¿Golpe de estado? ¿Conciliación con la derecha?

19/02/2014. Publicamos a continuación un artículo de Gabriela Sánchez, Socialismo Revolucionario (CIT en Venezuela) y Prensa A Luchar, que fue publicado ayer en socialismorevolucionario.org.ve.

El 12F, tres personas (dos simpatizantes de la derecha y uno del gobierno) fueron asesinadas en el centro de Caracas, y decenas más fueron heridas y otras  arrestadas en las protestas y manifestaciones que tuvieron lugar con motivo del “día de la Juventud”.

Muchas imágenes han aparecido en los últimos días, aparentemente presentan agentes del SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia) como responsable de las 3 muertes del 12F. Igualmente se han hecho argumentos sobre agentes provocadores y infiltrados en la manifestaciones de la derecha.

En los días siguientes al 12F han seguido desarrollando protestas por la derecha, mientras el gobierno ha hecho una gran movilización para el llamado a la paz y la no violencia. Sin embargo en la protestas de la derecha, la violencia generada principalmente por los sectores mas reaccionarios, marca, una vez más, otra fase crucial para la clase trabajadora y los pobres en el proceso bolivariano.

Maduro calificó a las protestas como un “golpe de Estado en progreso” y muchos en la izquierda han hecho comparaciones entre estos eventos y al golpe de Estado de 2002 contra Chávez. Una orden judicial, ha sido dictada para la detención de Leopoldo López (líder reaccionario de derecha que también estuvo involucrado en el golpe de 2002) .

La derecha , por otro lado han tratado de vender las protestas como una lucha para la “liberación” de una “dictadura”, que supuestamente lleva consigo todos los males del mundo, incluyendo la inflación, la delincuencia y la corrupción.

Algunos dirigentes de la derecha han dicho que es una protesta “popular” que representa a la mayoría de los venezolanos. Unos grupos de izquierda han afirmado que estas protestas son representativos del “descontento” general que existe en todos los sectores de la sociedad. Algunos incluso han ido un paso más allá y han llamado por un frente unido para luchar por un gobierno obrero, aparentemente sin tener en cuenta que los sectores en luchas que se expresan en los sectores populares y en las tomas de fábricas como las que vivimos en el 2013, y los que están luchando hoy contra Maduro,  están luchando por objetivos completamente diferente.

También se ha abierto un debate entre las izquierdas tanto en Venezuela como a nivel internacional, respecto a que posición tomar y que hacer para combatir una nueva amenaza de la ultra derecha.

¿Otro golpe?

Durante una cadena nacional el 16 de febrero, Maduro dijo que aunque hay dos sectores de la derecha, uno más democrático y otro reaccionario y fascista, hay un lado que está ocultando su apoyo a las recientes protestas desestabilizadoras y tratando de presentarse como democrático, mientras que el otro está abiertamente empujando un golpe de Estado, apoyado por los EEUU.

Si bien puede haber pocas dudas sobre el papel del imperialismo de EEUU, existen diferencias significativas entre lo que está sucediendo ahora y lo que ocurrió en 2002, en particular en relación a la derecha y sus simpatizantes, así como los militares.

Después de años de derrota que sufrió la derecha como consecuencia de las tácticas fallidos del golpe de Estado y el sabotaje económico, les llevó años el reagruparse. En 2012 fueron por primera vez capaz de «unirse” para elegir a un candidato común, Capriles Radonski, para oponerse a Chávez en su ultima elección presidencial.

Los dirigentes de la derecha rechazaron los errores del golpe de Estado y paro patronal y empezaron tocando las cuestiones que afectan a la clase trabajadora y la gente que no estaban siendo resueltas por el gobierno, tales como la vivienda, la inseguridad y el deterioro de la situación económica.

Mientras que perdieron las elecciones, obteniendo más de 6 millones de votos, declararon que continuarían luchando “democráticamente” por todos l@s venezolan@s. En las próximas elecciones presidenciales debido a la muerte de Chávez, en abril de 2013, nuevamente Capriles es el candidato unitario de la derecha y pierde por una margen de apenas 200.000 votos entre Capriles y Maduro.

La MUD, se desborona

El resultado fue rechazando por la derecha y las tácticas que emplearon comenzó a marcar las diferencias dentro de su “unidad”. Por un lado estaban Capriles, Henri Falcón y compañía, los “democráticos” y por otro lado los más reaccionarios Leopoldo López, María Carolina Machado y Antonio Ledezma, actual alcalde Metropolitano del Distrito Metropolitano, incluyendo Caracas.

