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Solidaridad con los jóvenes de Altsasu del CIT en China, Hong Kong y Taiwan

Somos Socialismo Revolucionario y formamos parte del Comité para una Internacional de los Trabajadores (CIT/CWI).

El Comité por una Internacional de los Trabajadores es una organización socialista internacional que es parte de la lucha para derrocar al capitalismo global y el gobierno de los mercado. Luchamos por una sociedad socialista democrática a nivel internacional.

Recientemente fuimos expulsados antidemocráticamente de Izquierda Revolucionaria.


Sin embargo seguimos luchando por las ideas marxistas y la construcción de un partido revolucionario de masas en el Estado español, siguiendo las mejores tradiciones del CIT de internacionalismo proletario y centralismo democrático.



Hacemos un llamamiento a todos los militantes que comparten nuestra causa para que cooperen y se unan a nosotros.


Debajo publicamos nuestra declaración de protesta por las expulsiones.


John Hird, Viki Lara y Rob MacDonald, miembros de Izquierda Revolucionaria, han sido expulsados sumariamente de IR, sin razones, acusaciones o cargos por escrito. En el caso de John Hird, solamente tuvo una discusión sobre esta cuestión con el miembro del CC de su sección que le informó de que su expulsión tenía efecto inmediato. Este miembro del CC incluso rechazó informar por adelantado sobre el motivo de la discusión, a pesar de que se le preguntó en varias ocasiones. Todo esto nos parece muy cuestionable y de una gran falta de camaradería.

En el caso de Viki Lara, la responsable de su sección provincial contactó con ella para acordar una discusión sobre “la situación de la sección de México y la repercusión en la sección española”. Primero se planeó esta discusión para después de un grupo de base el sábado por la tarde y más tarde la responsable intentó moverla a una hora o día diferente antes del grupo de base, claramente con la intención de acabar con la expulsión antes de que pudiera discutirse en el grupo de base. Solo después de que Viki se diera cuenta de cuál era esa “repercusión en la sección española” se solicitó que la discusión tuviera lugar durante el grupo de base, lo que se aceptó.

Rob también fue continuamente convocado a una reunión telefónica sin ser informado de la naturaleza de esta discusión sino bajo la pretensión de que se trataba simplemente del trabajo político del partido. Rob no tenía disponibilidad para esta reunión pero sugirió una fecha y hora en la siguiente semana cuando su intensa actividad en sus proyectos de arte político lo fuera menos. Después de escuchar de John sobre su expulsión preguntó abiertamente dentro del grupo de WhatsApp de IR por qué John había sido expulsado y explicó que debido a la falta de confianza por pasadas situaciones solicitó que esta cuestión fuera discutida abiertamente frente a los miembros de base. Después de ser denunciado por WhatsApp fue expulsado de todos los grupos internos. Asumimos que esto supone que Rob también ha sido expulsado.

Hemos sido también informados de que no hay derecho a apelar nuestras expulsiones. Si este es el caso, sería único en el movimiento trotskista y va en contra de las normas de centralismo democrático, especialmente de un partido que está operando bajo condiciones legales, pero incluso bajo ciertas condiciones semi-clandestinas, como ilustra el caso de los bolcheviques cuando estaban operando como una fracción del POSDR y posteriormente. En la tradición del CIT cada compañero que es expulsado tiene el derecho de apelar a los organismos superiores del partido, incluso a los órganos internacionales, incluyendo el Congreso Mundial.

Entendemos que existe una resolución de la CEE que demanda nuestra expulsión, pero no se nos ha entregado una copia. La resolución fue firmada el 31 de mayo, después de la expulsión de John y de los primeros contactos a Viki de la responsable de su sección provincial. Claramente, como sigue de las acciones de la dirección de IR, no se tolera ningún tipo de oposición en IR y esta es desafortunadamente la razón de un gran número de expulsiones de IR durante un número de años.

La tradición de los bolcheviques y del CIT hasta que esta disputa surgió era la de permitir el tiempo suficiente para escuchar los argumentos, digerirlos y tratar de convencer a los oponentes incluso si esto tomaba un número de meses o de años, y de reuniones, para clarificar las cuestiones.

Hay muchas tendencias en la sociedad y en el movimiento obrero, y se requiere la máxima unidad y disciplina proletaria contra el enemigo de clase. Sin embargo, la democracia, que necesita paciencia y entendimiento político, no es un lujo pequeñoburgués para el movimiento obrero, sino una necesidad objetiva para obtener la unidad proletaria voluntaria.

Por supuesto que el partido revolucionario tiene como objetivo agrupar a los elementos más desarrollados y conscientes de los trabajadores, los jóvenes y otras capas dispuestas a ponerse por completo en la posición de la clase trabajadora. Sin embargo, el partido revolucionario debe reflejar este deseo de unidad proletaria y mientras en algunos casos las divisiones y las expulsiones son inevitables, solamente deberían serlo como un último recurso y después de agotar la discusión.

Entendemos que la CEE argumenta que el “acuerdo” con Eric, de la sección belga y la mayoría del CIT, sobre la militancia de John, Viki y Rob fue roto por la intervención de André F de la sección brasileña del CIT en México. Hemos consultado este punto con Eric. Su respuesta es: “Pregunté a la CEE española después del congreso de IR que significaba abandonar el CIT para Rob, Viki y John, que estaban claramente opuestos a esta decisión y apoyaban la coordinación. En respuesta a esta pregunta la CEE española confirmó que los tres compañeros serían bien recibidos siempre que construyeran IR con lealtad. JIR mencionó que John no había contribuido a la colecta del congreso, y yo mencioné que esto era algo que deberían discutir directamente con John. Eso es todo”.

