24/01/2013, Rob Mac , SR Barcelona

En 2012 hemos
presenciado una importante escalada de la lucha contra el capitalismo: la
convocatoria, sin precedentes, de dos huelgas generales en el mismo año, la
huelga de los mineros, las protestas en educación, el movimiento
anti-desahucios, y para terminar el año las ocupaciones y huelgas en hospitales
públicos madrileños. Queda claro que aunque la clase capitalista ha sido
sacudida por estos enormes movimientos, no ha sido apartada de su programa de
austeridad.

Esta crisis del capitalismo tiene proporciones históricas. Es la crisis que va a marcar a una generación y ha abierto un periodo de grandes acontecimientos revolucionarios y levantamientos alrededor del mundo; la que ha transformado la sociedad española post-transición y descubierto sus fallas y mentiras.

Todos los indicadores económicos apuntan, como mínimo, a un periodo de inestabilidad económica en el mundo, sin crecimiento sostenible, con recesiones, estancamientos y en general con perspectivas sombrías para el capitalismo. No puede haber armonía social con estas condiciones, especialmente cuando los intereses de las clases dirigentes son los únicos que importan y los gobiernos se doblegan para complacerlos a ellos y a sus mercados.

En enero de 2013 el gobierno predijo una recuperación de la “confianza” y probablemente un pequeño crecimiento del empleo para finales de año. Esta promesa (que contradice a los economistas capitalistas más significativos, incluido el FMI) es como una gota de agua en un océano de miseria. Este anuncio llegó al mismo tiempo que Amancio Ortega, el magnate de las tiendas de moda, se convertía en el tercer hombre más rico del mundo con una fortuna de más de 43.300 millones de euros. El capitalismo está podrido desde su raíz, pero los multimillonarios continúan enriqueciéndose mientras la clase trabajadora paga por la crisis. Está claro que necesitamos una alternativa al capitalismo, basada en un gobierno que luche por los intereses de los trabajadores.

Aunque no habrá
elecciones próximamente muchas personas apoyan la idea de derrocar el muy
impopular gobierno del PP. Pero el PSOE comparte esta impopularidad al haberse
mostrado como poco más que una burda imitación del PP. A pesar de sus discursos
de “renovación”, como partido del capital no puede ofrecer una alternativa a
los trabajadores en este periodo de recesión y austeridad.

Nuevas oportunidades

Tenemos que reconstruir organizaciones que sean capaces
de responder a los desafíos de la lucha. El nivel de lucha en general no se ve
reflejado en los niveles de organización y de conciencia política necesarios
para esta alternativa. La horrible degeneración y caída de los llamados “países
comunistas”, los fracasos de la socialdemocracia, la táctica de la paz social
de los sindicatos mayoritarios, y un abandono general del objetivo de una
sociedad socialista han debilitado las luchas de hoy, lo que significa una
ventaja para el capitalismo. La clase trabajadora ha visto como muchos de sus
partidos tradicionales se volvían contra ellos, mientras que fuerzas genuinas
de izquierdas han pasado décadas en una posición que no les permitía desafiar
al poder y cambiar la situación.

Pero siempre se dan oportunidades y nuevas experiencias
se suceden alrededor del mundo y, en particular, en Europa. La clave de estos
acontecimientos está en Grecia, donde existe la posibilidad de la formación de
un gobierno de Syriza. Pero también las elecciones en el País Vasco, Asturias,
Andalucía y por último Cataluña han mostrado el potencial de la izquierda. Por
ejemplo, en muchas zonas de Barcelona, el voto combinado de IVC-EUIA y CUP los
colocaba en segundo lugar en las elecciones. Aunque solamente sea una realidad
matemática, es una señal de lo que podría suceder pronto. La verdad objetiva es
que una gran fuerza de la izquierda es posible, tanto electoralmente como en la
calle, si se organiza correctamente.

Pactos electorales y
presiones sobre un gobierno de izquierdas

Con su apoyo a nivel
estatal y sus numerosos militantes, IU tiene el potencial de ser un vehículo de
la lucha por un gobierno de los trabajadores. Pero también, debido al enfoque
erróneo de sus líderes, a menudo no responde a las aspiraciones de este
momento. Con frecuencia entra en pactos y coaliciones que la arrastran a
implementar recortes de la derecha y dificultan su crecimiento. Por eso para
muchos aparecen como un apéndice a la izquierda del monopolio electoral
bipartidista. Cualquier victoria o representación ganada en las elecciones por
la izquierda debe utilizarse fundamentalmente como una plataforma para la
construcción del movimiento en las calles y en los centros de trabajo. La lucha
por las verdaderas necesidades y aspiraciones de la clase trabajadora y el
poner sus necesidades por encima de las de la clase capitalista son las bases
sobre las que IU y las fuerzas de izquierda podrían ganar gobiernos locales y
autonómicos. Estos gobiernos, al rechazar los programas de austeridad y luchar
por políticas socialistas alternativas podrían ser un precedente para todo el
estado. Inevitablemente gobiernos como estos chocarían duramente con el estado
capitalista al tener intereses opuestos y esta situación exigiría una
solidaridad masiva de la clase trabajadora. Este proceso aún no se ha dado aquí
pero se está desarrollando en Grecia. A este respecto, el potencial de IU
convierte en una tarea crucial la lucha de aquellos que intentan empujarla a la
izquierda desde dentro. 

