Conversación de Xekinima (ASI en Grecia) con el escultor Rob MacDonald


Foto: Sam Saunders

Durante el movimiento BlackLivesMatter (BLM)
vimos la demolición de monumentos de conocidos traficantes y explotadores de
esclavos, como la estatua del traficante de esclavos Edward Colston en Bristol.
¿Qué clase de simbolismo tiene el acto de demolición de estos monumentos para
el movimiento?

Creo que el derribo de estas estatuas fue un acto de arte
revolucionario. A veces el arte es algo obvio como una pintura bonita o una
canción triste, pero a veces el arte no es tan obvio.

Creo que el arte es fundamentalmente el momento en que un humano toma
una decisión para resolver un problema, este es el momento creativo. El núcleo
de una obra o acción artística es el desarrollo de ésta con la necesidad de
expresar y/o contar una historia. Este trabajo puede entonces convertirse en
simbólico ya sea para un individuo o colectivamente de una manera cultural.

Estatuas como las de Colston y Colón fueron creadas para
representar una historia: la historia de la victoria del opresor. El propio Colston
fue responsable del transporte de 84.000 esclavos, de los que el 20% murió en
el camino. Se estima que en total un millón de personas murieron en los barcos
de esclavos.  Cualquier trabajo de
caridad que Colston hiciera después no puede reparar lo que equivale a un
genocidio legal. 

Cuando esta estatua de Colston fue derribada, la hicieron rodar
por la calla y la arrojaron al mar, igual que los esclavos fueron arrojados al
mar cuando murieron a bordo de los barcos. 
Este fue un momento simbólico y muy creativo que equilibró un poco la
historia. Luego hubo un intento de reemplazar la estatua con una hecha en un
estilo similar, pero representando a un manifestante de BLM que había saltado
sobre el pedestal vacío en el momento en que la estatua de Colston fue derribada.
  Por supuesto, el gobierno local no dejó a Colston
en el mar, lo que habría sido una expresión artística adecuada. También retiraron
la estatua del activista de BLM que lo reemplazaba.
  Esto es importante porque las autoridades no
son neutrales; toman las decisiones a favor del “establishment” y en contra del
movimiento, de lo contrario, ¿por qué no eliminar todas las estatuas que
representan la opresión?

Estas estatuas fueron erigidas originalmente por razones
simbólicas para reforzar lo que esta gente representaba, que era el
imperialismo en su peor momento. Como esto es algo que todavía sucede hoy en
día, aunque de diferentes maneras, se puede entender por qué los elementos del “establishment”
actúan como lo hacen. Sólo quitan algunas estatuas y debido a la presión de las
masas. Esta es una lección clave para cualquier movimiento.
 

Algunas personas argumentan que estas estatuas representan la
historia, por lo tanto, derribar las estatuas nos niega nuestro patrimonio
cultural colectivo, bueno o malo. Pero hay algo aquí que estos defensores de la
historia convenientemente dejan de lado. La historia es un proceso que está
conectado a la actualidad. ¿No fue también George Floyd asesinado? Sin el
movimiento internacional de masas también habría sido un asesinato legal ….
al igual que el de los esclavos. Así que la historia no es una cosa terminada
sino parte de la realidad de hoy.

Tenemos que entender que los símbolos de estas estatuas
representan las batallas ideológicas que tienen lugar en nuestra sociedad. La
ideología dominante hoy en día es el capitalismo y su horrendo pasado imperialista
que estas estatuas representan es todavía un factor hoy en día en la
explotación de las masas del mundo. El derribo de unas pocas de ellas, y las que
después fueron oficialmente quitadas o cubiertas después, representan una
victoria para el movimiento BLM y la lucha social y de clases que representa.
Pero esto es sólo la victoria en una batalla, no de toda la guerra.

¿Ha habido ejemplos similares en la historia
donde los monumentos han recibido la ira de los manifestantes?

