06/03/2014. Entrevista
al compañero, Johan Rivas miembro de Socialismo Revolucionario, CIT
Venezuela, p
or
Pablo Hortner del Sozialistische LinksPartei, Partido de Izquierda
Socialista, SLP-CIT Austria.

Hace
un año, el 5 de marzo 2013, el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías,
arquitecto de la “Revolución Bolivariana” y del llamado
“Socialismo del Siglo XXI”, perdió su lucha contra el cáncer.
Su muerte debe haber sido una fiesta alegre para la “oposición de
derecha” venezolana y el gobierno estadounidense. Sin embargo,
¿dirías que el Chavismo al fin y al cabo triunfó sobre el
capitalismo y el imperialismo? ¿En qué consiste en tu opinión el
legado político y cultural de Chávez?

JR:
Efectivamente, Chávez fue el líder indiscutible de un proceso
político que se denomino Revolución Democrática Bolivariana. Un
proceso que luego en la lucha entre la burguesía tradicional, la
vieja clase política y el pueblo con el nuevo liderazgo de izquierda
encabezado por Chávez, se fue radicalizando al punto, que después
de lo eventos conocidos del 2002-2003, Chávez declara la Revolución
Bolivariana como un Revolución Socialista del siglo XXI. Este
planteamiento lo coloca como una alternativa social, económica y
política ante el neoliberalismo, que en Venezuela se intento imponer
en los años 90 y que fue el punto de inflexión de la crisis del
Bipartidismo entre socialdemócratas y socialcristianos, y abrió las
compuertas a un proceso político revolucionario, que hoy a pesar de
sus profundas contradicciones sigue en desarrollo.

Cuando Chávez es vencido por el cáncer y fallece, no hay duda que
la burguesía venezolana y la clase capitalista mundial celebraron su
muerte, muchos pensaron que su muerte era el fin de un proceso, y que
ya era el momento para darle una derrota al fenómeno político
denominando Chavismo.

En
cierto modo es lo que vivimos hoy en Venezuela con la situación
actual. Después de la muerte de Chávez, la derecha y el capitalismo
internacional han radicalizado sus ataques al proceso venezolano,
facilitados en gran parte también por las debilidades del Chavismo.

Sin
embargo, con la muerte de Chávez sólo se cierra una etapa del
Chavismo, pero no es el fin del Chavismo. En Venezuela, con su propia
particularidad, estamos en presencia de un fenómeno político
similar al Peronismo en Argentina. En el sentido de que el Chavismo
se ha convertido en una ideología, y en una alternativa política,
que combina el nacionalismo radical con elementos del socialismo
revolucionario, pero que al mismo tiempo dentro de sus filas se
expresan una diversidad de corrientes y tendencias políticas, desde
socialdemócratas reformistas de izquierdas hasta sectores que aunque
no se expresan abiertamente, no creen en el socialismo revolucionario
genuino.

¿Triunfo
el Chavismo sobre el Capitalismo e Imperialismo?

JR:
El Chavismo no triunfo porque en
Venezuela sigue vigente el capitalismo y el estado burgués como lo
reconoció muchas veces el propio Chávez, y el Imperialismo sigue
disputándose  America Latina y Venezuela como su periferia de
dominación.

Pero
contradictoriamente, Chávez y el proceso revolucionario bolivariano,
lograron derrotar la implementación del neoliberalismo en Venezuela.
En comparación a Chile por ejemplo, el neoliberalismo llegó a
privatizar casi todo, le falto el oxígeno, el aire que respiran los
hermanos chilenos. En Venezuela, se logró que el Estado le
arrebatara parte del poder a los capitalistas y burgueses. Por
ejemplo, se nacionalizaron empresas de servicios públicos,
anteriormente privatizadas, como electricidad y telecomunicaciones.
Se asumió mayor control de la distribución de la renta, ganancias
del petróleo. Medidas que si bien no cambiaron de fondo la lógica
capitalista, fueron pasos adelante muy importantes que impactaron en
la mejora de la calidad de vida de muchos venezolanos.

