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14/09/2011, Philip Stott, Partido Socialista Escocia (CIT en Escocia), publicado originalmente el 08/09/2014 en www.socialistworld.net. 


“En
las últimas 4 semanas el apoyo a la unión se ha evaporado a un ritmo
sorprendente. La campaña por la independencia ha invadido el territorio del
“No” con un ataque relámpago” (Peter Kellner, YouGov). 


Por primera vez durante la campaña una
encuesta de opinión ha posicionado al “Sí” por delante con un 51% de la
intención de voto. La encuesta de YouGov para el “Sunday Times”, publicada el 6
de septiembre, ha sacudido al sistema político y económico en Gran Bretaña.

Horas después de su publicación, George
Osborne anunció que los conservadores, laboristas y liberal-demócratas habían
acordado un “plan de acción” que daría “más poder a Escocia en cuestiones como
impuestos, presupuestos y estado del bienestar”. 
Esta
concesión, cuando ya más de 500.000 personas han votado por correo, muestra el
nivel de pánico dentro de la campaña del “No”.

Enormes errores de cálculo

Irónicamente, los
líderes del SNP (Partido Nacionalista de Escocia) habían ofrecido en 2012 un
referéndum con múltiples opciones que incluiría la cuestión de más competencias
sobre las que ya tiene Escocia. Esta fue rechazada por el gobierno de coalición
de conservadores y liberal demócratas y por los laboristas, que con una actitud
prepotente consideraron que podrían infligir una derrota decisiva al SNP y
eliminar completamente la amenaza de la independencia. Ahora están pagando las
consecuencias de este error colosal.  

Como escribió el
comentarista y consejero capitalista Andrew Rawnsley en el periódico “Observer”
el pasado fin de semana: “Estoy seguro de que hubiera habido una gran mayoría a
favor de una maximización de las competencias si se hubiera ofrecido esta
opción. Por lo tanto, mi conclusión es que si Escocia vota por la independencia
del Reino Unido, una generación de políticos de Westminster tendrán que
reflexionar en sus memorias post-dimisión sobre por qué fueron tan lentos para
detectar esto y darle una respuesta adecuada.”

Incluso si gana el “No”
el próximo jueves, está claro que será inevitable conceder nuevas competencias
a Escocia, a las que rápidamente podrían seguir nuevas demandas para otro
referéndum por la independencia, como ocurrió en Quebec en los 1990.

Una revuelta contra la élite política

Actualmente hay una
posibilidad clara de una mayoría de votos a favor de la independencia. No hay
ninguna duda de que ha habido un trasvase significativo de apoyo hacia el “Sí”,
especialmente en las zonas obreras de Escocia. Como Partido Socialista Escocia
ha explicado muchas veces, cientos de miles de personas ven el referéndum como
un voto de castigo contra la élite política que está implementando recortes en
nombre de las grandes empresas.

La encuesta de YouGov
subraya este punto. En las últimas 4 semanas el apoyo al “Sí” se ha incrementado
en los votantes laboristas del 18% al 35%; para los menores de 40 años, del 39%
al 60%; y entre la clase trabajadora, del 41% al 56%. El apoyo a la
independencia también ha crecido entre las mujeres del 33% al 47%.

Grandes sectores de la
clase trabajadora están tomando la oportunidad de votar “Sí” para contraatacar
a la odiada élite política de Westmister que es responsable de los recortes en
subsidios, los salvajes recortes en el sector público, y los sueldos
congelados. Este voto se ha convertido en una revuelta masiva de las víctimas
de las políticas de austeridad contra sus enemigos de clase.

En la ausencia,
temporal, de acciones masivas organizadas por los sindicatos contra los
recortes (defendida por el Partido Socialista como una estrategia vital para
detener la marea de los recortes), el referéndum se ha convertido en una
representación de la lucha de clases, reflejando la gran ira de las masas y su
deseo de un cambio económico y social.

Participación masiva

La semana pasada miles
de personas hicieron cola en las oficinas municipales de toda Escocia para
asegurarse de que estaban incluidos en el censo antes de que terminara el plazo
para registrarse. Se estima que en los últimos dos meses se han registrado más
de 300.000 votantes, y se espera un nivel sin precedentes de participación de
más del 80% en el referéndum.