Estas diferencias se han vuelto cada vez más claras en los últimos meses y semanas, y López, Machado y Ledezma, han convocados manifestaciones incluyendo la del 12F., llamando a esta marcha “La Salida” (del “régimen”). Muchos de l@s mism@s simpatizantes de la derecha, estaban escribiendo artículos de opinión en los periódicos afirmando que los planes radicales de López, Machado y Ledezma, significarían caer en los mismo errores del 2002 donde habían lecciones que deberían ser aprendidas.

En los últimos días los sectores de la derecha moderada “demócrata” han tratado de distanciarse de las protestas que se han llevado a cabo por un pequeño grupo de estudiantes, donde oficinas del gobierno, edificios y bienes públicos han sido destruidos.

Protestas Entre Ellos

Irónicamente, quienes han elegido llevar a cabo las protesta (las cuales no se desarrollan en toda Caracas como lo quiere hacer ver la prensa internacional, ni es en los sectores populares donde habitan la gran mayoría de la población) se han encontrado con poca muestra de apoyo y expresiones de descontento, por la violencia y los desastres a los bienes públicos que se han dado en su zonas.

La respuesta de quienes dirigen las protestas, en su mayoría a jóvenes militantes de partidos de derecha, y a algunos como el alcalde de Chacao, lugar donde se han concentrado la mayor parte de las protestas, es que son infiltrados. Pero teniendo en cuenta que las mismas han tenido lugar durante noches consecutivas, sería muy ingenuo creer, que “infiltrados” podrían seguir organizando en repetidas ocasiones tales niveles de violencia.

Al mismo tiempo, las protestas diarias de algunos cientos de estudiantes en la plaza principal del barrio residencial de clase media-media alta de Altamira en Chacao no han sido apoyadas por la mayoría de la gente de las áreas circundantes. Mientras los estudiantes bloquean la intersección principales, y una de las principales avenida de la ciudad, la gente camina alrededor de la protesta, va a trabajar, comer e ir a sus actividades diarias .

No es un movimiento masivo como en el 2002ni cuenta con el apoyo de Militares Activos


De igual forma la  marcha del domingo, post 12F, por la “paz” y la liberación de los estudiantes detenidos, organizada por la derecha, si bien atrajo a miles de personas, el apoyo al sector más reaccionario fue limitado. Esto representa una diferencia cualitativamente grande a las manifestaciones masivas y marchas organizadas por la derecha en el período previo al golpe de estado de 2002.

En esos días una manifestación en la plaza de Altamira significó la participación masiva incluso de sectores militares de alto rango en ejercicio de funciones y declarando abiertamente desobediencia al gobierno de Chávez, elemento que no se ha expresado en estos movimientos actuales.

Por supuesto, los eventos pueden cambiar de situación rápidamente y tenemos que ser conscientes de ello. La posible detención de López, por ejemplo, o la represión continua de las pequeñas protestas estudiantiles que tienen lugar todas las noches, puede resultar en que más sectores de la derecha se polaricen en apoyo al sector más reaccionario. 

Acciones y protestas más generalizadas son posibles, pero es probable que permanezcan dentro de las mismas urbanizaciones de los manifestantes.

La otra distinción importante que el golpe de 2002 es el papel de los militares. En 2002 la derecha tenía el apoyo de un sector de las fuerzas armadas, pero desde esta fecha, el chavismo ha sido capaz de consolidar su apoyo a través de diversos medios.

En este momento apoyan de manera abrumadora al gobierno y cualquier deserción dentro de las fuerzas armadas es poco probable de ser permitido.

El derecho a protestar, el descontento social, el carácter de clase y el factor conciencia.

No es un secreto que hay un significativo y amplio descontento en la sociedad en relación con muchas áreas como la economía , la inseguridad y la vivienda, por nombrar pocos. Estamos de acuerdo con esto, pero la diferencia entre la forma en que se percibe por las clases sociales de la sociedad y sus demandas posteriores no podía ser más marcado . El impacto de la crisis económica que vive el país, por ejemplo, está teniendo un enorme impacto en la clase trabajadora y los pobres, mucho más que en la clase media-media alta y la burguesía.

Como en todas las épocas de crisis capitalista es la clase obrera y los pobres los que son los más afectados. La mayoría de los venezolanos hoy luchan por llegar a fin de mes. El salario mínimo mensual, a pesar de que aumenta cada año (45% sólo en 2013) no sube al mismo tiempo que la inflación (oficialmente 56% en 2013). Estos altos niveles de inflación impacta en todos lo bienes de consumo, especialmente los alimentos, incluso los que son regulados por el Estado.

Las reformas sociales que se desarrollaron bajo Chávez, las cuales fueron un su mayoría una respuesta a la presión desde abajo de los sectores populares y trabajadores que después del 2002, reclamaban un profundización de la revolucion Bolivariana. Sin duda tuvieron impacto significativo en la población, disminuyendo la pobreza y mejorando la calidad de vida de los venezolanos.

