Se necesita un claro programa socialista de lucha

21/06/2012, Nicos Anastasiades, Xekinima (CIT en
Grecia)


El alivio de los líderes capitalistas que asistieron a la cumbre del G20 en
México no duró mucho. Unas horas después de la estrecha victoria en las
elecciones griegas del partido pro-austeridad Nueva Democracia, las subidas en
la bolsa terminaron y los bonos españoles de deuda pública superaron el 7% de
interés, un record desde la entrada en el euro. 

La crisis capitalista solamente puede
causar mayor sufrimiento y miseria para millones de personas en Grecia y fuera
de Grecia. Y como concluye el siguiente artículo sobre las elecciones en
Grecia, solamente la lucha por una alternativa socialista puede terminar con
esta pesadilla.

El resultado de las elecciones en Grecia
ha dejado a la mayoría de la población con sentimientos encontrados. Por una
parte, está la victoria del partido de derechas Nueva Democracia, que realizó
una enorme campaña de miedo y fue capaz de reunir a todos los elementos
conservadores de la sociedad. Sin embargo, los partidos que explícitamente
apoyaron las condiciones del rescate de la Unión Europea (UE), el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (la ‘Troika’)
obtuvieron menos del 50% de los votos.

Por otra parte, el partido de izquierdas
Syriza, aunque no fue el partido más votado en las elecciones y por lo tanto no
obtuvo el bono de 50 diputados adicionales, consiguió el 27% de los votos, el
mayor apoyo electoral que cualquier partido de izquierdas ha conseguido en
Grecia en las últimas décadas.

El partido neo-nazi Amanecer Dorado, de
forma alarmante, ganó casi el 7% de los votos.

Estos resultados reflejan las tensiones
políticas que han sacudido a Grecia durante los últimos dos años y medios como
resultado de la crisis económica y del impacto de las políticas de la ‘Troika’.

Nueva Democracia

¿Cómo pudo Nueva Democracia, asociada con
las durísimas medidas de austeridad, emerger de las elecciones como el partido
más votado?

Ésta fue una de las elecciones más
polarizadas, probablemente la más polarizada, desde los años 1980. Nueva
Democracia (ND), acompañados por representantes de la UE y el FMI, medios de
comunicación nacionales e internacionales, instituciones de la clase dirigente
y todos los demás partidos capitalistas, llevaron a cabo una enorme campaña de
miedo.

“Si Syriza gana las elecciones nos
expulsarán del euro”… “Habrá una catástrofe social”… “No habrá medicinas o
gasolina”… fueron algunas de las frases normalmente utilizadas por los
portavoces de ND.

ND consiguió incrementar su voto desde el
19% de las últimas elecciones a cerca del 30%, pero esto no se basó en una base
de apoyo a su programa.

La cuestión del futuro de Grecia en el
euro y la deuda de Grecia fueron el foco principal de la campaña de miedo de
ND. Utilizaron el temor de muchos trabajadores de que Grecia es una economía pequeña
y no podría sobrevivir ‘aislada’ de la Eurozona y de la UE. Según las
encuestas, un tercio de la población votó teniendo como mayor preocupación el
asunto del euro. A la propaganda de ND ‘ayudó’ Syriza, cuyos líderes no tenían
una posición clara sobre esta cuestión, e hicieron propuestas diferentes,
creando confusión entre grandes secciones del electorado.

Pero la única cuestión no fue la del
euro. Syriza fue declarada ‘la raíz de todos los males’. Nueva Democracia acusó
a Syriza de estar vinculada al terrorismo, la violencia política y la
corrupción. Esta caza de brujas al estilo de McCarthy tenía como objetivo
movilizar a los elementos más reaccionarios de las generaciones más mayores.

Protestas en Grecia durante las elecciones generales del 18 de junio. Imagen de «RT free video».

Hubo una clara división en los resultados
electorales dependiendo de la edad. Entre los votantes mayores de 55 años,
Nueva Democracia y Pasok lograron más del doble de porcentaje de votos que
entre los votantes de entre 18 y 54 años.

También hubo una diferenciación muy clara
entre los votantes de áreas ricas (por ejemplo, en Ekali, un barrio acaudalado de
Atenas, Nueva Democracia consiguió el 70%, y Syriza el 6,5%) y las pobres (en
Nikaia-Renti, una zona obrera, Syriza obtuvo el 38% de los votos y Nueva
Democracia solamente el 17%).

Antonis Samarás, el líder de ND, declaró
después de los resultados que Grecia “honrará sus acuerdos firmados”, es decir,
continuará por la senda de la austeridad. Por supuesto, debido al enorme voto
combinado de los partidos anti-recortes, también se vio forzado a hablar de la
necesidad de “políticas de crecimiento”, y dijo que tratará de negociar con la
Troika una política económica menos estricta.