El legado de Thatcher,
la criminalidad del impuesto sobre el sufragio (“poll tax”), las huelgas de los
mineros, el desempleo masivo, la destrucción de comunidades bajo los tories… todo
esto son fuerzas que empujan a un voto por la independencia. “Ahora es nuestro
turno” es una opinión muy común y extendida. El capitalismo británico está
pagando por sus crímenes pasados y presentes.

Rechazo de los políticos establecidos

Los líderes laboristas,
que prometen la misma austeridad que están implementando los tories, son casi
igual de odiados. El odio y el asco expresado en las reuniones públicas contra
Ed Miliband, Alistair Darling y especialmente Tony Blair, es atroz. Las
encuestas también son una prueba concluyente. El 61% de los escoceses no confía
en Alistair Darling, el líder de la campaña “Better Together” (“Mejor Juntos”).
El 67% desconfía de Ed Miliband, al que le va solamente un poco mejor que a
David Cameron, cuyos niveles de desconfianza llegan al 73%.

Pero tampoco inspiran
confianza los líderes del SNP, ya que el 58% no confía en las palabras de su
líder, Alex Salmond. La plataforma política del SNP promete recortar el
impuesto de sociedades para las grandes empresas y está buscando un pacto de
austeridad sobre la moneda con el Banco de Inglaterra que significaría
implementar los recortes de los tories mientras estén en el poder. Por lo
tanto, la clase trabajadora no los ve como un partido en el que puedan confiar.

Por esta misma razón,
como anticipó el Partido Socialista Escocia hace dos años, se ha abierto un
gran espacio a la izquierda del SNP y los líderes de la campaña oficial por el
“Sí”. El debate del referéndum ha llevado a un extenso interés por las ideas
políticas, sobre cómo construir una Escocia “mejor y más justa”. ¿Cómo terminar
con los recortes, subir el salario mínimo y defender los servicios públicos?

La respuesta de la
campaña “Hope Over Fear” (Esperanza contra el Miedo) con Tommy Sheridan, en el
que Partido Socialista Escocia juega un rol primordial, ha supuesto una
expresión concreta de este deseo de cambio definitivo.

Las reuniones a las que
se ha dirigido Tommy Sheridan han tenido el carácter de grandes asambleas de
una clase trabajadora enfadada y enérgica. Su condena del sistema capitalista y
sus demandas de que bajo la independencia se termine con los recortes, y de que
los recursos económicos del petróleo y la infraestructura energética
privatizada deben ser de propiedad pública para implementar un salario digno y
terminar con los contratos de cero horas recibe vítores y aplausos entusiastas.

El punto de referencia
en el que Sheridan se ha convertido durante la campaña es una expresión de la
necesidad de un partido de la clase trabajadora combativo que pueda liderar
exitosas campañas, como la campaña contra el impuesto sobre el sufragio de
final de los años 80 y principios de los 90.

Sin solución capitalista

Partido Socialista
Escocia también lucha por el tipo de reformas y mejoras para la clase
trabajadora que correctamente demanda Tommy Sheridan. Sin embargo, también
explicamos, de manera clara, que en una Escocia independiente bajo el
capitalismo la austeridad no terminaría. De hecho, Alex Solmond y SNP están
preparados para continuar con los recortes después del referéndum, sea cual sea
el resultado. Las políticas socialistas son esenciales para alcanzar el final
de la austeridad como hemos subrayado en nuestro programa por una Escocia
socialista. Éstas han sido distribuidas y articuladas ampliamente durante la
campaña.

Una demanda central de
este programa es forjar una respuesta unificada de la clase trabajadora a los
recortes capitalistas, no solamente en Escocia sino también en Inglaterra,
Gales e Irlanda del Norte. Para dar la vuelta a las políticas de recortes y
privatizaciones es vital la solidaridad de clase de los sindicalistas a través
de una campaña de masas coordinada en toda Gran Bretaña. Y también lo es la
demanda de la construcción de un nuevo partido de masas de la clase trabajadora
que represente los intereses de la mayoría trabajadora.