Sí. Es muy frecuente en los levantamientos, revoluciones y
conflictos sociales que los símbolos de la opresión sean atacados y destruidos.
El caso de Saddam Hussian en Irak y las estatuas de Lenin en la caída de la
Unión Soviética son dos ejemplos bastante recientes, pero esto se remonta al
principio de la civilización humana.

Esto ocurre porque los símbolos artísticos ejercen un gran poder
sobre nosotros; forman un profundo significado cultural tanto para el oprimido
como para el opresor. Por lo tanto, son fundamentales en cualquier lucha. Pero
un marxista no puede ver este tema fuera de la lucha de clases.

¿No significa el derribo de estas estatuas la
destrucción del arte?

Si debemos o no apuntar a las estatuas o al trabajo artístico en
general es para mí una cuestión más bien táctica en la lucha contra el
capitalismo. ¿Estos actos individuales van a construir la conciencia de las
masas en la lucha que necesitamos? Creo que la respuesta es que depende.

En general, yo estaría a favor de la defensa de todas las obras de
arte y abogaría por su sustitución o reutilización. También me centraría en la
necesidad de la organización del movimiento, el planteamiento de programas concretos,
e ideas que fomenten la participación continua y no actos aventureros… Pero a
veces hay que actuar para dar un golpe al enemigo. Nada mejor que darlo a las
estatuas simbólicas que nos miran cada día de camino al trabajo.

Ha habido una respuesta interesante en términos artísticos con el
movimiento BLM y nuevas estatuas y monumentos en general. Ha habido una
explosión de murales de George Floyd a través de los EEUU e internacionalmente.
Su rostro, como otros antes que él, se ha convertido en el símbolo del
movimiento. Pero ha habido otros como la erección de una figura gigante de una
enfermera que lleva una máscara en Letonia, simbolizando el papel de estos
héroes en nuestras vidas de hoy en día en la lucha contra el coronavirus.

También se ha colocado una estatua de la época de la guerra fría de Lenin en
Gelsenkirchen, Alemania, frente a las oficinas de un pequeño partido comunista.
Mi primera reacción a esto fue: «genial». Luego me di cuenta de que
era un gran error. Lenin, para empezar, imagino que no habría apoyado la
transformación de su imagen en un símbolo así y especialmente no como lo hizo el régimen estalinista, un régimen que representaba la degeneración del nuevo estado obrero
en Rusia contra la que Lenin luchó en sus últimos años. La glorificación de los
líderes es algo que hace la iglesia con Cristo o, como ya hemos mencionado, el
capitalismo imperialista para mostrar su poder. La glorificación de los líderes
es un signo de enfermedad en mi opinión y debemos alejarnos de esta forma de
monumentos en favor de la construcción colectiva de monumentos.

Cuéntanos cómo se está creando el monumento “Solidarity
Park” en Catalunya.

“Solidarity Park” es un monumento a los brigadistas
internacionales que murieron cuando el barco «Ciudad de Barcelona» se
hundió en 1937 frente a las costas de Malgrat de Mar, en Catalunya, durante la Guerra
Civil española.
  Esta historia ha estado
oculta durante más de 80 años, primero por la victoria de Franco en la Guerra Civil
y luego por el período de Transición cuando el legado de la Guerra Civil fue
barrido bajo la alfombra. Ahora las cosas están cambiando y una nueva
generación quiere saber qué pasó.

Es cierto que el recuerdo de la Guerra Civil sigue siendo una
falla que atraviesa la sociedad española de hoy. Su legado se refleja
claramente en todas las luchas de la sociedad española, incluyendo la lucha por
la independencia de Catalunya y la lucha feminista, que son sólo los últimos
ejemplos. La cuestión de la memoria histórica es también una cuestión política
importante en sí misma. Se estima que hay 1200 fosas comunes aún por descubrir.
El ascenso de la extrema derecha en muchos países y ahora con VOX en el estado
español hacen que las lecciones y la relevancia de las Brigadas Internacionales
sean extremadamente valiosas, especialmente para movimientos como el emergente movimiento anti-racista BLM. 

