02/10/2015, Socialismo Revolucionario

Català

A finales del mes de
julio tuvo lugar la Escuela de Verano, una semana de debates e
informes del Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT),
organización internacional a la que está afiliado Socialismo
Revolucionario. La situación griega ocupó un lugar central en las
discusiones, pero también se abordó la situación socioeconómica
en todos los continentes. 300 personas participaron en el evento que
se organizó en Lovaina, Bélgica.


El siguiente informe es un resumen de la
discusión sobre Europa y la situación internacional, publicado originalmente en el número de septiembre de La Brecha.

La crisis griega afecta a toda Europa

Se prevé que la zona
euro va a experimentar un crecimiento lento este año y el próximo.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, comentó: “A
este ritmo, el continente europeo no puede quitarse de encima la alta
tasa de desempleo y se hundirá en deuda”. Thomas Picketty destacó
el dilema al que se enfrenta Grecia: se supone que tiene que pagar el
4% de su PIB durante 30 años a los ‘prestamistas’. Sería mucho más
fácil simplemente cancelar la deuda.

Grecia se ha convertido
en un laboratorio donde se están probando el capitalismo, el
reformismo y la revolución. La troika se empeñó en aplastar y
desacreditar completamente a Syriza, y ya ha alcanzado en cierta
forma un ‘cambio de régimen’. Tsipras y la dirección de Syriza
capitularon, en lugar de tomar el mandato popular que el 61% de votos
por el ‘NO’ a la austeridad les proporcionaba.

“La traición es
inherente al reformismo”, escribió Trotsky. Los partidos
socialdemócratas han sido incapaces de ofrecer reformas progresistas
y se han pasado abiertamente al lado de los capitalistas y las
contrarreformas. Desafortunadamente, Syriza ha pasado por una
‘pasokización’, es decir, ha acabado traicionando al igual que el
partido socialdemócrata griego Pasok.

Sin duda, esto repercutirá en la lucha contra la
austeridad en países más pequeños, como Irlanda y Portugal, e
incluso países más grandes como Italia y España. Podemos se ha
estancado y sus líderes, habiendo girado a la derecha, dijeron que
¡habrían respaldado el acuerdo en Grecia! Pero la crisis griega no
ha acabado, todavía hay posibilidades en Grecia y en otros países.
En todas partes se está preparando el terreno para nuevas
formaciones.

Perspectivas para la lucha de clases

El desarrollo de la
situación en el norte de Europa indica hacia donde puede evolucionar
la lucha de clases. En Gran Bretaña, las elecciones generales y la
elección de la dirección del Partido Laborista han producido
avances interesantes. La clase trabajadora se orienta hacia el plano
industrial como respuesta a la ofensiva de los empresarios y el
gobierno Tory.

La huelga de los conductores de tren en Alemania y
las luchas en Francia para preservar lo que queda de la semana de 35
horas muestran su voluntad de luchar. En Bélgica, la elección de un
gobierno de derecha en el 2014 ha abierto un nuevo período. Han
habido grandes manifestaciones y huelgas sindicales. Por primera vez
en años, se han organizado reuniones y piquetes en los lugares de
trabajo. Si un nuevo movimiento convocara una huelga general de 48
horas para derribar al gobierno, se podrían sentar las bases para un
nuevo partido de los trabajadores.

Crisis migratoria

En la mayoría de países
de Europa, también hay un crecimiento de la extrema derecha como
consecuencia de la crisis del capitalismo y el fracaso de la
izquierda. Parte de su aumento se debe a la forma en la que utilizan
la crisis migratoria.

El colapso social en Oriente Medio y África ha
supuesto la muerte de miles de personas en el intento de cruzar el
Mediterráneo. Al igual que la crisis de Grecia, los conflictos en
torno a esta crisis humanitaria exponen divisiones nacionales
insalvables dentro de la UE. Esto demuestra que la unión monetaria
es imposible sin una unión política, lo que es a su vez
irrealizable sobre una base capitalista. Los socialistas tienen que
proponer un programa contra la viciosa campaña anti-inmigración de
la derecha, incluyendo el derecho de asilo.

Conmoción en Oriente Medio

La horrible crisis a la
que se enfrentan los trabajadores en Oriente Medio es la secuela de
la intervención imperialista en la región. Siria ha sido desgarrada
por la guerra civil. El eje suní constituido por Turquía, Arabia
Saudita, Qatar y otros está apoyando las milicias suníes que luchan
contra el régimen de Assad.

Oriente Medio ha pasado
de ser un símbolo de la revolución a uno de la contrarrevolución,
como muestra la aparición de ISIS. Esta organización controla la
mitad de Siria y una tercera parte de Irak. ISIS se alimenta de la
desesperación entre los musulmanes sunitas que han sido bombardeados
por el régimen de Assad y, en el caso de Irak, entre los que han
sufrido la discriminación bajo el gobierno liderado por chiítas que
tomó el poder tras la invasión norte-americana en 2003.