La idea que muchos en la
izquierda plantean, incluyendo Tommy Sheridan, 
es que es posible hacer una transición a una forma de capitalismo
socialmente más justa. Esto se resume en el documento “Common Weal (Bien Común)
que propone el “modelo nórdico” de Noruega, Dinamarca y Suecia para una Escocia
más justa.

Nosotros hemos
contestado a este documento explicando que dada la escala de la crisis
económica no hay posibilidad de una mejora sostenida y a largo plazo de las
condiciones de la clase trabajadora dentro del marco del capitalismo.
Necesitamos construir un movimiento de masas de sindicatos y de sectores más
amplios de la clase trabajadora para derrotar la agenda de recortes, y esto
vinculado con la lucha por derrocar el capitalismo introduciendo políticas
socialistas decisivas.

No es posible volver al
crecimiento económico sin precedentes de después de la Segunda Guerra Mundial
sobre el que se construyó el modelo socialdemócrata nórdico. Hoy, el
capitalismo trata de conducirnos a una erradicación de las pasadas conquistas
de la clase trabajadora, incluyendo en los países nórdicos.

¿Y ahora qué?

Diez días antes de que
comience la votación el resultado del referéndum se encuentra en el filo de la
navaja. Una mayoría del “Sí” tendrían efectos sin precedentes en la élite
capitalista británica y traería consecuencias trascendentales. Cameron podría
verse obligado a dimitir y los tories podrían caer en una crisis, acelerando
una posible escisión hacia el Ukip. Como explicó el comentarista político
Martin Kettle el lunes 8 de septiembre en el periódico “The Guardian”, “Este
fin de semana lo impensable se ha abierto paso a codazos en la agenda política británica.
No hay ningún otro asunto ahora en la política británica que importe. Estos
puede que no sean los diez días que sacudirán el mundo, como llamó John Reed a
la Revolución Rusa. Pero serán los 10 días que podrían cambiar toda nuestra
vida, sacudiendo al pueblo y al estado británico hasta sus cimientos.”

Los capitalistas, para
evitar lo que sería un desastre para ellos, podrían proponer nuevas concesiones
de competencias. El “Proyecto Miedo” (mote de la campaña oficial por el “No”)
se intensificará de nuevo hasta el próximo jueves. La reina ha declarado que
está “horrorizada” por las encuestas, y “preocupada” sobre su posición
constitucional si gana el “Sí”. También podría haber una intervención militar
británica en Siria e Irak antes del 18 de septiembre, que podría tener
influencia en el voto. Y continuarán las advertencias funestas sobre un colapso
financiero y económico.

El Partido Laborista
caería en una crisis después de una victoria del “Sí”. Como comentó Paul Mason:
“Si la mañana del 19 de septiembre nos levantamos con las noticias de una gran
ventaja para la independencia, los niveles de conmoción en los círculos
oficiales serán extremos. Pero aún más traumatizados estarían los laboristas.
La perspectiva de una mayoría laborista en el gobierno de Westminster después
de 2016 sería remota.”

En realidad, si los
laboristas adoptaran un programa combativo socialista y ofrecieran una clara
alternativa a la austeridad, obtendrían una mayoría en Westminster (incluso sin
los parlamentarios escoceses). Lo que está minando las posibilidades de una mayoría
laborista en el gobierno es la fidelidad servil de Miliband y Edward Ball
(representante sobre Hacienda de los laboristas) a las políticas capitalistas y
a los presupuestos de los tories. Por esto los sindicatos deberían liderar la
construcción de un nuevo partido de las masas trabajadoras de forma urgente.

El Equipo Escocia

Los líderes del SNP ya
se están moviendo para intentar incluir a figuras laboristas como Alistair
Darling y Johann Lamont en el llamado Equipo Escocia, al igual que liberal demócratas
y tories. Equipo Escocia es el organismo que negociaría con el gobierno
británico los términos de la independencia. Esto es parte de un intento del SNP
de enfriar las entusiastas expectativas de grandes secciones de la clase
trabajadora en Escocia que demandarán un cambio real y fundamental después del
referéndum.

