaya de
las manos y les pase por encima.

Pero
la otra cara de la moneda, es que si el pacto termina en definitiva
consolidándose, estaríamos en presencia de un reflujo histórico
que presentaría un nuevo escenario de derrota a las aspiraciones de
los trabajadores y el pueblo por lograr una transformación social
del sistema capitalista que le oprime y los margina a la miseria.

La
Brecha – Se está dando tomas de empresas por parte de los
trabajadores
.
¿Cómo valoras estos procesos?


JR:
Desde el 2002 donde los trabajadores radicalizados iniciaron tomadas
de empresa, fábricas, como parte de sus métodos de luchas. Han
existido en diferentes momentos como respuesta a las crisis o sus
enfrentamientos con los patronos tomas de las empresas. Pero en la
situación hoy de la crisis del gobierno de Maduro, no ha existido,
salvo algunos caso aislados, como los que hemos estado acompañado en
el 2013 en el estado Lara en el occidente del país, donde por lo
menos 4 importantes fabricas cerradas por su patrones, han sido
tomadas por los trabajadores e incluso algunas llegando al punto de
reactivarse por los propios trabajadores como Beneagro (Ver nuestra
web site).

Pero estas toman no
están siendo apoyadas por el gobierno como en el pasado, incluso el
gobierno ha criminalizado algunas de estas tomas. Y bajo la Central
Bolivariana Socialista de Trabajadores, han ejercido control
burocrático para no permitir que un movimiento masivo de tomas de
fábricas se realice como en el 2002-2006.

Esta
últimas experiencias, para nosotros ha sido muy significativa por
que se reflejan a pesar de la profunda crisis de dirección política
y sindical de los trabajadores. No existe en Venezuela hoy una
central representativa y la burocracia sindical es correa de
transmisión o del gobierno o de la derecha. Los trabajadores en su
proceso de radicalización de sus luchas, ha sido capaces de superar
estos obstáculo y ponerse al frente de sus proceso, estos no quiere
decir, o negar que nos sean necesarios los sindicatos clasista,
combativos, o los partidos revolucionarios, si no que reafirma que la
clase trabajadora es objetivamente la clase social revolucionaria.
Pero salvo de los positivo de la experiencia, su crisis de dirección
provoca el aislamiento de las luchas y no terminan de ser solo
experiencias excepcionales sin ningún peso en la correlación de
fuerza de la lucha política. Por ello nosotros, SR-CIT, luchamos y
hacemos énfasis en la cuestión de la unidad de todas nuestra
luchas, pero hasta ahora ha sido un proceso muy complejo y lento.
Pero la experiencia está ahí y el proceso de acumulación de fuerza
que se desprende de estas experiencias, aunque lento, está en
desarrollo y esto es una amenaza para los sectores dominante que
defiende en diferentes formas al sistema capitalista.

La
Brecha-
¿Cuáles
son vuestras perspectivas para el futuro a corto plazo de Venezuela?


JR:
Lamentablemente malo, porque una vaina como decimos acá, son las
aspiraciones y los deseos, y otras son los hechos y la realidad
concreta; y hoy desde el punto de vista material de las correlaciones
de fuerzas en la lucha política, son los sectores reformista y
procapitalista los que están dirigiendo el proceso. Y si no se
termina de desarrollar en el más corto tiempo posible, una fuerza
mínimamente capaz de tomar parte del descontento de los trabajadores
y el pueblo por la izquierda, para frenar el avance de la burguesía
aliada del reformismo de la dirección política del chavismo,
estaremos en presencia de una derrota más, no del socialismo, que en
Venezuela no existe aunque el gobierno lo proclama y la derecha lo
ataca como si realmente existiese, sino de las aspiraciones
revolucionarias de los trabajadores y el pueblo por cambio real,
genuino de sus realidades actuales.

Una
nueva etapa esta surgiendo hoy en Venezuela y no lleva como
perspectiva el socialismo, por lo menos no el que defendemos desde la
filas del marxismo revolucionario y de las reivindicaciones que hoy
los trabajadores y el pueblo pobre y explotado demanda no solo en
Venezuela, sino a escala global. Sin embargo, como marxistas
revolucionarios somos optimista y sabemos que no existen determinismo
históricos, como decíamos antes. Si se logra cambiar la correlación
de fuerzas, las perspectivas pudieran ser de una profundización de
la lucha por la izquierda. Incluso en el mediano plazo ningún
gobierno de la derecha o de Maduro o el chavismo con todo su pacto
con sectores de la burguesía, podrá gobernar de manera estable o
resolver los problemas fundamentales de la sociedad, por lo que sacar
una conclusiones derrotista del proceso es un error; pero sin duda
que para la izquierda revolucionaria y los trabajadores hoy, su fase
será de resistencia y de reorganizaciones de sus fuerzas sacando las
lecciones de estos 15 años y preparándonos para un nuevo periodo de
luchas que estarán pronto por iniciarse y que a escala global a
pesar de sus retroceso en algunos países, continua su marcha.

La
Brecha-
¿Cuál
es el programa y propuestas de Socialismo Revolucionario-CIT ante
esta situación?


JR:
En el artículo que hacemos referencia en esta entrevista, esta
expresado lo que acá ustedes nos preguntan, sin embargo, creemos que
como programa revolucionario es clave frenar el proceso de
derechización del proceso bolivariano y defender y proteger las
conquistas que en estos años se han logrado, como son la salud y la
educación como derechos universales y gratuitos. Pero también
planteamos que se socialice, democraticen los medios de producción,
que el poder popular, los trabajadores sean los reales protagonista
en los procesos de toma de decisiones. Que la política se construya
de abajo hacia arriba y no al revés, que la política sea para las
mayorías y no para solo empresarios y políticos que bajo discursos
populista y demagógicos de democracia y justicia social, son los que
al final se quedan con todo y solo le dan migajas a los trabajadores
y el pueblo. Planteamos que sin duda no habrá un cambio radical
posible en Venezuela o ningún otro pueblo, nación hermana, sino la
articulamos, es decir si no comprendemos que debe ser internacional;
ya que luchamos contra un sistema globalizado, internacional. Bajo
sus propios matices los problemas y las penurias de la clase
trabajadora hoy en Venezuela es la misma en el Estado Español,
Estados Unidos, China, etc.

Un
abrazo clasista, solidario y socialista revolucionarios hermanos y
hermanas. JR SR-CIT Venezuela.

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