Mientras
los trabajadores se enfrenta a los patrones por cierres fraudulentos
de fábricas y empresas y el Gobierno les ignora, los criminaliza o
reprime; éste se sienta a negociar en el marco al respeto de la
constitución en un pacto de coexistencia pacifica con la oposición
de Derecha MUD.


27/04/2014, Grabiela
Sánchez/Johan Rivas, Socialismo Revolucionario (CIT en Venezuela). Publicado originalmente el 24 de abril en su blog, socialismorevolucionario.org.ve.


En
el marco de la actual situación del país sumergido en una crisis
económica y política generada por las políticas erráticas del
gobierno y las acciones contrarrevolucionarias de la derecha; y ante
la posibilidad de un desborde de la conflictividad social que
sobrepase el control del gobierno y la derecha, se han iniciado desde
los eventos del 12F una seria de » diálogos y mesas por la
paz», que han llegado a su punto de inflexión con los
encuentros iniciados desde el 10 de abril entre el Gobierno y los
lideres de la MUD con el objetivo de encontrar las coexistencia
pacifica en marco de la constitución como lo ha expresado el
presidente Maduro.

Estos
diálogos, encuentros, están siendo ampliamente promocionados por
los dos lados como que no es un pacto ni acuerdo, sino la discusión
y debate entre dos visiones distintas de dirigir el país. Los
esfuerzos por simular que no estamos en presencia de un nuevo pacto
entre élites, reflejan las presiones que ambos tienen de sus
sectores más radicales que se oponen a cualquier pacto o reparto del
poder.

El
gobierno siente una enorme presión para actuar y resolver la crisis.
No ha habido un día en que le haya pedido a la derecha reunirse en
nombre de «la paz». Recientemente, el ex-presidente del
Brasil y aliado del Gobierno Bolivariano, Lula da Silva, ha hecho un
llamado por un gobierno de coalición entre el gobierno de Maduro y
la derecha y subrayando la importancia estratégica de Venezuela para
Brasil.

La
novedad en este nuevo ciclo de diálogos será la intermediación de
los cancilleres de UNASUR, específicamente de Colombia, Ecuador y
Brasil, y un alto representante del Vaticano.

Mientras
tanto, Maduro ha dicho que seria un «traidor» si negocia la
«revolución Bolivariana» y los lideres de la MUD han dicho
que no habrá negociación mientras exista «represión y presos
políticos».

Este
«Pacto» que los dos lados niegan lo más probable es que
sea una negociación y conciliación entre la tradicional burguesía
y la nueva burguesía que se ha desarrollado durante estos años bajo
la sombra de una «Revolución Bolivariana» y del
inexistente «Socialismo del siglo 21». Lo que sin duda
marca un punto de inflexión en estos 15 años de proceso bolivariano
e inicia una etapa de transición con perspectivas muy negativas para
los intereses del pueblo y los trabajadores.

Espiral
de Violencia


No
es del interés de ninguno de los dos bandos la continuación de la
violencia y la agudización de la crisis política que hasta el
momento de esta artículo, van 40 personas fallecidas oficialmente
desde el 12F. Ni la derecha ni el gobierno quiere que la situación
se les vaya de sus manos. Tampoco quieren un aumento en los
disturbios especialmente en los estados clave de la llamada «media
luna» en el centro-occidente del país que incluyen Táchira,
Mérida, Carabobo, Zulia y Lara. Maduro incluso ha declarado de una
posible secesión del estado Táchira.

En
estos estados claves por su importancia económica en términos de la
agricultura, hidrocarburos y por ser, en su mayoría, estados
fronterizos con la vecina Colombia, la presencia de los pro-Uribe
paramilitares es bien conocida. Por ejemplo, en Táchira han llegado
a controlar la mayoría de las municipalidades.

Los
paramilitares tienen control casi absoluto de la vida económica de
estos estados sobre todo en el Táchira. Esto sumado a las políticas
erráticas del gobierno de seguir implementando controles
«burocráticos», sin participación real del poder popular,
es decir de los trabajadores y el pueblo organizado.

El
para-militarismo, el manejo burocrático de las políticas
gubernamentales, y el cierre de tiendas y comercios por miedo al
efecto de la guarimbas que genera una especie de estado de sitio, han
profundizado la escasez de comida, paralización parcial de servicios
públicos básicos como el transporte publico, así como ha alterado
la vida social de la población, creando condiciones insoportables
para much@s. La historia del conflicto en el Táchira, es mas
compleja y por lo tanto mas fuerte que en algunas otras áreas.