Los socialistas y
sindicalistas deben oponerse a que se dejen estas negociaciones de vital
importancia, sobre asuntos como la moneda y los poderes de una Escocia
independiente, a los políticos pro-recortes. Por el contrario, nosotros
demandaríamos elecciones democráticas para ese organismo, abierta a todos,
incluyendo la presentación en estas elecciones de candidatos sindicalistas y
socialistas que llevarían las demandas independientes de la clase trabajadora a
estas conversaciones. Entre estas demandas estarían la devolución de 4.000
millones de libras robadas de los servicios públicos escoceses como resultado
de las políticas de austeridad de los tories desde 2010.

Sea cual sea el resultado
del referéndum, la demanda de que no se recorte ni un penique más de los
presupuestos de Westminster muy probablemente crecerá. El voto por el “Sí”
podría llegar hasta 2.000.000 de personas que estarían buscando un final a los
recortes de servicios y salarios. Aun así está claro que los líderes del SNP
están preparándose para seguir recortando en más de 3.000 millones de libras en
los próximos dos años. Los sindicatos deberían inmediatamente demandar el final
de todos los recortes en Escocia, y vincular esto con una campaña masiva de
huelgas generalizadas y coordinadas contra las políticas de austeridad.

Seguir construyendo la alternativa

Hay una necesidad
urgente de construir sobre el enorme potencial que hemos visto durante el
referéndum entre cientos de miles de personas de la clase trabajadora que están
buscando una salida a la austeridad capitalista. Debemos seguir construyendo
sobre la respuesta de la clase trabajadora a la campaña Esperanza contra el Miedo
y la reemergencia de la figura de Tommy Sheridan para ayudar a proporcionar una
voz política más fuerte para el socialismo después del referéndum.

Partido Socialista
Escocia ha ayudado a iniciar la conferencia por una coalición escocesa de
sindicalista y socialistas el 1 de noviembre en Glasgow. Esta tiene como
objetivo unir a todos aquellos que quieran construir una alternativa electoral socialista
y de la clase trabajadora contra los recortes.

Después de un voto por
la independencia podría haber movimientos para establecer un partido o
coalición de izquierda con algunas de las fuerzas pro-independencia. Esta
podría iniciarse con algunos de los líderes de la campaña “Radical
Independence” (Independencia Radical) y algunos de los académicos alrededor del
documento Bien Común. Sin embargo, si se basa en el programa del Bien Común (y
su probable falta de orientación de clase) no hay seguridad de que esto sea un
paso adelante para resolver la falta de representación política de la clase
trabajadora.

Cualquiera que sea el
resultado de la votación del próximo jueves, el terreno político habrá cambiado
decisivamente en Escocia. La tarea urgente de capitalizar y canalizar el gran
odio que se ha hecho evidente en una lucha de masas para terminar con la
política de recortes y fortalecer las ideas del socialismo en Escocia
necesitará aumentar después del 19 de septiembre.

Partido Socialista Escocia apoya el “Sí” y que la
independencia sea usada para:

• Nacionalizar,
bajo control y gestión democrática de los trabajadores, las industrias del gas
y el petróleo, las energías renovables y los sectores más importantes de la
economía escocesa. Esto liberaría miles de millones de libras para invertirse
en programas de creación de empleo y la reconstrucción de los servicios
públicos.

• Poner
el sector financiero bajo propiedad pública y bajo el control democrático de
los trabajadores

• Renacionalizar
el abastecimiento de gas y electricidad y el transporte y los sectores
privatizados de la economía


Aumentar los impuestos a los más ricos y las grandes empresas. Incrementar el
salario mínimo y terminar con los ataques contra el estado del bienestar.


Salarios decentes y fin de los contratos de cero horas

• No
a la OTAN. “Trident” (programa de misiles nucleares británico) y todas las
armas de destrucción masiva fuera de Escocia. Inversión en empleos socialmente
útiles.

• Abolición
de todas las leyes anti-sindicatos

• Los
sindicatos deben romper con el laborismo y construir un partido de masas de los
trabajadores

• Revertir
todos los recortes. El gobierno escocés debe representar a las personas
trabajadoras, desempleadas y pobres que defienden los puestos de trabajo, los
salarios, los servicios públicos y pensiones y rechazan hacer recortes que les
hagan pagar por la crisis.