En
el caso concreto del Imperialismo, podríamos decir que parte del
legado de Chávez fue haber colocado en la agenda política el debate
entre capitalismo, socialismo, integración suramericana y alineación
proimperialista, así como poner énfasis al tema de la soberanía
política y económica.

Por
ejemplo, que el Gobierno de Chávez haya salido del FMI, rechazado
los tratados de libre comercio TLC e impulsado mecanismos de
integración económica propios entre países con intereses similares
(ALBA, CELAC, UNASUR) es en cierto modo un golpe político importante
al imperialismo.

Sin
embargo, hay muchas contradicciones en todos estos procesos, porque
como intentamos decir, a pesar de los aspectos progresivos del
chavismo y de Chávez durante su liderazgo de 14 años en el poder,
las relaciones capitalistas aún siguieron y siguen intactas, lo que
hace difícil explicar el proceso sin caer en posiciones de verlo en
blanco y negro.

Legado
de Chávez

JR:
Creemos que el legado mas
importante de Chávez fue haber politizado a una sociedad y abierto
un debate sobre cuales son los modelos políticos, sociales,
económicos y culturales que se deben desarrollar en el país. Hoy en
Venezuela, aunque desde el exterior puede ser difícil de comprender,
la lucha política entre las clases dominantes y el pueblo, es sobre
qué modelo de sociedad queremos desarrollar como país.
Lamentablemente, el aspecto negativo del legado de Chávez fue que
este profundizó el caudillismo político, el cual contradice la
fórmula planteada del poder popular, que es hoy uno de los debates
centrales del pueblo, la burocracia chavista y la derecha.

Efectos
de la muerte de Chávez

JR:
La muerte de Chávez no solo aceleró el proceso de contrarrevolución
de la derecha y el capitalismo internacional, sino que también ha
desatado las pugnas internas en el seno del partido PSUV y de las
diferentes corrientes políticas ideológicas que dentro del partido
se expresan, así como de los partidos de la alianza patriótica.
Desde nuestra perspectiva, por ejemplo, habíamos alertado que la
muerte de Chávez sería un punto de inflexión y que se abrirían un
nuevo periodo donde la lucha se desarrollaría en tres escenarios:

1
Luchar contra la burguesía y la derecha tradicional que hoy se
siente poderosa y que amenaza con retomar el poder político del
Estado.

2.
Una lucha contra los sectores burocráticos, reformistas y
contrarrevolucionarios que existen en el seno del Chavismo y que se
viene expresando desde hace mucho tiempo y que son los principales
obstáculos para que el pueblo y los trabajadores hagan de manera
efectiva el poder popular y trasformen el Estado actual, en un Estado
Socialista de Democracia real desde los sectores populares
organizados y en lucha.

3
Una lucha en defensa de los avance económicos, sociales y políticos
que hemos conquistados, defenderlos, profundizarlos, y para ello la
necesidad de construir un bloque social popular revolucionario donde
se articulen todas la fuerzas genuinamente revolucionarias para
disputar la dirección del proceso a la derecha y a los reformistas,
para retomar el camino al socialismo.

Esta
lucha se inicio desde la muerte de Chávez y esta en pleno
desarrollo. El gobierno de Maduro esta  en medio de profundas
contradicciones intentado buscar un punto de equilibrio inexistente
entre la burguesía tradicional, la burguesía emergente (Boli
Burguesía) y los sectores populares que demandan radicalización y
profundización de la revolución bolivariana.

En
esta contradicciones, hasta el momento se esta imponiendo la posición
reformista de centro izquierda, donde se intenta mantener gran parte
de los programas sociales que se desarrollaron durante Chávez,
mantener una participación importante del Estado en la economía,
pero al mismo  tiempo dando cada vez mayores concesiones a los
sectores capitalistas que son el brazo económico de los partidos de
la derecha. Estas contradicciones políticas están llevando al
gobierno de Maduro a una situación de crisis económica y política.
En primer lugar, porque mientras más concesiones da a los
capitalista más poder adquieren y la situación económica no
mejora.