Táchira,
es el estado de la frontera con Colombia más activa. Desde hace
mucho tiempo es conocido por la actuación impune del crimen
organizado que controla el contrabando, históricamente de la
gasolina desde Venezuela hacia Colombia, aunque en años mas
recientes también los alimentos subsidiados por el gobierno de
Chávez y de ahora Maduro, lo que se ha convertido en un gran
negocio, que claramente funciona con complicidad de las autoridades.

«La
Fase Dos»


Altos
funcionarios del gobierno han declarado que la ultra derecha que se
mantiene en las calles montando guarimbas, (trancas de calles y toma
de espacios públicos), pasará a una nueva fase en la que se
destacan los asesinatos selectivos o sicariatos a personas
influyentes de la vida social y política. Esto incluye el secuestro
y asesinato de personas y la quema de edificaciones públicas, como
ya de hecho ha ocurrido en las últimas semanas.

Recientemente
dos hombres conocidos como simpatizantes de la derecha, uno de ellos
amigo cercano de un líder de la derecha y el otro familiar de
Lorenzo Mendoza, dueño del oligopolio POLAR, fueron asesinados con
tiros a la cabeza de rodillas, luego de ser secuestrados mientras
manejaban sus bicicletas en el Parque Nacional Waraira Repano, mejor
conocido como el Ávila en Caracas. Otro secuestro de alto perfil
fue el de una periodista de Globovisión, ahora propiedad de
simpatizantes del gobierno. Estos delitos no son nuevos en Venezuela,
que tiene una de las cifras mas altas de homicidios en el mundo, pero
las características de los delitos son probablemente unidos con los
hechos recientes.

En
Caracas, las guarimbas continúan diariamente, pero afuera de algunos
ejemplos de acciones aisladas, siguen abrumadoramente restringidas en
las urbanizaciones de los sectores de clase media, media alta. Al
mismo tiempo que ataques violentos y enfrentamientos han pasado entre
estudiantes simpatizantes de ambos bandos, generalmente en el final
de las movilizaciones.

¿Que
hacen la derecha y el gobierno?


En
comparación a hace algunas semanas, han bajando la cantidad de
movilizaciones y se expresan ya un ambiente de desgate de los dos
lados, más profundo en el chavismo.

El
gobierno continua movilizando a sus simpatizantes en áreas distintas
como l@s campesin@s, jóvenes y grupos ecológicos, pero muy pocas de
estas movilizaciones están siendo organizadas por las bases;
igualmente no se percibe organizaciones independientes en los
barrios. En una forma de defensa en contra de la derecha y en las
redes de distribución del gobierno para enfrentar la escasez, el
gobierno intenta organizar formas de protección y distribución como
los consejos populares en defensa de la economía, pero que son
iniciativas que quedan controladas por la burocracia, teniendo poco
efecto político.

La
derecha sigue movilizada en demandas generales como la libertad de
l@s pres@s y poner fin a la «represión». Capriles ha
intentando unir las protestas con las mismas demandas de «l@s
pobres»- en contra de la inflación, la escasez, la inseguridad
etc.

Algun@s
simpatizantes de la derecha distribuyen volantes diciendo a la gente
que sus problemas son los mismos, y eso claramente es una estrategia
para atraer el descontento general hacia la derecha. En sus propias
palabras Capriles ha dicho, «…si no nos ganamos a los pobres,
no podemos ganar…».

A
pesar del hecho que los problemas son reales ni Capriles ni otr@
líder de la derecha han ofrecido propuestas de como van a
resolverlos. Sus demandas son vacías y quieren dar la impresión de
que si llegaran al poder todo seria mejor, pero claramente no será
así.

La
Crisis Económica

La
crisis económica en el país e internacionalmente hará difícil
para la derecha resolver los problemas complejos que enfrentan la
gente diariamente, bajo su lógica capitalista. Una inflación del
57%, escasez al 28% en enero, un salario en devaluado, donde el 80%
de los ingresos por salario mínimo de una familia de trabajadores se
van solo en la canasta alimentaria según cifras oficiales, crisis
sin fin de la vivienda (aun hay refugiados de hace 2 y 3 años
esperando por viviendas en refugios hacinados y con serios déficits
en materia de servicios básicos), y la inseguridad, la vida
cotidiana es cada vez mas dura.

