Victoria
de los nacionalistas conservadores y derrota del tripartito «de
izquierda»



17/12/2010, R.
Mac, SR Barcelona


Después
de 8 años en el poder, el gobierno tripartito «de izquierda»
en Cataluña ha sufrido una derrota decisiva por parte del partido
nacionalista conservador, CiU. Todos los miembros de la coalición
tripartita han sufrido pérdidas de votos: PSC perdió un cuarto de
sus escaños (de 37 a 28) y ERC (los nacionalistas «de
izquierda») perdieron la mitad (de 21 a 10). A ICV-EUIA (una
alianza que incluye a la organización catalana de Izquierda Unida y
a grupos ecologistas y sociales) le fue mejor y solamente perdió 2
de sus 12 parlamentarios.

Con
una cifra oficial de desempleo al 20%, la única solución del
gobierno estatal del PSOE a la continua y profunda crisis de la
economía española han sido más austeridad y privatizaciones. El
tripartito catalán ha apoyado las medidas del programa de austeridad
del presidente Zapatero y ha introducido sus propias medidas
pro-mercado en educación y recortes en salarios.

No
fue una gran sorpresa que la semana pasada la gente de Cataluña
lanzara al PSC, el partido equivalente catalán del PSOE y el partido
líder en el anterior gobierno tripartito. El eslogan de la campaña
electoral del PSC de «éxito garantizado’ en realidad tenía el
fracaso garantizado. Los vínculos del PSC con el gobierno estatal y
las medidas claramente pro-mercado de este tripartito supuestamente
de izquierda son los culpables de esta derrota.

Desafortunadamente,
la campaña de ICV-EUIA era igual de poco estimulante. «La
esperanza verde» y «las soluciones de izquierda» no
fueron sufienciente para inspirar a una generación buscando su voz
política y entrar en las luchas. ¿Qué significa la «esperanza
verde»? ¿Las «soluciones de izquierda» suponen
obtener un trabajo con condiciones y salario decentes? ¿Significa
oponerse a la odiosa reforma laboral del gobierno? Su campaña en
Cataluña era casi un reflejo perfecto de las campañas de los
principales partidos: banderines coloridos, buenas fotografías, y
nada más que un mensaje de «centro-izquierda».

La
pequeña caída en votos de ICV-EUIA comparado con los otros
partidos en la coalición fue visto por algunos de sus líderes como
positiva. De hecho, su porcentaje de votos del 7,39% supone una media
de los obtenidos en los últimos 20 años. Sin embargo, las cosas han
cambiado mucho en entos 20 años, y las oportunidades para ICV-EUIA
en estas elecciones podrían haber sido enormes si se hubieran
postulado como una voz independiente de los trabajadores y de los
jóvenes que están entrando en la lucha contra los ataques del
capitalismo español.

ICV-EUIA
tuvo un papel positivo en la organización para la huelga general en
septiembre pero, justo cuando los trabajadores habían empezado a
mostrar su fuerza contra la crisis, ICV-EUIA se dedicaron a apoyar un
gobierno catalán de austeridad y fueron, justamente, castigados en
las urnas.

CiU
en el poder

La
victoria de CiU claramente dará lugar a un gobierno anti-obrero, ya
que este partido representa a la clase capitalista catalana. Están
justo por debajo de una mayoría absoluta, pero encontrarán muchos
apoyos en el nuevo parlamento para sus planes.

24
horas después de su victoria, CiU inmediatamente mostró sus
intenciones de continuar con los ataques a la clase trabajadora.
Anunciaron el desmantelamiento del impuesto de sucesiones, que
beneficiará sobre todo a los ricos, y recortes en los gastos del
gobierno catalán.

Ya
han tenido choques con Zapatero porque éste pidió la privatización
de parte del aeropuerto de Barcelona. Sin embargo, esto no se debe a
que no estén de acuerdo con la privatización, sino principalmente
porque sentían que como gobierno de Cataluña deberían haber sido
consultados antes.

La
victoria de CiU radicalizará la cuestión nacional. Este verano CiU
claramente se aprovechó de una ola de sentimientos nacionalistas
cuando secuestraron una manifestación de un millón de personas
contra el fallo del Tribunal Constitucional contra el Estatuto de
Autonomía catalán. Sin embargo, su voto no es claramente un voto
por la independencia.

Mientras
que ERC demandó un referéndum sobre la independencia, CiU tuvo
mucho cuidado en no comprometerse con esto. Los nacionalistas de
izquierda han perdido más del 50% de sus escaños. CiU todavía
guarda sus cartas sobre este asunto y espera el resultado de las
elecciones a nivel estatal de 2012.

Las
encuestas de opinión han mostrado un apoyo significativo a favor de
la independencia. La cuestión nacional es todavía una
característica fuerte y creciente de al política catalana, pero la
cuestión de la crisis es la fundamental para la mayoría de los
trabajadores.

La
victoria de CiU, junto con el aumento del voto para el PP (el
principal partido de la oposición a nivel estatal), un gran defensor
de la «unidad de España», muestra que habrá claramente un
aumento del antagonismo y la polarización de la cuestión nacional
mientras continúa la crisis general en el estado español.

La
cuestión nacional se utilizará para desviar las culpas, pero
también como una herramienta de negociación por parte de varias
fuerzas que tienen en común su acuerdo en la «necesidad»
de atacar a los trabajadores. Por lo tanto, el rol que la izquierda y
de los sindicatos podrían tener en unir a los trabajadores en la
lucha mientras defienden el derecho de autodeterminación, incluyendo
el derecho de independencia, será crucial para evitar las divisiones
dentro de la clase trabajadora.

