01/02/2013, Victoria Lara, SR
Gran Canaria

La importancia de la empresa Roca, incluso a primera vista,
no se le escapa a nadie. Todo el mundo ha dicho alguna vez aquello de “voy a
reunirme con el señor Roca”, en referencia al mayor negocio de la empresa, la
cerámica sanitaria. Según la página web de la empresa el chascarrillo puede ya
repetirse a nivel mundial, ya que se declaran líderes mundiales en el sector
del baño, con presencia en más de 135 países, más de 21.000 empleados en todo
el mundo y más de 20 millones de euros en beneficios el año pasado a pesar de
la crisis.

Esta pujante empresa, sin embargo, pretende cerrar
completamente su planta en Alcalá de Guadaira (Sevilla) con 228 trabajadores, y
realizar un ERE en su fábrica de Alcalá de Henares (Madrid) para echar a la
calle a 258 trabajadores más, con la excusa de que estas plantas no son
“competitivas”. Según el presidente del comité de empresa, esto sucede porque
no se envía suficiente producción a plantas que cuentan con una gran formación,
y en el caso de Alcalá de Guadaira, con una reciente inversión en nueva
maquinaria.

Los trabajadores de Roca no se han resignado a estos
despidos completamente injustos, que solo busca seguir aumentando los
beneficios de la empresa con la deslocalización de sus puestos de trabajo a
países con peores condiciones salariales y laborales, y han realizado
diferentes acciones para demandar que se mantengan sus puestos de trabajo. Los
trabajadores de Alcalá de Guadaira ocuparon desde el 31 de diciembre al 7 de
enero la catedral de Sevilla, además de realizar desde el día 8 una huelga
general indefinida que tuvo como resultado la retirada del ERE por parte de
Roca a mediados de enero, para prolongar durante el mes el periodo de
consultas. Los trabajadores de Roca en Alcalá de Guadaira, sienten que han
ganado una batalla pero no la guerra, y siguieron las movilizaciones con una
manifestación de 1500 personas el 19 de enero por las calles de Sevilla, ante
el temor de que el próximo ERE planteado sea similar al anterior. 

Los EREs que pretende aplicar Roca muestran claramente que
las últimas Reformas Laborales de los gobiernos de PSOE y PP solamente sirven
para que aumente el desempleo, al abaratar el despido. Para salvar los puestos
de trabajo es necesario otro tipo de políticas, como la nacionalización de las
empresas que amenacen con despidos, y de los sectores claves de la economía,
bajo control democrático de los trabajadores para mantener puestos de trabajo
dignos.

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