Las
fotos de las mega colas para comprar los alimentos básicos como
harina de maíz, mantequilla, aceite, café, azúcar y leche, y hasta
el papel higiénico no son exageradas, aunque simpatizantes acríticos
del gobierno dicen que si están. En promedio la gente gasta 3-4
horas sino más, para conseguir los productos que necesitan. Los
abastos grandes del gobierno como el Bicentenario, frecuentemente
tienen todo, pero un viaje completo, entre ir, hacer las colas para
entrar al establecimiento, luego para pagar y regresar a sus hogares,
dura entre 6-7 horas para comprar los productos.


La
tarjeta de Abastecimiento

El
Gobierno ha intentado en las ultimas semanas implementar un nuevos
mecanismo de control para asegurar el abastecimiento seguro, como lo
han afirmado, argumentado que parte de las colas y de la escasez se
debe a las compras nerviosas de las personas y a mafias que pagan a
personas para comprar la mayor cantidad posible de alimentos
subsidiados para luego venderlos en el mercado paralelo o traficarlos
de contrabando a Colombia.

Todo
estos argumentos son ciertos en gran parte, pero son también
propiciados por la complicidad de funcionarios del Estado, incluso
dentro de los órganos de la fuerza pública y seguridad, como las
fuerzas armadas. En este contexto el gobierno ha iniciado el programa
de la llamada tarjeta de abastecimiento seguro, que la derecha ya la
ha atacado como un ejemplo concreto de la “Cubanizacion” del país
y del “Castro comunismo”.

Lo
cierto es que es necesario buscar mecanismos efectivos y democráticos
para el acceso seguro, igualitario y equitativo de la distribución
de los alimentos, pero estos no serán posibles a través de la
“burocracia gubernamental” que ha demostrado en todos estos años
ser ineficaz y en gran medida un elemento contrarrevolucionario.


No
todos somos iguales y no todos tenemos los mismos problemas

El
aumento recién en los productos regulados, hasta +100% en algunos,
combinado a una alta demanda y poco oferta, ha impactado también en
la fuerte escasez, que también se ve estimulada por una
especulación y usura por parte de los comercios privados, que siguen
actuando impunemente a pesar de los controles burocráticos que ha
ejercido el gobierno. La escasez no es un problema nuevo pero nunca
ha sido tan prolongada ni intensa como en estos momentos.

Por
supuesto que quienes sufren mas son la clase trabajadora y el pueblo
pobre, también algunos sectores de la clase media baja. Mientras que
las clases media alta y la burguesía, incluyendo l@s dirigent@s
politic@s pretenden aparentar que son afectados también de igual
forma. Pero productos importados pueden ser conseguidos fácilmente
en las «delicateses» en sus urbanizaciones, además de ser
el sector quien tiene el mayor poder adquisitivo para pagar los
precios escandalosos.

Para
un trabajador comer algo fuera de su «dieta normal» es un
lujo, por ejemplo, una botella de vino básico, que en sus países de
origen son de fácil acceso para la población, incluyendo a su clase
trabajadora, o algún tipo de queso, fuera del básico queso blanco
que es común en la dieta del venezolano, se consigue en una «deli»
150 veces mas caro que su precio del país de origen, y además valen
aproximadamente 25% que el salario mínimo mensual.

Mientras
que la leche tanto liquida pasteurizada como en polvo es difícil de
conseguir, por casi todos lados se compran leche de almendras o de
soya que están en tiendas exclusivas, también a precios
exorbitantes. Igual sucede con el arroz y la harina que aunque no son
alimentos tan exóticos, las empresas lo fabrica en versiones
«saborizadas o especiales» para incrementar 4 y 5 veces sus
costo al precio regulado.

La
campaña de la derecha de que todos somos iguales y tenemos los
mismos problemas para pagar los alimentos, no tiene cabida y deja
claro que sí existen enormes diferencias de clases.

Sin
embargo el gobierno sigue hablando de “paz y amor” y es la
derecha quien está actualmente hablando de los problemas puntuales.
La postura del gobierno es que todo es parte de un plan de sabotaje y
conspiración para desestabilizarle.

Mientras
eso es en parte la verdad, especialmente en relación de la escasez,
las raíces de la crisis también tocan al gobierno/chavismo, en su
error histórico de no acabar con el capitalismo sino quedar con
reformas bajo del capitalismo. Es justo preguntarse, ¿cómo esta
crisis es posible en el contexto de un país con las más grandes
reservas de petróleo en el mundo y que en 2013 tuvieron ingresos de
más que 116.000 millones de dólares por sus exportaciones?