• Por
un plan socialista de producción en una Escocia independiente y socialista como
parte de una confederación voluntaria con Inglaterra, Gales e Irlanda como un
paso hacia una Europa socialista

Gran
asistencia para escuchar a Tommy Sheridan y los argumentos socialistas por la
independencia

La reunión pública en Dundee del 4 de septiembre “Esperanza contra el Miedo
– Argumentos Socialistas por la Independencia” estuvo abarrotada por más de 500
personas. La prensa local dijo que la asistencia había sido de más de 800
personas. El lugar de reuniones se cerró 10 minutos antes del comienzo de su
comienzo mientras más de 100 personas se quedaron fuera por falta de espacio.
Aquí se organizó de forma espontánea una reunión adicional para aquellas
personas que no pudieron entrar para escuchar a Tommy Sheridan.

Sinead Daly, miembro de
Partido Socialista Escocia, abrió la reunión y explicó que ésa era la reunión
número 96 de Esperanza contra el Miedo y que más de 20.000 personas habían ya
escuchado al socialista Tommy Sheridan y las razones por las que pide un voto
por la independencia en el referéndum. La asistencia masiva a las reuniones en
ciudades, pueblos e incluso aldeas en toda Escocia refleja el gran interés por
escuchar las razones de la izquierda y de los socialistas para votar por la
independencia.

“Hoy necesitamos
discutir cómo usaremos los poderes de la independencia para acabar con la
pobreza y construir una sociedades para millones de personas, y no para una
minoría de millonarios. Queremos ver una Escocia independiente y socialista por
el interés de la clase trabajadora”, explicó Sinead.

Jim McFarlane, un
miembro prominente del sindicato Unison en Dundee y portavoz de Partido
Socialista Escocia dijo:

“Oficialmente, el 26% de
los niños en Dundee son pobres. El 18 de septiembre cientos de miles de
trabajadores pueden dar su veredicto sobre los años de recortes y de caídas en
los niveles de vida.

Voy a votar “Sí” porque
soy un sindicalista y socialista. He trabajado para ayuntamientos laboristas y
del SNP y en cuanto a recortes ambos son culpables, sin ni siquiera protestar o
hacer campaña en contra.

Estamos haciendo una
campaña por la propiedad pública de los bancos y las industrias del petróleo y
el gas y los sectores más importantes de la economía. La independencia debe
usarse para proporcionar un salario decente para todo y suficientes recursos
para el estado del bienestar y terminar con los contratos de cero horas.

Necesitamos un nuevo
partido de masas de la clase trabajadora con políticas socialistas para
proporcionar todo esto en una Escocia independiente. Un movimiento masivo
contra los recortes y por una Escocia independiente y socialista, vinculada con
las luchas por el socialismo en Inglaterra, Gales e Irlanda es la única salida
real de la austeridad salvaje.”

Angela McCormick,
miembro de Partido Socialista Escocia, también habló, subrayando el escándalo
de los costes de Trident y lo que podría hacerse con este dinero si se
invirtiera en la creación de puestos de trabajo y en servicios públicos.

Cuando Tommy Sheridan se
levantó para hablar, fue recibido con un gran aplauso. Sheridan laceró a los
políticos de los recortes, desde Thatcher y su “engendro”, David Cameron, hasta
Ed Miliband:

“Nunca votamos por
Thatcher, nunca votamos por Cameron, pero tuvimos que cargar con ambos
gobiernos. Habla con tus compañeros de trabajo que estén indecisos y diles que
voten “Sí”. Vuelve a casa, mira a los ojos a tus hijos y diles: ‘Os he salvado
de otro gobierno tory para siempre’”.

Después de la
independencia “vamos a invertir en las cosas que más le importan a la gente
corriente, no en ilegales e inmorales armas de destrucción masiva”. Sheridan
también demandó propiedad pública, salarios decentes, el fin de la pobreza en
una Escocia independiente y recibió una prolongada ovación de la audiencia.

En esta reunión pública,
se vendieron más de 100 copias del periódico “Socialist” y se distribuyeron más
de 300 copias del panfleto de 4 páginas de Partido Socialista Escocia sobre el
referéndum. Además los asistentes donaron a la campaña cientos de libras.

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