¿Es posible un gobierno
de los trabajadores en Grecia?

Grecia es el escenario donde se han representado los verdaderos horrores de
la austeridad (y donde se juega el futuro de España). En las últimas elecciones
Syriza, una nueva coalición de izquierda, no quedó primero en las elecciones
por un margen muy estrecho, y esto basándose en un programa anti-austeridad (
http://srev.blogspot.com.es/201z2/06/elecciones-griegas-la-mayoria-vota.html). Esta
cuasi-victoria ha causado un gran impacto en todo el mundo, ya que por primera
vez un gobierno genuinamente de izquierda, incluso con grandes defectos, era
posible en Europa.

Está claro de que ya sea dentro o fuera del euro, bajo el capitalismo
Grecia continuará en crisis. Y es posible que en un futuro cercano las
elecciones traigan una victoria para Syriza. Esto tendrá un gran impacto en
todos nosotros y podría convertirse en un ejemplo de resistencia, pero
igualmente podría ser un obstáculo adicional si Syriza no es capaz de tomar las
medidas necesarias para transformar la sociedad, y potencialmente podría
relanzar el peligro real del partido fascista “Amanecer Dorado”, que también ha
crecido últimamente.

Los trabajadores griegos saben que su lucha no es solamente griega sino
internacional. Cualquier gobierno de izquierda en Grecia necesitaría la
solidaridad internacional de los trabajadores para sobrevivir. Los
acontecimientos en Grecia podrían impulsar una genuina oposición de los
trabajadores en este país. Aunque el carácter de estos acontecimientos varían
de país en país, los mismos fundamentos políticos se aplican ya a la mayoría de
los países del sur de Europa y también en cierta medida al norte de Europa. Por
lo tanto, las perspectivas y lecciones sobre cómo conseguir un gobierno de los
trabajadores en Grecia afecta a nuestros debates en el estado español.

Unidad y programa

La unidad de la izquierda y su programa son factores claves. Dentro de IU
es necesaria una lucha seria para conseguir una estrategia capaz de poner a IU
en el centro de la lucha por un gobierno de los trabajadores. IU no es sin
embargo la única fuerza, lo que es más, no aglutina a los mejores militantes
que ya están en lucha en estos momentos. Se necesita un nuevo reagrupamiento
amplio de la izquierda y discutir abiertamente qué programa se necesita para
animar a la mayoría de los militantes a unirse, junto con las decenas de miles
de nuevos activistas de la clase trabajadora. Éste proceso no significa unir a
un grupo con otro, sino forjar una verdadera unidad de clase trabajadora
alrededor de algunas demandas claves.

La iniciativa 1000 en
Grecia

La izquierda griega está muy dividida a pesar del surgimiento de Syriza como
una fuerza potente. Esta división, que frecuentemente presenta aspectos sectarios
muy negativos (especialmente por parte del KKE – Partido Comunista de Grecia –
que ha rechazado incluso hablar con Syriza), es ahora un tapón para el
desarrollo de la revolución griega. Uno de los intentos recientes más audaces
para unir a la izquierda griega es la Iniciativa 1000 en la que Xekinima, CIT
en Grecia, juega un importante papel. La Iniciativa 1000 tiene como objetivo
unir a la izquierda alrededor de demandas clave para romper con el capitalismo
sin que sea necesario romper con las organizaciones de las que ya se forma
parte. La idea es la de construir un bloque revolucionario para poder actuar en
la situación, orientándose hacia Syriza como fuerza principal y organizándose
en torno a sus militantes. Algunas de las demandas principales son: no al pago
de la deuda, y nacionalización de los bancos y de los sectores claves de la
economía bajo el control y gestión democrática de los trabajadores (se puede
encontrar información aquí). Un gobierno de izquierda que
movilice a la clase trabajadora para luchar por estas políticas podría dar
lugar a una ruptura con el poder de la troika capitalista (FMI, BCE y UE), y
abrir el camino hacia una sociedad socialista, por la que se deberá luchar en
toda Europa. Estas demandas son similares a las que serían necesarias en el
estado español, con diferencias obvias particularmente alrededor de la cuestión
nacional.