El
gobierno de Maduro sigue intentando balancear las cuentas en plena
crisis económica, incluyendo el déficit fiscal, a consecuencia de
la fuga de capitales por la venta de dólares subsidiados a la
burguesía y por la corrupción. El gobierno mismo a través del
entonces CADIVI, quien era la institución responsable del control y
asignación de divisas, ha reconocido que se perdió mas de 20.000
millones de dólares por empresas de maletín el año pasado; y hasta
ahora ni un responsable, ni compañía ha sido nombrado por ese robo
enorme.

Aun
esperamos por la ansiada “lista de empresas de maletín” que
estafaron al Estado a través de CADIVI, y que el gobierno y el
presidente Maduro han anunciado tantas veces desde finales de
diciembre de 2013 y lo que va del 2014. (Para más información sobre
la crisis económica ver artículos previamente publicados en
www.socialismorevolucionario.org.ve).


Las
Medidas Económicas

El
manejo de la crisis ha mostrado el verdadero carácter de clase del
Chavismo y sus debilidades. Casi todas las medidas tomadas son
comparables con otros gobiernos capitalistas en el mundo, salvo los
aumentos regulares en el salario mínimo, que son bienvenidos pero
tampoco han sido suficientes para superar la inflación oficial, y
que todavía no han sido privatizadas las empresas nacionalizadas.
Aunque el gobierno esta evaluando profundizar el modelo de economía
mixta para impulsar la producción y estimular la inversión de
capitales, tal como lo ha venido realizando en la industria del
petróleo. Incluso se ha especulado en los últimos meses con
incorporar capital privado en empresas del Estado, entre ellas las
que han sido nacionalizadas, las cuales en su mayoría fueron bajo el
Gobierno de Chávez.

El
gobierno no ha llamado para hacer reuniones en las comunidades,
lugares de trabajo, sindicatos, los movimientos sociales etc. para
debate y discusión, pero se he sentando muchas veces con la
burguesía como los Mendoza, y Fedacamaras y ha entrado en
negociaciones con ell@s.

Han
aumentando los precios regulados de los alimentos, plantean aumentar
las tarifas de electricidad y entre otras reformas han creando un
nuevo sistema de «flexibilización» para la compra y venta
de divisas según un método de oferta y demanda, llamado el SICAD
II, dejando 3 tipos de cambio en Venezuela que, el gobierno proclama,
eliminará el mercado paralelo donde el cambio promedio alcanza cien
veces mas el cambio oficial de 6,3bs por dólar.

El
gobierno y sus instituciones actualmente controlan el SICAD II y las
subastas y por tanto aprovechan los beneficios de obtener más renta
de sus petrodólares que haciendo la conversión en las tarifas
oficiales. En las primeras semanas del SICAD II el cambio fue entre
49-55. Claramente no son l@s Venezolan@s promedi@s quienes tienen la
capacidad de comprar, es la burguesía quien se beneficia comprando
para huir con su plata o importar y vender en este nuevo precio
cambiario en divisa local o más alta.

Ahora,
un@ trabajador@ que gana salario mínimo está, según esta nueva
devaluación, llamada como re-valoralizacion por el gobierno, ganando
un promedio de 50/70 dólares por mes. Aunque el gobierno insiste que
la tasa SICAD II no afectará los precios, esta claro que es
demagogia y propaganda política, ya que la realidad de la calle
desmiente toda afirmación gubernamental.

Más
recientemente el gobierno anunció un plan de apoyo para las empresas
que importan ropas y zapatos como ZARA, TIMBERLAND, NIKE, aunque
sin dar mayores informaciones. Esto lo ha ejecutado después de que
las redes de Centros Comerciales amenazaran con cierres parciales los
día Lunes y el cierra de algunas tiendas por falta de productos, lo
cual implicaría despidos de trabajadores y pérdidas de empleos,
teniendo un costo político alto para el gobierno en medio de la
actual crisis.


Oídos
sordos a la lucha de los Trabajadores

Mientras
el gobierno sigue cediendo a las presiones de la derecha y sus
empresarios, los trabajadores esperan por un apoyo del Estado para
crear o recuperar empresa que bien pudieran estimular la producción
nacional y crear nuevos puestos de trabajo. Incluso existen los casos
de trabajadores criminalizados o reprimidos como han sido los casos
de los trabajadores de la procesadora de alimentos agrícolas SOUTO
en Bejuma, Estado Carabobo, los trabajadores de la empresa mixta de
ensamblaje de autos CIVETCHI, o el caso de los trabajadores de
Interceramica, Allentuy, Cervezas Brahama en el Estado Lara, que aun
siguen en espera de que el gobierno atienda sus demandas y les brinde
apoyo para reactivar dichas empresas.