Pero como hemos explicando antes en diferentes artículos y análisis, han sido limitadas, ya que no han superado ni trascendido el Capitalismo. Además de que la economía se ha vuelto mas dependiente del petróleo cuyo valor esta sometido a la volatilidad del mercado internacional.

De cada 100$ que ingresa al Estado venezolano, 97 están vinculados a la industrias del petróleo, que al mismo tiempo es parte del 1% de la industria pesada del país. El tejido económico del petróleo es fundamentalmente de Pymes, en un 96% según cifras del INE y BCV, y de un alto carácter importador y especulativo, lo cual impacta en los altos niveles de inflación.

Los efectos de la recesión mundial en 2009-2010, cuando la crisis financiera mundial registró una caída del 50% en el precio del petróleo, afectaron la capacidad de financiamiento de los programas sociales, lo cual afectó a los más pobres en términos de recortes a las misiones sociales.

Actualmente, son mayoritariamente los pobres los que hacen cola desde las primeras horas de la mañana, a menudo día tras día, para buscar atención médica gratuita, mientras que en las zonas ricas de la gente de Caracas, como en Altamira, las colas son con mascotas en un servicio veterinario móvil gratuito proporcionado por su ala derecha local de gobierno.

Es la clase obrera y los estudiantes pobres en la educación pública, donde a menudo no hay suficientes profesores para cada asignatura, y son estos los estudiantes que todavía no pueden encontrar un lugar en una universidad pública (de las llamadas grandes o principales).

Son las adolescentes de los barrios y las zonas rurales las que tienen más probabilidades de quedar embarazadas y abandonar la escuela: Venezuela tiene la tasa de embarazo en adolescente más alta de América Latina. También son propensos a vivir en vivienda inestable, insegura, precaria y esperando por una casa a través de la Misión de la Vivienda, la cual ha estado estancada como reflejo de la actual situación económica del país.

La clase obrera y los pobres son la mayoría de los venezolanos y a pesar de una disminución significativa de apoyo al gobierno, esa mayoría sabe que el retorno de la derecha no va a mejorar su situación.

El proceso bolivariano ha dejado a la clase obrera con la conciencia de que para volver al pasado, es decir un gobierno de derechas, no ayudaría. Las consignas «No Volverán” y ”Chávez vive, la lucha sigue”, que se escuchan en las manifestaciones y las protestas, son un testimonio del hecho de que para muchos la derecha nunca podrá ofrecer una solución y que lo que se necesita es una revolución. Aunque la definición de lo que es el socialismo y la revolución se queda confundido entre las masas, deja claro que hace falta una organización revolucionaria que lleve adelante sus demanda y canalice sus instintos revolucionarios.

Por otro lado existen sectores más avanzados de la clase obrera que protestan correctamente contra la burocracia, la corrupción, los elementos contrarrevolucionarios dentro del gobierno, así como la represión de las huelgas y los derechos de los trabajadores y las contradicciones inherentes del chavismo.

Y aunque las demandas específicas en función del lugar de trabajo y de la etapa de sus luchan varían, la mayoría estaría de acuerdo con la demanda de control y gestión de los trabajadores, por la verdadera representación de la clase obrera y los derechos de los sindicatos para organizarse con autonomía y ejercer el derecho a huelga sin criminalización.

La minoría que han protestados en las últimas semana claramente no tienen las mismas exigencias o intereses y no se enfrentan a los mismos problemas del día a día como la mayoría de los venezolanos . Fotos de los estudiantes que protestaban y muchas de sus acciones podrían ser fácilmente confundidas con los jóvenes en Grecia, España, Brasil y muchos otros países que están luchando contra los recortes capitalistas salvajes. Sólo que estos estudiantes en Venezuela no se enfrentan a una tasa de desempleo del 60%, enormes recortes en la educación o una vida de pobreza. 

Estos estudiantes se encuentran entre los más privilegiados de la sociedad venezolana . Ellos van a las mejores escuelas privadas, universidades privadas, posen los últimos nuevos modelos de automóviles y motocicletas y, no siempre pero a menudo, tienen la capacidad de ir al extranjero para las vacaciones.

Ha habido varios ”documentales” que circulan en las últimas semanas en las redes sociales sobre cómo luchar contra una dictadura, dando ejemplos históricos sobre las acciones contra Pinochet y otros dictadores brutales. Muchas de las consignas declaran que están luchando por la “libertad”. Sin embargo, ¿qué es esta “libertad” que esperan lograr bajo la derecha? Estos manifestantes rechazan el socialismo como un camino a seguir y creen que una “democracia” que los hará libre.

