Foto: Yvette Kelly

Viki
Lara, SR Gran Canaria

Català

A pesar de los intentos de intimidación y represión contra la campaña de boicot de la tasa del agua, esta se encuentra en un momento álgido, con una gran protesta nacional organizada para el 18 de abril en Dublín.

Más
de 100 grupos locales comprometidos con el boicot a la tasa del agua
han organizado la gran manifestación del 18 de abril para protestar
contra una nueva tasa pensada solamente para poder, posteriormente,
privatizar este servicio esencial, y no para realizar ninguna mejora
en el abastecimiento del agua, que de hecho sufre importantes fugas.

Impulsando
y participando en estas campañas de base se encuentra el “Socialist
Party”, organización hermana de Socialismo Revolucionario en
Irlanda. De hecho, en el lanzamiento público de esta manifestación,
habló Paul Murphy, parlamentario por el “Socialist Party”, para
pedir a los irlandeses no dejarse amedrentar por el gobierno y
aumentar la campaña del boicot hasta que esta triunfe y la tasa del
agua se retire.

Esta
tasa ya sufre un importante boicot con alrededor del 40-50% de las
casas negándose a pagarla. Esto significa que la tasa del agua, que
supondría un importante recorte de los recursos disponibles de una
familia, y sobre todo de las más pobres, ha entrado con fuerza en la
agenda política, y será uno de los argumentos más importantes en
las próximas elecciones generales que tendrán lugar, como muy
tarde, en abril del año que viene. Por lo tanto, si esta presión
continúa, todos los partidos no tendrán más remedio que defender
su retirada, incluyendo la coalición ahora en el gobierno.

Derrotar
esta tasa sería un triunfo muy significativo para la clase
trabajadora irlandesa, que ha sido castigada durante años por las
medidas de austeridad de la troika, sobre todo a partir de su rescate
en 2010. Esta lucha además, contrasta con la imagen que se quiere
dar de Irlanda internacionalmente, como un país ya fuera de la
recesión, y donde la austeridad ha tenido éxito. La realidad, sin
embargo, es que se ha salido de la crisis económica en gran parte
sobre las espaldas de los trabajadores, y que siguen existiendo
grandes problemas como la crisis de escasez de vivienda, y cifras de
paro que doblan las anteriores a la crisis.

Represión
y detenciones

El
“establishment” irlandés ha llegado muy lejos en su intento de
criminalizar y reprimir este movimiento de boicot, pero sin embargo
no han podido detener la campaña.

En
febrero de este año, 23 activistas, incluyendo Paul Murphy, fueron
detenidos en una farsa creada para atemorizar a los activistas contra
esta tasa. Durante días, cada madrugada varios manifestantes eran
detenidos y llevados desde sus casas a dependencias policiales donde
eran interrogados y después liberados con cargos. Estas detenciones
se dieron con la excusa de que estas personas, en noviembre de 2014,
habían participado en una protesta y sentada en su barrio (uno de
los más castigados por la pobreza y los recortes de Dublín) que
detuvo durante unas dos horas el vehículo de la Vice-Primera
Ministra Joan Burton a su salida de un acto público.

La
protesta fue completamente pacífica, y de hecho no se llevó a cabo
ninguna detención en ese momento. Tampoco parece justificada la hora
de las detenciones, levantando a las personas arrestadas de la cama,
cuando éstas estaban perfectamente identificadas por la policía y
no había peligro de fuga.

La
represión policial fue acompañada por una campaña de los medios de
comunicación capitalistas contra los manifestantes y en especial
contra Paul Murphy, pintándolo como un peligro contra la democracia
cuando en realidad actuó como interlocutor entre los manifestantes y
la policía y ayudó a que la protesta terminara sin incidentes.

La
lucha en la calle es fundamental contra los recortes

La
Alianza Contra la Austeridad (AAA en sus siglas en inglés), en la
que se integran el Socialist Party y activistas independientes,
muchos de ellos nuevos activistas contra el impuesto sobre la
vivienda y la tasa del agua, tienen 14 concejales elegidos en
localidades de Irlanda, y el Socialist Party cuenta con 3
parlamentarios en el parlamento irlandés.

Sin
embargo, simplemente llegar a las instituciones no hubiera servido
para luchar contra los recortes del gobierno, ni para llegar a
detener la tasa del agua. Estos puestos en las instituciones son
importantes porque desde allí se puede dar mucha más visibilidad a
las luchas que se dan en la calle, y porque han sido utilizados para
llevar la voz de las trabajadoras y trabajadores a éstas.

Pero
la verdadera fuerza de la campaña contra las tasas del agua ha
estado en la organización desde las bases, a nivel local e incluso
de barrios, para boicotear la instalación de contadores, organizar
protestas, extender la idea del boicot y la desobediencia civil como
forma de lucha, etc. Es esta fuerte organización desde las bases con
miles de activistas implicados la que finalmente podrá derrotar esta
tasa.

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