No
negamos la necesidad de importación de determinados productos, bien
sea por que no son de producción nacional por razones específicas,
etc. El punto es el de priorizar en una perspectiva de clase y de
profundizar un proceso revolucionario. Esta concesión que es
justificada por el gobierno como un estímulo necesario a la
inversión extranjera es gracias a las negociaciones con Fedacámaras
y deja al desnudo hacia dando van los intereses de la actual política
gubernamental.


¿Dónde
está la izquierda revolucionaria?

Fuera
de algunos grupos de la izquierda que han hablado en contra de las
medidas económicas, los planes de «paz» que tiene el
gobierno conjunto con la burguesía y, ahora más que nunca, la
amenaza real de un gobierno de transición o coalición, han sido muy
pocas o casi ninguna las protesta en oposición a estas políticas
del Gobierno Bolivariano.

Al
mismo tiempo existe una política consciente por parte de los
factores dominante, tanto del Gobierno y más obviamente de la
derecha, por censurar cualquier expresión de Izquierda
revolucionaria que cuestione las actuales políticas y proponga
concretamente la agenda de terminar con el proceso revolucionario
hacia su triunfo irreversible. Esto plantea la necesidad de la
articulación y la unidad de las fuerzas revolucionarias, ya que las
misma están fragmentadas y débiles.

Los
dirigentes de los sindicatos y sus federaciones más importantes
están cooptados y alineados a la burocracia de ambos bandos, y han
optado a “no decir nada”, ni poner una posición de clase o han
criticado las medidas sin plantear otro camino; y las ONGs
«independientes» se han limitado a atacar sin parar la
«represión» del gobierno, salvo algunas menciones
generales sobre las medidas económicas.

Lamentablemente
los llamados «Trotskistas» de la UIT-CI, liderados por
Orlando Chirinos en Venezuela PSL, mientras que correctamente
critican las medidas del gobierno y del carácter oportunista de la
derecha de pescar en río revuelto, han equivocado en su acción
política al hacer alianzas al mismo tiempo con sectores del ala más
reaccionaria de la derecha, incluso organizando foros con dirigentes
sindicales vinculado en el golpe de Estado en 2002, manipulando la
táctica del frente único para justificar su acercamiento con dicho
elementos en el contexto de la defensa de los derechos de los
trabajadores. También han «coincidido» en acciones de
protesta con delegaciones de trabajadores hacia el Ministerio de
Trabajo con nada más y nada menos que María Corina Machado.


La
represión, la persecución política, y la posición de los
revolucionarios

La
persecución de l@s dirigent@s de la derecha, esta teniendo el afecto
antagónico al deseado por el gobierno y dando a sus simpatizantes
más fuerza y ganas de seguir luchando, logrando transformar gente
como el reaccionario Leopoldo López en un mártir. Aunque los
gritos de represión y dictadura son muy lejanos de la realidad de
los que pasó bajo Pérez Jiménez, Pinochet, Hitler o durante las
protestas masivas y masacres de los 80 y 90 en Venezuela, la derecha
está ganado fuerza tanto nacionalmente e internacionalmente
retratando la situación así.

Además,
el Tribunal Supremo de Justicia ha condenado como actos de
desestabilización las guarimbas, trancas de calles, toma de
edificios públicos, etc, las mismas tácticas usadas por la
izquierda en muchos países, como actos de desestabilización. Esta
criminalización de la “guarimba” de manera genérica podría ser
fácilmente usada en contra de los revolucionarios en lucha cuando en
su momento pase a ser la oposición de izquierda de un gobierno
transitorio o de coalición, como el que al parecer estamos
presenciando.

Las
leyes en Venezuela como la de Soberanía Alimentaria, que
prácticamente prohíbe el derecho de huelga en sectores de trabajo
vinculados a la alimentación, sobre todo el que respecta a la
producción y distribución, y legislaciones como la del terrorismo,
son leyes que la Izquierda debe poner atención y oponerse a su
elementos contrarrevolucionarios.

También
debe ser una preocupación para la izquierda revolucionaria los
métodos de represión y criminalización de la disidencia política,
no solo de las filas de la oposición, sino también dentro de las
filas del propio chavismo/izquierda.