Venezuela es uno de los países más violentos del mundo, en ese sentido es justo la demandas contra la inseguridad y la violencia que expresan los estudiantes en estas manifestaciones. Pero estas son también las mismas demandas de la clase obrera. Sin embargo, a fin de abordar realmente el problema de la delincuencia, los temas de las desigualdades inherentes del capitalismo también deben ser tratados. La delincuencia no se resolverá bajo un gobierno de derecha, del mismo modo que no se podría ver seriamente abordado bajo un gobierno que sigue sin atacar las causas profundas que la generan.

La idea fantasiosa de que la clase obrera y los pobres en Venezuela hoy y los que luchan contra lo que ellos creen que es el “socialismo” y por el capitalismo tienen los mismos problemas, demandas, o se unirán es absurdo y claramente muestra una completa ignorancia de un análisis marxista de una la sociedad de clases.

Cualquier forma de golpe de Estado no recibirá el apoyo de la mayoría de los venezolanos y no será tolerado por ellos por las razones mencionadas. En la cara de una consciente amenaza por la derecha, traerá a los pobres y la clase trabajadora a las calles para apoyar al gobierno si no existe otra alternativa.

Las preguntas clave como revolucionarios es cómo intervenir en esta situación, para poner en marcha un programa de lucha por el socialismo revolucionario y democrático y no dejar que  el movimiento que lucha contra el chavismo, o la demanda vacía de la paz, que nunca existirá, entre dos clases, que plantea el gobierno, terminen en una derrota histórica mas de los trabajadores y el pueblo pobre y explotado.

El Movimiento, o los Movimientos por la Paz, o Conciliación de Clases

Tanto la derecha como el gobierno realizaron manifestaciones el fin de semana después del 12F,  llamando a la “paz”. Maduro invitó públicamente a Capriles a reunirse con él para hablar de las protestas y encontrar una salida pacífica. Este enfoque de reconciliación no es algo nuevo para el chavismo.

Tras los acontecimientos tumultuosos de 2002, Chávez, en un discurso a la nación, pidió a la gente regresar a sus casas. En lugar de convocar o permitir la formación de comités formados por los trabajadores y otros sectores de la sociedad para investigar el golpe de estado, señaló que todos los venezolanos se necesitaban para trabajar juntos y olvidar los acontecimientos que siguieron al golpe. Sin embargo, la presión desde abajo empujó al chavismo a radicalizarse en diferentes momentos, pero siempre tomando medidas para buscar alianzas con sectores de la burguesía.

Después de la elección de Maduro en Abril, este no llamó para reuniones de masas de los trabajadores y pobres para discutir cómo organizarse para cambiar la sociedad. Él convocó a una reunión con el jefe de la familia Mendoza, una de las familias más poderosas de Venezuela y poseedora del Oligopolio Polar, que produce alimentos y bebidas, entre otras cosas. En resumen, hizo un trato con Polar para que aumentara la producción de alimentos e incluso facilitarles algunas de las grandes fábricas que previamente habían sido expropiadas.

Las manifestaciones por la paz son entonces, un medio para el Gobierno buscar el apoyo de todos los sectores de la sociedad y, al hacerlo , no se empuja a la acción más radical que en realidad no se quiere implementar. A veces, como hemos visto en este proceso, el gobierno va a reaccionar a la presión desde abajo. Sin embargo, esta presión aún no ha visto la nacionalización de la economía como un todo, en el sector bancario, por ejemplo, y menos aún la implementación de una economía planificada.

Perspectivas

Por el momento las perspectivas en relación con los acontecimientos en Venezuela para la próxima semana o incluso mañana permanecen abiertos. La situación actual está en movimiento y cómo se va a jugar depende de muchos factores. De continuar la represión estatal sobre las protestas, éstas podrían, como se mencionó, dar lugar a un mayor apoyo de la derecha para una acción más radical.

El día después de 12F Maduro declaró que cualquier protesta que no tenía un permiso era ilegal y sería tratada por el estado como tal. Debemos oponernos a las medidas que el gobierno puede tomar para limitar el derecho a protestar, pues éstas pueden ser utilizadas en contra de los trabajadores y los pobres.

Lo que se necesita para detener al a la derecha es un movimiento de masas de la clase obrera unida bajo un programa de lucha por el socialismo. La convocatoria de un frente unido de la izquierda como primer paso hacia esto no podría ser más relevante hoy. Un frente de izquierda no sólo enlazaría y uniría a las demandas de los trabajadores y de los pobres, sino que a través de la discusión democrática y el debate a nivel en todo el país pondría en marcha un programa para el cambio revolucionario.

El regreso de la derecha sería una derrota para los socialistas de todo el mundo. Los trabajadores y los pobres van a responder a las llamadas para apoyar al gobierno. La tarea de los revolucionarios será luchar y luchar por más que esto sobre la base de una perspectiva de clase.

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