Manifestación masiva del 14N en Madrid

Hay que intensificar y escalar la lucha contra los recortes en
el Estado español y en toda Europa.

18/11/2012, Declaración de Socialismo Revolucionario

Al igual que en el 29S y
en el 29M, la Huelga General del 14N ha sacudido la sociedad, con un
seguimiento de la huelga cifrado por los sindicatos en el 77%, y que
se pudo notar especialmente en sectores como el del transporte y la
industria, donde la clase trabajadora se encuentra más sólidamente
organizada. Muchos que no pudieron hacer la huelga, debido al temor
de perder su puesto de trabajo en sectores con menos penetración
sindical – servicios, hostelería, etc. – participaron, sin
embargo, en las enormes manifestaciones. Hubo millones de
participantes en todo el estado, cinco millones según los
sindicatos, con más de un millón tanto en Madrid como en Barcelona.
En algunos lugares, como en Galicia, se dieron las mayores
manifestaciones de su historia e incluso las manipuladas cifras
oficiales (45.000 manifestantes en Ferrol, 60.000 en A Coruña) nos
dan una idea del carácter histórico de estas manifestaciones.

En las empresas
industriales claves del país, y en el transporte (si tomamos en
cuenta los servicios mínimos pactados – por desgracia) la huelga
fue de casi el 100%. En eso, tanto como en la paralización de los
centros de la ciudad, el 14N se ha convertido en una nueva muestra de
que en este país, tanto como en otros, ni una rueda fundamental de
la economía se puede mover sin el permiso de la clase obrera
organizada.

Casi el único “punto
negro” del día, fue el rechazo de la convocatoria por la dirección
de los sindicatos mayoritarios en Euskadi, lo que supone un
sectarismo absurdo, sobre todo teniendo en cuenta el carácter
realmente internacional del día de lucha. A pesar de eso, las bases
de dichos sindicatos mostraron una gran determinación en la lucha y
en fábricas importantes, como la de Volkswagen en Pamplona, hicieron
huelga de todas formas. En eso, vimos un ejemplo importante de como
la base del movimiento obrero está dispuesta a avanzar en su lucha a
pesar de sus “dirigentes” cuando sea necesario. Es una tendencia
que hay que fortalecer, y que veremos crecer próximamente.

El éxito de estas
movilizaciones, al igual que el seguimiento de la huelga por parte de
millones de trabajadores, muestra a las claras que no estamos
dispuestos a soportar las condiciones de miseria, paro, pérdidas de
derechos y destrucción de nuestros servicios públicos que nos están
imponiendo el gobierno del PP al dictado de los mercados. Sin
embargo, tenemos que aprender de las pasadas huelgas generales, y
continuar la lucha para que el 14N no se convierta en otra acción
simbólica que los líderes de los sindicatos mayoritarios, CCOO y
UGT, utilicen como válvula de escape de nuestra rabia para volver a
desmovilizarnos. Después del 29M, esta táctica desmovilizadora nos
llevó a que el trámite parlamentario de la Reforma Laboral
destruyera aún más los derechos de los trabajadores, y esto después
de que Toxo y Méndez solamente consideraran esta vía parlamentaria
para “mejorar” la Reforma Laboral, en lugar de confiar en la
fuerza de la clase trabajadora organizada para conseguir echarla
abajo.

Ahora, nos encontramos
con un caso parecido. El jueves, las direcciones de CCOO y UGT ya
estaban anunciando el gran éxito de la movilización, y pedían al
gobierno que cambie su política económica… o que si no busque “el
aval de la ciudadanía” a través de un referéndum. Por supuesto,
no vamos a conseguir ningún cambio en estas políticas, a no ser que
se dé una lucha sostenida y escalada de los trabajadores que
supongan una verdadera presión. Esto se ha visto, por ejemplo, en
relación con el drama de los desahucios. Las medidas tomadas por el
gobierno el día siguiente de la huelga general, aunque limitadas,
sólo han podido darse después de una gran movilización a través
de acciones directas para detener desahucios, concentraciones y
ocupaciones de sedes bancarias, etc.