Por
ejemplo, con la reforma a la ley anti terrorista se ha usado este
instrumento legal para criminalizar cualquier acto de protesta.
También, como hemos dicho antes, atacar a los alcaldes de oposición
electos por amplias mayoría en sus regiones despojándolos de su
posición de forma anti-democrática bajo la lógica del orden
democrático burgués, no solo puede tener un efecto boomerang, sino
que el efecto político ha sido todo lo contrario, le ha dado
argumentos a la derecha para hablar de dictadura en el país.

Los
socialistas revolucionarios no estamos a favor de actos del
terrorismo individual y los hechos violentos llevados a cabo por la
derecha apoyada por el imperialismo de EEUU y los paramilitares
pro-Uribe, pero tampoco creemos que quitando las posiciones de
representantes elegidos y/o encarcelándolos, sin pasar por juicios
populares, democráticos y revolucionarios, resolverá el problema.
Creer eso seria utópico.

Hoy
están los casos de el recién liberado ex Alcalde del PSUV, Fidel
Palma, en el Estado Lara, que fue encarcelado por un presunto caso de
corrupción, cuando era conocido por toda la izquierda y así lo
expresó el amplio apoyo popular con el que contó, que fue un pase
de factura por enfrentarse a los métodos anti democráticos del PSUV
en las pasadas elecciones del 8 de diciembre.

Igual
ocurre con el caso de Kerwin Tolosa, joven miembro de un colectivo de
izquierda en el estado Mérida que al parecer se enfrentó a la
burocracia del gobierno y ahora es acusado y encarcelado por un
supuesto acto de terrorismo, al intentar envenenar las aguas potables
del estado.

Ante
todos estos hechos han sido muy pocas las voces de parte de la
izquierda, pero lo más preocupante ha sido la postura acrítica y de
silencio cómplice que organizaciones de izquierda con cierta
presencie dentro del Gobierno, como algunos partidos del llamado Gran
Polo Patriótico, han asumido.


La
necesidad de una alternativa de izquierda independiente y un programa
revolucionario

En
estos momentos críticos la organización lo es todo. Si bien las
fuerzas revolucionarias en Venezuela son débiles, nuevos frentes y
movimientos siguen apareciendo. En Caracas se ha iniciado la
conformación del Consejo Revolucionario Popular (CPR), que ha
atraído a más que 30 organizaciones de la izquierda y movimientos,
más individuales de diversos sectores. El CPR es un intento de
responder al vacío que existe entre el Chavismo y la derecha, y a
las demandas hacia la revolución socialista y popular.

Sin
embargo, el CPR, donde nuestra organización está siendo parte, por
si solo no será capaz de llenar ese vacío, es aun un intento de
acción y articulación unitaria que esta sufriendo de las
debilidades y errores políticos cometidos por la izquierda durante
estos 15 años de revoluciona bolivariana.

Aun
existen profundas contradicciones entre las diferentes expresiones
políticas que se expresan en el CPR, que a pesar de tener críticas
hacia la actual política del Gobierno, no terminan por asumir una
política de mayor independencia de clase y una postura clara hacia
el Gobierno y sus actuales perspectivas.

De
igual forma, el CPR no ha logrado calar en los sectores más
combativos y organizados de los trabajadores. Al mismo tiempo, como
decíamos, no ha sido solo la aparición del CPR la que esta
intentando plantear una alternativa ante la polarización del
Gobierno y la MUD. Durante estas últimas semanas otras iniciativas
de la izquierda se han estado desarrollando, lo que refleja que
estamos en presencia, a pesar de la profunda atomización de la
izquierda revolucionaria, de un lento proceso de reorganización, que
sin duda pasará por diferentes etapas, pero que terminaría en la
aparición de una nueva fuerza política; de la cual aun esta
incierta cual será su peso en la correlación de fuerza actual entre
Gobierno y oposición.

Aun
así, creemos que la acción unitaria, articulada de las fuerzas
revolucionarias de izquierda, es urgente, necesaria para luchar en
contra de la ofensiva de la derecha, la conciliación que se viene
desarrollando, y a la crisis económica las cuales tendrán efectos
devastadores sobre millones de trabajadores y de los sectores
populares; y para dar respuestas a los asuntos de la pobreza, la
escasez, la vivienda y la inseguridad.

Sin
la acción unitaria de las fuerzas revolucionarias, será cuestión
de tiempo para que estas rondas de diálogos entre el gobierno y la
oposición terminen en un espiral más de violencia sectaria y la
conciliación total.

Las
demandas planteadas hoy en las calles de Venezuela, de los
trabajadores, del pueblo, las expectativas de lograr una cambio
radical real de la actual sociedad capitalista, no pasan entonces por
pactos entre gobierno y la MUD, si no por la acción revolucionaria y
organizada de los que la sufrimos y padecemos y aspiramos a una
cambio real, genuino y revolucionario.