Está claro que la nueva coalición
liderada por ND será un gobierno de crisis y de ataques a los trabajadores y se
enfrentará a grandes luchas. Los capitalistas dentro y fuera de Grecia y los
banqueros no tienen un acercamiento ‘humanitario’ al drama griego. Continuarán
imponiendo brutales políticas de recortes, aunque quizá a un ritmo más lento o
con un envoltorio más agradable.

El nuevo gobierno continuará provocando
enormes luchas de los trabajadores y movimientos sociales. Ahora, sin embargo,
estas luchas tendrán una perspectiva política, la de llevar al poder un
gobierno de izquierdas. Esto aumentará la combatividad y la determinación de
las masas. Incluso si no ocurre inmediatamente, el sentimiento fundamental es
el de decepción por la victoria de ND.

El voto a la izquierda

Es quizá la primera vez en la historia
griega que el segundo partido en unas elecciones lo ha celebrado más que el
primero. Syriza dio un gran salto, desde el 4,6% (315.627 votos) en las
elecciones de 2009, al 16.78% (1.061.282 votos) en las elecciones del 6 de mayo
y a casi 27% (1.655.053 votos) el 17 de junio. 

Esto muestra el gran potencial
de la izquierda de crecer durante periodos de crisis.

Syriza se convirtió en el mayor polo de
atracción cuando puso en cuestión el poder, demandando un “gobierno de
izquierdas” y desafiando a Nueva Democracia en sus eslóganes contra el rescate
y la austeridad. Al hacer esto, Syriza dio esperanzas a grandes secciones de
los trabajadores y los jóvenes, que vieron una alternativa a la pesadilla
impuesta a la sociedad griega durante los últimos dos años.

En las vísperas a las elecciones, había
una tendencia clara hacia Syriza, pero ésta no era entusiasta. Syriza llegó al
27% de apoyo en las encuestas justo después de las elecciones del 6 mayo. Esto
significa que en el mes anterior a las elecciones no consiguieron aumentar su
apoyo, mientras ND ganaba terreno constantemente.

Por una parte, la gente vio a Syriza como
la única alternativa para castigar a los “partidos del memorándum”. Por otra
parte, no vieron que Syriza propusiera una alternativa clara a las políticas
implementadas.

La dirección de Syriza mantuvo una
distancia clara con respecto a un programa socialista, que es la única manera
posible de salir de la actual crisis. En realidad, tendieron a diluir el
programa de Syriza en las semanas antes de las elecciones y a moverse a la
derecha.

Una de las principales tareas a las que
se enfrenta Syriza, por lo tanto, es la de hacer un debate político serio sobre
el programa que presentan.

La deficiencia básica de Syriza es que no
tiene un programa socialista plenamente desarrollado contra la crisis. Propuso
algunos elementos radicales, pero estos fueron recortados mientras se iba
acercando la fecha de las elecciones (por ejemplo, la demanda de
“nacionalización de los bancos” se convirtió en “control público sobre el
sistema bancario” y el eslogan “por un gobierno de la izquierda” cambió a “un
gobierno de todos los griegos”).

Xekinima, la sección griega del CIT, que
hizo campaña por un voto a Syriza, propuso un programa socialista claro. Éste
incluía el final de la austeridad, el no pago de la deuda y la nacionalización
de los grandes bancos y las principales bases de la economía bajo el control y
gestión democrática de los trabajadores. 

Parte del problema de Syriza fue también
que sus principales portavoces dijeron cosas diferentes. ND usó éste
‘multilingüismo’ para acusar a Syriza de carecer de una orientación clara. No
estaban completamente equivocados en este sentido.

Syriza tomó parte en las elecciones con
un programa que creaba ilusiones de que un cambio en política puede conseguirse
sin chocar con el gran capital de Grecia y Europa. Esto alienó a algunos de las
secciones políticamente más conscientes de la clase trabajadora (quienes
votaron por Syriza, pero tuvieron serias dudas), y alimentó el miedo entre
otros votantes de la clase trabajadora de que Syriza podría convertirse en un
‘nuevo Pasok’, prometiendo muchas cosas que no pueden cumplir.

Otra debilidad de Syriza es que no tiene
raíces profundas en los centros de trabajo o los barrios. Hubo un intento de
organizar reuniones locales antes de las elecciones, y en algunos eventos hubo
un gran número de participantes, pero la visión general era que las decisiones
se tomaban desde la dirección de Syriza.

La gran caída de votos del KKE (Partido
Comunista), que perdió el 50% de sus votos desde el 6 de mayo, y de la
formación anticapitalista Antarsya, que perdió el 75%, llevó a que Syriza fuera
la fuerza dominante de la izquierda en Grecia.