PP
y la inmigración

La
cuestión de la inmigración también la están usando varios
partidos para distraer a los trabajadores y cubrir la incapacidad del
capitalismo para dar empleo y una vida decente a todos.

El
escenario político se ha visto inundado por comentarios racistas y
anti-inmigrantes en los últimos años. El ayuntamiento de Vic
rechazó dar papeles para servicios sanitarios básicos y otros
servicios a inmigrantes indocumentados. Otro ejemplo de esto ha sido
la prohibición de llevar el burka por parte de otros ayuntamientos.

La
mayoría de los inmigrantes vinieron a España para trabajar en el
entonces floreciente, y ahora hundido, sector de la construcción. La
inmigración se ha desacelerado desde entonces y es uno de los grupos
más afectados por las crisis, ya que tienen muchas más
posibilidades de perder su trabajo y no tienen otro medio de
subsistencia.

El
PP ha usado en estas elecciones la estrategia de una propaganda
agresiva anti-inmigrante para aumentar las tensiones en una Cataluña
castigada por la crisis. Han tenido su mejor resultado en Cataluña
con un 12% de los votos. El partido de extrema derecha Plataforma per
Catalunya, no han conseguido por poco un escaño en el parlamento.

La
estrategia del PP debe servir como una aviso al movimiento obrero
para las elecciones estatales. El PP es el sucesor más probable del
PSOE en el gobierno estatal como muestran la mayoría de las
encuentas. Es vital que el movimiento obrero español lidere una
lucha unida tanto de los trabajadores españoles como de los
inmigrantes.

Crisis
continua

En
la misma semana de las elecciones catalanas la economía a nivel
estatal estaba de nuevo al borde del precipicio. La estrategia de
Zapatero de negación de la crisis para ganar la confianza de los
mercados fracasará.

El
PSOE ha negado la debilidad de la economía española en cada etapa
de la crisis. Primero se dijo que España «no es Grecia»,
después que «no es Irlanda» y pronto no será Portugal. La
realidad es que no hay perspectivas de ninguna recuperación
significativa y que habrá como mucho un crecimiento anémico o una
continuación de la crisis y la inestabilidad.

La
calificación del crédito español han sido rebajadas varias veces y
no hay un motor de la economía que pueda sacar a España fuera de la
crisis. La realidad es que habrá más austeridad para complacer a
los especuladores, el FMI y el Banco Central Europeo.

Los
trabajadores en lucha y la izquierda

La
profundización de la crisis económica en el estado español y
Cataluña probablemente enardecerá a la clase trabajadora e
intensificará la ragia y el deseo de luchar. Ya han sufrido enormes
ataques y las siguientes batallas son inevitables desde el punto de
vista del capitalismo.

La
cuestión es si se puede construir un movimiento poderoso con una
estrategia para derrotar el programa de austeridad en lugar de un
movimiento simplemente para dejar salir la tensión, y si se puede
construir un partido para ganar a los trabajadores y a los jóvenes
al socialismo y para terminar la dictadura del capital.

Ahora
que la coalición del tripartito está muerta hay una oportunidad
para que ICV-EUIA se mueva a una dirección radical y socialista en
Cataluña. Algunos líderes estatales de Izquierda Unida, como Cayo
Lara, han hecho gestos a la izquierda, al igual que algunos líderes
sindicales, pero esto no es suficiente.

Después
de la huelga general podrían haber incitado a la gente a una
estrategia contra el programa de austeridad y los ataques a los
derechos de los trabajadores. Sin embargo, su silencio fue atronador
hasta la campaña electoral, e incluso entonces no hicieron
llamamientos claros para construir un movimiento.

ICV-EUIA
siguó la estrategia blanda de los sindicatos, que presentaron una
Iniciativa Legislativa Popular al parlamento por un plan económico
estratégico. Si este plan se hubiera combinado con una lucha
sostenida de huelgas (incluyendo una serie de huelgas generales) y
protestas, podría haber encendido las elecciones catalanes. Pero en
realidad, desmovilizó el movimiento.

Como
hemos visto a través de Europa, las formaciones de izquierda,
incluso aquellas con raíces profundas en la clase trabajadora como
PRC en Italia, pueden malgastar su potencial rápidamente e incluso
desaparecer. Esta no es la perspectiva para Izquierda Unida en este
momento, pero es un aviso. Otro peligro es el vacío que existe y que
puede llenar la derecha.

Hay
una necesidad urgente de una estrategia decidida de lucha, incluyendo
una serie de huegas generales al igual que la contrucción y el
mantenimiento de comités de bases y asambleas para organizar la
lucha.

Se
necesita una alternativa seria con un programa socialista que incluya
la nacionalización de los bancos bajo el control democrático de los
trabajadores, un programa masivo de inversión para crear empleos
dignos y la demanda de un gobierno de los trabajadores, no del FMI y
los especuladores.

Desarrollar
un programa en estas líneas podría hacer reemerger las magníficas
tradiciones socialistas de la clase trabajadora catalana que han
mostrado en los últimos meses su deseo de luchar.

Socialismo
Revolucionario cree que esto es posible. Invitamos a todos con una
perspectiva similar a unirse y luchar junto a los miembros de
Socialismo Revolucionario en Cataluña y en todo el estado español.

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