Hoy
son gritos a la pared, intentos inútiles, plantearles demandas,
acciones al gobierno «Revolucionario», hoy los llamados son
a las fuerzas revolucionarias, al pueblo y a los trabajadores a que
nos organicemos, articulemos en función de:

  • Nacionalizar
    bajo el control de l@s trabajador@s, las importaciones y
    exportaciones, así como del comercio interior y exterior, que
    acaben con la especulación y fuga de capitales. Esta medida ha sido
    tomada parcialmente por el gobierno actual, creando el CENCOEX, que
    sustituye al CADIVI, pero siguen en manos de la misma burocracia y
    sin ninguna control desde abajo de los trabajadores y el poder
    popular.

  • Todo
    el poder, al poder popular, a las comunas, a los consejos comunales,
    a los consejos trabajadores, sin complejos. La única forma de
    profundizar el proceso y la única forma de derrotar a la derecha,
    de vencer al burocratismo y la corrupción, es asumiendo el poder
    desde la organización social de base revolucionaria.

  • Juicio
    popular, organizado por los órganos del poder popular a l@s
    acusad@s de ser parte o cómplices de los actos violentos.

  • La
    creación de comités de defensa para defender las reformas
    progresivas del proceso bolivariano y garantizar y manejar la
    distribución de los alimentos, de provisión de salud, y de la
    educación. (esta demanda es planteada hoy por el CPR)

  • Nacionalización
    total de la banca, abajo los monopolios y oligopolios privados,
    nacionalización y socialización de los medios de producción bajo
    el control democrático de los trabajadores y el pueblo organizado.

  • Transformación
    popular y revolucionaria del ejército, a través de comités de
    soldados donde de manera democrática se elijan con carácter de
    revocabilidad los mandos de dirección y se planifique desde las
    comunidades la defensa de la revolución y se combata a las mafias y
    el crimen organizado.

  • Profundizar
    las misiones sociales de educación, salud, trabajo y vivienda a
    través de un plan nacional de mejoras en el acceso público,
    gratuito y de calidad, y demás servicios públicos, bajo el control
    de los trabajadores y la comunidad organizada.

  • Iniciar
    un proceso de planificación de la economía desde los comités de
    fábricas, industrias, empresas y comercios, comunas, donde el eje
    sea las necesidades reales de la sociedad y no del mercado y el
    lucro, en pleno equilibrio con el desarrollo sustentable y
    conservación del medio ambiente.

  • Luchar
    a través de campañas masivas socio educativas, contra todo tipos
    de discriminación que estimula la división social de los
    trabajadores y el pueblo así como un obstáculo para su unidad,
    como son los perjuicios sociales y expresiones discriminatorias como
    el racismo, la homofobia, el sexismo, el chovinismo, la xenofobia.


Para profundizar
estas demandas, se necesitan otras de carácter transitorio e
inmediatas

Para llegar a la
toma de decisiones sobre estas estratégicas y medidas
revolucionarias que antes mencionábamos, es urgente luchar por que
se apliquen medidas transitorias que protejan los derechos
fundamentales de la población, estos son:

  • Congelación de
    precios de los alimentos básicos.

  • Aumento general de
    sueldos, que se aplique una escala móvil de salario donde el
    salario este a un margen superior de los índice inflacionarios.

  • Ratificar la
    inamovilidad laboral y acabar con la tercerización, que se aplique
    el pleno empleo con garantías de todo los derechos laborales
    fundamentales

  • Que el poder
    popular con autonomía e independencia de la burocracia estatal,
    realice un gran censo nacional de viviendas desocupadas, edificios,
    que determinen su uso y propiedad social y que de tal manera se
    inicie un gran programa de viviendas, planificado desde las
    necesidades sociales de cada familia.

  • Cese a la
    concesiones al capital privado parasitario y atención directa al
    crédito a través de la banca nacionalizada a los pequeños y
    medianos productores del campo venezolano.

  • Poner bajo el
    control del poder popular las milicias obreras y territoriales que
    están hoy bajo el control burocrático del ejercito regular, para
    que sea desde el pueblo organizado sin trampas burocráticas y
    manejos conspirativos, que se ejecuten planes efectivos de
    neutralización de la penetración paramilitar y del crimen
    organizado tanto en los estados fronterizos como en los sectores
    populares.