Mientras la lucha se intensifica, la necesidad de un brazo político para
ésta se vuelve crítica, aunque en la mayoría de los casos aún no existe. La
formación de esta organización no debe basarse solamente en cuestiones
programáticas, o en una lista electoral unida que resulte atractiva, sino que
debe formarse sobre el desarrollo de la lucha en la calle.

Qué se consigue con una
huelga general y qué se podría conseguir

Una de nuestras mayores armas es la huelga general. Por ejemplo, las
últimas elecciones catalanas fueron empujadas a la izquierda por la huelga
general de noviembre. La huelga general une a todos los trabajadores en una
lucha común y si se utiliza correctamente puede conseguir victorias. Se la teme
profundamente dentro de los círculos capitalistas porque debilita su propia
existencia. Reúne la naturaleza colectiva de la clase trabajadora y de esta
manera eleva su conciencia. Por esta razón debe ser utilizada con sumo cuidado.

En las manos de los líderes de los sindicatos mayoritarios, es como tener
una pistola y dispararla contra el suelo: mucho ruido pero nada más. Su demanda
de referéndum no tuvo ningún poder una vez que fue rechazada. Se podría trazar
el camino con una escalada de las huelgas generales hasta  que el gobierno de austeridad del PP sea
derrocado y con el objetivo de reemplazarlo por un gobierno de los
trabajadores.

SR llegó a la conclusión de que el gran éxito de la huelga general del 29M
podría haber seguido creciendo en mayo con otra huelga general de 48 horas, que
habría sacudido al gobierno hasta sus cimientos. Finalmente, la presión
consiguió la convocatoria de otra huelga en noviembre. Sin embargo, las huelgas
generales todavía se usan como una válvula de escape para la rabia, en lugar de
como una herramienta para conseguir un objetivo. El objetivo que tienen los
actuales líderes de los sindicatos mayoritarios es permanecer dentro de las
fronteras del capitalismo, y no tienen ninguna confianza o intención en actuar
de manera diferente. Su estrategia, por lo tanto, está completamente derrotada.
El actual nivel de la crisis hace que los días de amenazas y negociaciones de
los sindicatos, como los que se dieron durante la transición, hayan terminado
hace mucho.

Nuestro movimiento está creciendo en madurez. En la situación actual la
necesidad de una huelga general de 48 horas está muy presente, no es solamente
es planteada por SR y podría materializarse próximamente. Grecia ya ha tenido
más de 20 huelgas generales en los últimos dos años, tres de ellas de 48 horas. 
Aún así, Grecia no
ha conseguido detener la austeridad, debido a la falta de una expresión
política clara por el momento que represente los intereses de los trabajadores,
aunque sí ha logrado llevar la lucha a un nivel más alto.

Huelga general
indefinida y revolución

Algunos sectores de la lucha demandan una huelga general indefinida y, de
hecho, en Grecia se está convirtiendo en una demanda clave, que va ligada a la
lucha política, las ocupaciones y las numerosas huelgas generales de los
últimos años, incluyendo las de 48 horas. Pero los eslóganes, tácticas y su
éxito están completamente ligados a la elección del momento oportuno. Creemos
que en el clima actual en España es muy posible una huelga general de 48 horas.
Pero una huelga indefinida es algo para lo que hay que estar preparado y una
convocatoria inmediata iría demasiado por delante de la conciencia actual. Es
verdad que una huelga general de 48 horas no garantizaría el éxito, pero sería
un paso para la intensificación de la lucha. La huelga general indefinida tiene
un carácter insurreccional porque plantea la cuestión de quién hace funcionar
la sociedad y de la toma del poder por los trabajadores. Sin embargo, la lucha
no ha llegado al nivel suficiente de madurez, ni estamos políticamente
preparados para una huelga como ésta. Por eso es necesario construir una
organización masiva de la izquierda capaz de organizar una huelga indefinida y
un liderazgo sindical con visión de futuro que pueda escalar la lucha. 

Un núcleo
revolucionario organizado para el movimiento

La construcción de un partido de masas de los trabajadores para luchar por
el poder será una tarea difícil y posiblemente se presentarán muchos problemas
en el camino. Para asegurarnos el éxito debemos intentar armarnos con las
mejores ideas. Nosotros pensamos que la construcción de un núcleo
revolucionario basado en el marxismo es una parte esencial de esta tarea, y
nuestra mejor oportunidad para evitar errores. Esperamos construir con otros
con las mismas ideas este núcleo, y traer con nosotros la experiencia
compartida del CIT, nuestra organización internacional.

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