Al
mismo tiempo, en el aparato de Estado “Chavista”, es inexistente
el poder popular o la participación desde abajo de los trabajadores
y el pueblo. Quienes dirigen y toman las grandes decisiones de las
políticas del Estado es una burocracia roja que reproduce los vicios
del capitalismo de corrupción e ineficiencia. Por otro lado, están
generando descontento dentro de los sectores populares que al no
contar con organizaciones políticas independientes y autónomas
construidas desde los sectores en lucha, se encuentran sin dirección
política clara, lo cual en primer momento les impide expresarse
políticamente.

También,
la muerte de Chávez deja un vacío como referente de liderazgo y
cohesión, que están intentando ocupar los partidos de la derecha,
que han cambiado de cierta forma sus discursos reaccionarios
revindicando algunos aspectos del chavismo y de Chávez, como las
misiones sociales.

Este
fenómeno es también por la incapacidad de los sectores de la
izquierda revolucionaria independiente, que no hemos sido capaz de
construir esa alternativa política que dote de dirección el
descontento en las base populares y de trabajadores, para que estas
tengan unas perspectivas revolucionarias socialistas genuinas.

La
situación hoy, la manifestaciones de la derecha
.

JR:
Todo el contexto anterior descrito se expresa hoy en las
manifestaciones y confrontaciones violentas que están en pleno
desarrollo. Al no existir una referencia de izquierda fuera del Chavismo, se desarrolla una política de derechización con
concesiones importante a los capitalistas y a sectores de la
burguesía. Quienes están intentando capitalizar el descontento de
la gente es la derecha, que se disfraza de alternativa democrática.
Este movimiento aún no penetra los sectores populares, pero si en
amplias capas de las clases medias, las cuales crecieron y se
consolidaron bajo el Chavismo.

Esto
es un peligro y una amenaza objetiva, ya que si no aparece un
alternativa revolucionaria o la dirección del Chavismo no corrige su
rumbo bajo el liderazgo de Maduro, estaríamos en presencia de una
derrota política que la burguesía y clase capitalista internacional
celebrarían como que una vez más fracasó el socialismo, lo cual
nos coloca a los revolucionarios a prepararnos para no permitir, en
primer lugar la derrota, pero en segundo término, contrarrestar la
propaganda política capitalista, que intentará desmoralizar la
conciencia de miles de jóvenes y trabajadores que en el mundo han
visto a Venezuela como una alternativa, como una esperanza de cambio,
pero sobre todo que han puesto otra vez interés en las ideas del
socialismo revolucionario. No digo que sería una situación igual a
la  caída del Muro de Berlín, pero tendría elementos de ello.

En
todo este contexto, entonces, hoy sectores de las clase medias, bajas
y altas, bajo la dirección de la ultraderecha de la oposición
burguesa, está generando un situación de caos e ingobernabilidad
para estimular una salida del gobierno de Maduro e iniciar así una
etapa post Chávez donde progresivamente se iría retorciendo en
todos los avances que los trabajadores y el pueblo han logrado
durante estos 15 años.

El
problema es que el gobierno de Maduro ha asumido una política
abiertamente de conciliación con la consigna de la paz y el dialogo,
e intenta legitimar bajo estas consignas un pacto con sectores
capitalistas y burgueses, “Nacionalista Democráticos”, con lo
cual, de materializarse sería una traición al mejor legado de
Chávez y al pueblo que aún en las calle sigue gritando, “¡Chávez
Vive, la Lucha sigue!”.

Sin
embargo, no es un proceso lineal, las contradicciones de clase son
cada vez más profundas. Un escenario de explosión social con
pronósticos impredecibles es latente hoy en Venezuela, ya que a
pesar de la falta de una dirección amplia, colectiva revolucionaria
del pueblo y los trabajadores, existen en Venezuela muchos grupos y
organizaciones aún dispersos y es una de las debilidades. Sin duda,
darán la lucha por evitar una derrota del proceso. Sin embargo, será
complejo, porque la lucha no será como decía anteriormente solo con
la derecha tradicional, si no con sectores del Chavismo que se han
acomodado en las estructura del estado burgués y capitalista, todavía existente en Venezuela.

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