  • Aplicación
    inmediata de una reforma fiscal de carácter progresivo, donde el
    que más gane y obtenga ganancias por su actividad económica más
    pague.

  • Derogación del IVA
    a los alimentos y artículos de primera necesidad. Que los impuestos
    como el IVA, sean determinados por el poder popular y que sea
    proporcional al poder adquisitivo de las clases sociales y de los
    productos tanto de su prioridad social, como de su producción
    nacional o de importación.

  • Expropiación de
    todo bien de riqueza, material, medios de producción que obtengan
    las burguesía tradicionales o rojas, ya que sus obtención ha sido
    a través de la explotación brutal de l@s trabajador@s, la
    corrupción y la especulación financiera de la renta del petróleo
    y conexos de la industria de extracción de minerales y de grandes
    recursos naturales que posee este país.

  • Que se realice una
    auditoría por el poder popular de todas las empresas del estado,
    así como sus instituciones y se determinen los culpables de la
    corrupción, la estafa y la contrarrevolución burocrática
    continuada en perjuicio del pueblo y l@s trabajador@s.

  • Que se desarrollen
    las mesas de paz en torno a programas y planes concretos como el que
    acá proponemos y con las bases de los movimientos sociales y de la
    sociedad en general organizada en función de sus necesidades y no
    con cúpulas que representan al gran capital internacional, al
    imperialismo y las burguesías parásitas y contrarrevolucionarias.

Compañer@s estos
planes pueden ser ampliamente debatidos, ampliados, si al mismo
tiempo sumamos esfuerzo por organizar en cada estado, en cada región
del país, asambleas populares donde se elijan comités y delegados
revolucionarios para impulsar este plan de lucha y su ampliación
según las realidades socioeconómicas y políticas de cada región.
(En esta dinámica está hoy inmerso el CPR)

Solo la clase se
salva así misma

La única garantía
de salvar el proceso bolivariano y corregir su rumbo hacia el
socialismo, será que el pueblo, los trabajadores organizados
independientemente, ganando sectores amplios de l@s campesin@s y la
clase media a través de su programa y acciones, asumiendo la
dirección del proceso. De lo contrario estamos en presencia de una
nueva derrota a la aspiraciones de los pueblos oprimidos y explotados
históricamente por las oligarquías, la burguesía y el capitalismo,
de ir a una revolución social, política, económica, cultural que
acabe con todas las miserias que genera el capitalismo e ir a una
sociedad socialista genuina donde exista la igual y la equidad.

Los
revolucionarios luchamos por la Paz, pero sin chantajes.

Por último, no
debemos caer en la trampa y el chantaje de la amenaza de una guerra
civil y de la paz. Han sido las burguesías y los capitalistas en
todo el mundo los que han generado las guerras y los conflictos
bélicos y sectarios, pero los revolucionarios tampoco somos
idealistas ni pacifistas. Los cambios sociales, y está demostrado
por la historia, no se han logrado por la coexistencia pacífica
entre explotad@s y explotador@s, como lo ha expresado el gobierno
Bolivariano.

L@s trabajador@s y
el pueblo pobre y explotado somos la gran mayoría de la sociedad
capitalista, solo un programa revolucionario, que abarque todos
nuestros derechos e intereses es la garantía de paz. Un programa
revolucionario de clase, es la garantía de la «unidad nacional»
y la reconciliación con sectores de la clase trabajadora y las
clases medias igual explotadas, que hoy se sienten atraídas por las
falacias de la Derecha.

En estos 15 años
como pueblo, hemos avanzado mucho y hemos dado muestras de paciencia
y disciplina. Igual hemos tolerados las incontables concesiones que
tanto el gobierno de Chávez como hoy el de Maduro le han hecho a la
burguesía de este país. Basta con ver los números de la economía,
72% del PIB se lo apropian las burguesías que solo aportan en el
mejor de los casos un 3% del total. Mientras que el resto de la
población, los trabajadores, generamos el 97%, tenemos que
conformarnos con la distribución bajo un estado burocrático,
ineficaz y corrupto del restante 28%. Son acá claves de la
diferencia entre la paz y la guerra.

Hoy el proceso
venezolano esta en su encrucijada mas crítica, y solo la acción
unitaria de los factores revolucionarios, junto a la organización
independiente de los trabajadores y el pueblo pobre, contando con
plena solidaridad internacional de sectores afines, será posible
cambiar la actual correlación de fuerzas y el rumbo de este proceso.

Con capitalismo NO
hay paz

La burguesía NO es
pacifica

La paz se construye
con el Socialismo Revolucionario

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