Los kurdos sirios,
basados en torno al YPG y el YPJ en Rojava en el norte de Siria, han
sido los más exitosos en la lucha contra ISIS. El gobierno de
Erdogan ha respaldado a ISIS con la clara intención de impedir la
formación de un estado kurdo.

La derrota de ISIS no es sólo una cuestión
militar. Es necesario abordar las causas que alimentan su
crecimiento. El CIT da la bienvenida a la derrota de ISIS en Kobane,
pero reconoce que fuerzas como el PYD necesitan un programa capaz de
convencer otras nacionalidades en la región y de proponer un
confederación democrática que rompa con el capitalismo y el
latifundismo, la creación de un Oriente Medio socialista.

Economía mundial

A pesar de que en este
momento haya una muy parcial recuperación económica, la
productividad está decayendo y hay presiones deflacionarias en todo
el mundo, no sólo en Europa.

La desaceleración de la
economía china ha tenido un impacto inmediato en el mundo
neo-colonial. La caída de los precios de productos básicos ha
agravado las condiciones de vida en países como Nigeria, donde los
funcionarios no cobran desde octubre. A esto hay que añadir los
últimos giros de de la Bolsa china. La subida de tipos de interés
en EE. UU. podría arrastrar la economía mundial a una nueva crisis.
Los capitalistas tienen grandes ‘ahorros’, pero ningún lugar para
invertirlos.

En realidad ha habido un enorme crecimiento de
capital ficticio mediante las inyecciones de liquidez emprendidas por
muchos bancos centrales. Esto ha exacerbado una deuda creciente que
representa un problema mayor para la economía mundial. La Bolsa
mundial ha duplicado su valor y la deuda pública se ha disparado en
muchos países, lo que ha provocado la creación de nuevas burbujas.

Rivalidades interimperialistas

El aumento del poder
económico y militar de China ha reducido la influencia del
imperialismo estadounidense en la región de Asia y el Pacífico.
EE.UU. está buscando el apoyo de aliados asiáticos, como Japón,
con el fin de contener a China.

Asia Oriental registra un
cuarto del crecimiento del producto bruto mundial y representa una
región clave para el capitalismo mundial. Por un lado, EE.UU. quiere
extender el TTP, también conocido como una OTAN económica, en esa
zona para contrarrestar la influencia de Beijing. Por otro lado, el
régimen chino está desarrollando el Banco Asiático de Inversiones
para expandir su influencia en la región y espera jugar un papel
similar al del FMI o el Banco Mundial.

En Ucrania, tanto el gobierno ruso como el ucraniano
han dado por muerto al acuerdo de Minsk que supuestamente iba a traer
paz a la región. A cambio de préstamos de la UE, el país está
sufriendo el mayor plan de privatización en 20 años, con más de
300 compañías vendidas, incluyendo puertos y minas.

Estados Unidos

La relativa recuperación
económica en EE. UU. está dando espacio a los trabajadores para
luchar contra los bajos salarios. Socialist Alternative (sección del
CIT en EE. UU.) ha jugado un papel fundamental en la lucha por un
salario mínimo de $15 la hora. Esta reivindicación, que empezó en
Seatle, se ha aprobado en San Francisco, New York y Los Angeles, y se
está debatiendo en la mayoría de ciudades.

Otros ejemplos del giro a la izquierda que se está
produciendo en la sociedad americana son el movimiento Black Lives
Matter, que crece con cada brutal asesinato cometido por la policía,
y la candidatura a la presidencia del senador Bernie Sanders.
Socialist Alternative discute con el público generado por la campaña
de Sanders, a pesar de no apoyar su campaña para ganar la nominación
dentro del Partido Demócrata. Sanders está “luchando contra la
clase de los multimillonarios usando una herramienta de la clase de
los multimillonarios”, por eso necesita presentarse de forma
independiente y con un programa socialista.

Una doble tarea

Varios economistas explican que los dirigentes no
estarán en la misma posición en la que estaban antes si se produce
una nueva recesión económica. La cuestión sobre como va a
desarrollarse el movimiento de los trabajadores es crucial,
especialmente en países como China donde hay una clase trabajadora
muy potente.

Hay dos tareas fundamentales: el fortalecimiento
político del movimiento de los trabajadores y la organización de
los desorganizados con el objetivo de construir la acción colectiva
necesaria para desafiar y acabar con el sistema capitalista. Después
de la capitulación de Tsipras, ha quedado claro que las nuevas
organizaciones de trabajadores necesitan un programa para luchar
hasta al final contra las políticas de austeridad.

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