Eric asegura que no hubo ningún “acuerdo”, excepto el obvio de continuar en contacto e intercambiar los documentos políticos más importantes y campañas de solidaridad, y que no tenía el mandato para llegar a ningún acuerdo de todas formas. Él mismo intervino en el congreso de IR en Madrid señalando su posición y la de la coordinación, como también André hizo en México. En el momento de su participación en el congreso esta no se vio como hostil sino una contribución valiosa, abierta y honesta al debate, algo que sus antiguos aliados en la fracción internacional “Por un CIT de la Clase Trabajadora y Trotskista” rechazaron hacer incluso aunque fueron invitados por la dirección de IR a defender su posición ante su CC. En ese tiempo la dirección de IR mencionó en varias ocasiones su decepción por este hecho.

Hemos sido miembros leales de IR y participado en las actividades, tratando de construir el partido, vender el periódico, hemos sugerido y desarrollado iniciativas como la campaña de solidaridad internacional con los jóvenes de Altsasu y hemos pagado cuotas sustanciales. Viki y John eran miembros de sus ejecutivas provinciales y tenían responsabilidad en sus grupos de base.

El caso de Rob es ligeramente diferente ya que solamente estaba semi-activo debido a sus proyectos laborales, pero también debido a desacuerdos políticos y organizativos previos con IR en Barcelona. Cabe señalar que todo el grupo previo del CIT en Barcelona, SR, dejó la organización o dimitió poco después de la unificación debido a los métodos internos de IR. A pesar de esto Rob siguió fielmente dentro de la organización aunque menos activo que antes, con la esperanza de que llegaran cambios internos después de un periodo dentro del CIT. También desarrollaremos este punto más adelante.

Solamente podemos suponer que la dirección de IR está aterrorizada porque algunos camaradas mexicanos no están de acuerdo con la escisión con el CIT. Esto ha sido tergiversado y nombrado como “acto hostil” por la dirección de IR en el Estado español. Nos sentimos víctimas de un castigo colectivo por el hecho de que IR haya sido incapaz de convencer a cada miembro de la sección mexicana de seguir el camino aconsejado por la dirección española.

Esperamos que los camaradas de base con los que estamos orgullosos de haber luchado durante los dos últimos años, estén de acuerdo con que debemos tener el derecho democrático de apelar estas expulsiones.

Durante la disputa dentro del CIT escribimos un documento cuestionando a la dirección de IR. Caracterizamos su apoyo activo a la fracción como un apoyo sin principios, como ha sido confirmado por los acontecimientos posteriores, y dijimos abiertamente que su agitación entusiasta por una escisión del CIT era incorrecta, irresponsable y destructiva. Nuestro documento nunca ha sido contestado políticamente de una manera sobria y medida. En su lugar, fuimos acusados de una manera dramática y desmesurada en toda la internacional de ser oportunistas y de haber cometido una “burda violación” al centralismo democrático. Esto nunca ha sido explicado por la dirección de IR.

Irónicamente, en su respuesta, la dirección española protestó por nuestro llamamiento a que los camaradas no fueran disciplinados o expulsados por mantener una postura diferente a la de la dirección, y afirmaron que los estábamos acusando de tener métodos antidemocráticos. También se nos dijo que poníamos las relaciones personales por encima de las estructuras del partido y que utilizábamos métodos informales. Creemos que la dirección de IR ha tomado una actitud denunciatoria, ultimatista y basada en la rumorología en el debate internacional, utilizando pantallazos de FB, ataques a través de FB y la tergiversación de hechos. La propia naturaleza de nuestras expulsiones antidemocráticas e informales, que van en contra de las normas del centralismo democrático, muestra que teníamos razón en plantear esta cuestión en nuestro documento.

Hoy hemos sido expulsados anti-democráticamente y sin recibir ninguna resolución oficial o voto de la organización de la que formamos parte. Consideramos que esto es una venganza hacia nosotros, como miembros de base de IR, por atrevernos a cuestionar a la dirección.

La historia del movimiento de los trabajadores nos enseña que cuando la dirección recurre a este tipo de expulsiones es porque desea evitar enfrentarse a cuestiones políticas importantes que no tiene confianza en resolver a su favor frente a la militancia. Las expulsiones nunca resuelven los desacuerdos políticos y son el reflejo no de la fuerza de la dirección sino precisamente de su debilidad. Rogamos a nuestros camaradas de las bases que han visto nuestro trabajo político y compromiso con las ideas revolucionarias no aceptar nuestras expulsiones y mirar hacia otro lado. Mañana podrías ser tú.

En el futuro analizaremos en más detalles nuestra experiencia en IR. Por ahora queremos saludar a los trabajadores y jóvenes en las bases de IR, a los que consideramos aún nuestros camaradas. Estos camaradas han conseguido movilizar a miles en las calles a través de LyC y SE.

Apelamos a nuestros camaradas a protestar ante la dirección nuestras expulsiones y apoyar el derecho democrático de discutir estas cuestiones ante toda la militancia.

¡No a las expulsiones de Izquierda Revolucionaria de John, Viki y Rob!

¡Basta ya de expulsiones arbitrarias! ¡Por el derecho a apelar!

¡Por un partido proletario combativo basado en los principios de la democracia obrera!

John Hird 

Viki Lara

Rob MacDonald

4 de junio de 2019

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