De la misma forma,
tenemos que seguir luchando contra este gobierno de recortes y
miseria hasta derribarlo, y contra aquellos que nos intentan
desmovilizar. Iniciativas locales de varias plataformas y colectivos
han formado comités de huelga, muchas veces alrededor de asambleas
del 15M, para organizar a los trabajadores, y éstas deben extenderse
a todos los barrios y localidades, pero también a todos los centros
de trabajo y de estudio. Estas asambleas deben servirnos para
organizar desde las bases una estrategia combativa y vencer la
estrategia desmovilizadora de las direcciones sindicales. Algunos
sindicatos minoritarios ya están proponiendo una nueva jornada de
huelga general como parte de esta estrategia contra la “austeridad”
del PP y de los diferentes gobiernos autonómicos, por ejemplo Co.bas
Canarias está proponiendo una nueva huelga general para principios
del 2013. Desde Socialismo Revolucionario proponemos que esta nueva
huelga general sea de 48 horas para que suponga el primer paso en la
escalada de nuestras acciones. Los encierros de trabajadores que se
están extendiendo por los hospitales de Madrid en contra del ataque
frontal del gobierno del PP, pueden añadir otro elemento y una nueva
fuerza a la estrategia de lucha de nuestra clase: la de ocupaciones
de centros de trabajo, ministerios, ayuntamientos, etc, para resistir
despidos, privatizaciones y recortes y efectivamente paralizar los
ataques del gobierno y la patronal.

Estas asambleas también
deben servir para que los trabajadores podamos establecer los
servicios mínimos democráticamente, libres de las presiones de los
diferentes gobiernos que imponen muchas veces servicios mínimos
abusivos. Las grandes diferencias en los niveles de servicios mínimos
del mismo sector entre diferentes comunidades, no dependen por seguro
de las necesidades de los trabajadores en cada zona de España, sino
de estas presiones e imposiciones.

Como ha mostrado el gran
escándalo de los desahucios, el gobierno se encuentra ahora en una
posición mucho más débil que el 29M que se reflejó en su intento
de calmar la situación en torno a los desahucios. El clamor contra
los desahucios y la actual y abusiva ley hipotecaria se ha dado
incluso desde sectores tan impensables como los jueces, la policía,
e incluso desde el propio PP, en la figura de la Defensora del
Pueblo, y marquesa, Soledad Becerril. Aunque el PP pretenda seguir
agarrándose al poder a través de la mayoría absoluta de las
pasadas elecciones, su situación solamente puede seguir
debilitándose, y abre la posibilidad de un cambio de gobierno, y de
que los trabajadores podamos conseguir un gobierno que realmente
luche por nuestros intereses. Para ello es necesario que los
trabajadores contemos con una representación política armada con un
programa verdaderamente socialista que rechace el pago de esta deuda
injusta e ilegítima que nos quieren hacer pagar, y la
nacionalización de la banca y de los sectores claves de la economía.
Con estos recursos en manos públicas, en lugar de unas pocas manos
privadas, se podrán garantizar las necesidades de los trabajadores
(renta básica, educación, sanidad, vivienda, trabajo digno, etc) a
través de una economía democráticamente planificada.

Además del plano
estatal, hay que destacar que el 14N ha supuesto la primera Huelga
General ibérica, además de huelgas generales de horas en todo el
sur de Europa (Grecia e Italia), y de otras acciones en países
centrales de Europa como en Bélgica (paros sectoriales), Alemania y
Francia (manifestaciones). Esta extensión de la lucha en Europa es
histórica y pone sobre la mesa la cuestión de la convocatoria de
una Huelga General europea contra la Europa pro-capitalista que
castiga a los trabajadores de todos sus países para calmar a los
“mercados”, y por la creación de una nueva Europa de los
trabajadores que defienda los intereses de la gran mayoría y no de
la oligarquía empresarial y financiera.

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