¿Pero puede Syriza reemplazar su programa
de ilusiones y confusiones reformistas con un programa socialista que sea un
vehículo para que las masas tomen el poder? ¿O no conseguirán desarrollar su
potencial y estarán en peligro de que los ‘absorba’ políticamente el sistema?

Xekinima, que participó en las organizaciones
locales de Syriza, intenta jugar un papel en este proceso, trabajando con las
bases de Syriza y desarrollando alianzas, en un intento por empujar a Syriza a
la izquierda. 

 

La amenaza neo-fascista  

La consolidación de cerca del 7% de los
votos para los matones neo-nazis de Amanecer Dorado en una señal de alarma para
todos los trabajadores y progresistas en Grecia y Europa. Su ‘campaña electoral’
fue una mezcla de violencia, amenazas y canibalismo político.

Su voto vino de una parte de la población
que está desesperada y alienada debido a la crisis social y económica, sin
ninguna experiencia política previa, y desorientada y confundida políticamente.

La tristemente célebre paliza a la
diputada del KKE, Liana Kaneli, en televisión y en directo, que sacudió a una
gran parte de la población, parece que en realidad ayudó a Amanecer Dorado a
llegar a esa parte de la población que busca ‘soluciones radicales e
inmediatas’ contra el sistema político en su conjunto. Su propaganda también se
basó en el aumento de la criminalidad, que ellos tratan de vincular con la
inmigración.

Ahora, la posición de Amanecer Dorado se
fortalecerá, y la izquierda debe unirse para formar comités anti-fascistas en
cada ciudad, barrio y centro de trabajo para detener su avance.

 

Nuevo periodo

En los próximos meses Grecia continuará
siendo el eslabón más débil de la cadena débil de la UE. Una coalición de
gobierno de partidos pro-austeridad no solventará ninguna de las dificultades
sino que continuará empobreciendo al ya empobrecido pueblo griego. Esto en
algún momento provocará una resistencia masiva y renovada de la clase
trabajadora.

Xekinima realizó una gran campaña para apoyar
a Syriza en las elecciones, y al mismo tiempo propuso firmemente la necesidad
de un programa claramente socialista. Nos enfrentaremos a las siguientes
batallas con determinación para acabar con este sistema corrupto y sentar las
bases de una sociedad socialista.

 

Visita
de solidaridad del diputado europeo del CIT  

Paul Murphy, el diputado irlandés del Partido
Socialista (CIT en Irlanda) estuvo en Grecia durante las elecciones como parte
del grupo de parlamentarios europeos de izquierdas que apoyaban a Syriza. Paul
publicó lo siguiente en su blog inmediatamente después del resultado electoral:

“La victoria estrecha de Nueva Democracia
llega después de una campaña increíble de terror contra el pueblo griego, que
supera con mucho a la campaña que soportó el pueblo irlandés durante la campaña
el referéndum (N.T.: referéndum sobre el pacto fiscal europeo celebrado el 31
de mayo). Los poderes establecidos políticos, económicos y mediáticos tomaron
una decisión consciente, en colaboración con sus socios europeos, de
representar estas elecciones como un referéndum sobre el abandono del euro, y
así asustaron a la gente para que votara a la derecha.

La victoria de esta noche pronto se
mostrará pírrica y el poder establecido político la disfrutará por poco tiempo.
Cualquier gobierno de derechas que se forme se enfrentará a tal resistencia en
las calles y en los centros de trabajo, junto con una oposición de izquierdas
en el parlamento enormemente fortalecida, que no será capaz de implementar el
nivel de recortes que demanda Merkel y compañía”.

El sistema de salud se hunde bajo los recortes  

Los servicios públicos griegos se están hundiendo bajo los terribles golpes
de la recesión y la austeridad. 

El servicio de salud ha sufrido un recorte del 40% en los fondos para los
hospitales, incluyendo un enorme recorte en puestos de trabajo. Los
trabajadores del sistema público de salud han visto un recorte de sus nóminas
mensuales de cientos de euros.

Los hospitales están exprimiendo el abastecimiento de medicinas esenciales,
están cancelando operaciones no urgentes y racionando los tratamientos. Los
recortes también han causado un incremento abrupto de los casos de VIH/Sida y
malaria.

Por si esto no fuera suficiente, la situación de los pacientes del hospital
psiquiátrico en la isla griega de Leros es realmente desesperada. Las
informaciones dicen que el próximo mes el hospital no tendrá suficiente comida
para alimentar a sus 400 pacientes. La crisis financiera causó que el gobierno
no pagara los 8 millones de euros que se le deben al hospital del fondo de la
seguridad social. Y como consecuencia, el hospital no puede pagar a sus
proveedores.

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