Así que cuando comenzamos este proyecto de monumento teníamos
estas cosas en mente, queríamos que hiciera algo más que ser un pedazo de roca
interesante sobre el que se pudiera o no leer. Decidimos hacer un proyecto
participativo e incluir a la gente en su diseño, construcción y sobre todo en su
propiedad.

Esto incluyó la realización de las figuras centrales del monumento,
sesenta brigadistas cantando La Internacional (que es lo que hicieron mientras
se hundían hasta la muerte). Estas figuras fueron talladas en las calles,
plazas y festivales durante un período de 2 años. El propósito era simbólico,
pero también una oportunidad para contar una y otra vez la historia y discutir
el papel de las Brigadas Internacionales y su relevancia. Más de 700 personas
participaron en el tallado de las figuras centrales del monumento.

También comenzamos un proyecto escolar que consistía en aprender
la historia, además de la creación artística y diseño de parte del monumento.
Esta parte del proyecto supuso una ruptura, ya que la Guerra Civil no se enseña
adecuadamente en las escuelas del estado español. La generación más joven
quiere conocer la historia de sus abuelos, sobre todo porque es muy relevante.
El proyecto escolar ha involucrado a unos 1000 estudiantes hasta ahora en
muchos eventos. También se ha internacionalizado vinculando a los estudiantes
de Catalunya con los de Alemania, Australia y Suecia.

También hemos involucrado a cientos de otros artistas a nivel
internacional y local en exposiciones y festivales relacionados con el proyecto
principal. La primera fase de financiación de 20.000 euros se recaudó por
“crowfunding”. Hay muchas maneras de contar una historia como esta y seguimos
involucrando a la gente.

Todo esto significa que la creación del monumento es muy larga, 7
años hasta ahora desde la primera idea. El monumento en sí mismo, que está
previsto que se termine en mayo de 2021, es sólo la espina dorsal de la memoria
más amplia, el proyecto cultural y político. Al involucrar a la gente y
resaltar la política creemos que estamos honrando a los brigadistas ya que no
querrían ser recordados como individuos sino por las ideas por las que
murieron.

En su opinión, ¿cuál es el papel de los
artistas en la crisis del capitalismo que estamos sufriendo hoy en día?

La mayoría de los artistas no se ganan la vida con el arte y la
mayoría renuncia a su pasión para poder pagar las facturas. Otros artistas
trabajan en segundos empleos mal pagados para apoyar su creación artística, ya
que no pueden dejar de crear. Si tienes la suerte de ganarte la vida en la
industria artística, normalmente no tienes derechos, ni contratos, ni
estabilidad financiera…

El capitalismo roba las energías creativas de la clase trabajadora
y nos da las peores condiciones de trabajo. La financiación de las artes es
siempre la primera en ser recortada por las medidas de austeridad. ¿Por qué?
Porque seguiremos produciendo arte, financiado o no, pagado o no. La codicia
capitalista explotará esta mano de obra gratuita una y otra vez.

La debilidad del artista es que, aunque a menudo conocemos las
realidades del capitalismo, no nos organizamos lo suficiente como
trabajadores.  Muchos artistas entienden
la necesidad de la organización colectiva, pero hemos hecho poco en este sentido
más allá de proyectos y centros colectivos. Así que en la actual crisis del
capitalismo necesitamos mejorar nuestro juego.

El arte por naturaleza es nuevo, fresco, revitalizante y, si es
genuino, siempre revolucionario. Estas son cosas que el movimiento obrero
realmente necesita comprender. Yo opino que los artistas necesitan recurrir al
movimiento obrero, y el movimiento obrero necesita recurrir a los artistas para
combinar la lucha colectiva diaria con la lucha cultural por la libertad
creativa. De esta manera hacemos nuestro movimiento político completo.

Más información en:

solidaritypark.com

Outa-space.com

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